domingo, abril 08, 2012

PRI: vanidad y vacuidad

Si bien en su equipo de campaña Enrique Peña Nieto se rodeó sobre todo de jóvenes universitarios, conocidos con el mote de Golden boys, sus actos proselitistas rezuman las fórmulas más anquilosadas del viejo priismo. Ostentación y derroche, vacuidad discursiva, despliegues de lambisconería, frivolidad, son algunas de las características más acusadas de esos eventos.
El aspirante presidencial priista, Enrique Peña Nieto, en Veracruz.

“Esta es la instrucción que nos ha dado el primer priista de la entidad, el señor gobernador Javier Duarte: ¡hacerlo ganar en estas elecciones!”, exclamó el dirigente estatal del PRI veracruzano, Erick Lagos, en un discurso tropical a la usanza de los jilguerillos de antaño.

Tras las palabras de Lagos, los militantes y funcionarios priistas de Veracruz congregados para manifestar su apoyo al candidato Enrique Peña Nieto comenzaron el ágape organizado en el puerto jarocho. Al mexiquense lo acompañaban su esposa, Angélica Rivera, la atracción principal de la gira, y su equipo de campaña, encabezado por Luis Videgaray y un fuerte aparato de seguridad y asistencia transportado en 12 camionetas Suburban.

La retórica del viejo PRI-gobierno se recicló con naturalidad en el histórico puerto. Lagos, al igual que el gobernador Javier Duarte y el coordinador estatal de la campaña peñista, Jorge Carballo Delfín, son conocidos en la entidad como los Golden boys, encumbrados todos por el exmandatario Fidel Herrera, ahora “innombrable” entre la clase política local.

Como ellos, en la mayoría de las 32 entidades una nueva generación de priistas formados en los últimos 10 años, clonados al estilo Peña Nieto, están al frente de una estructura paralela que trabaja “sin descanso ni simulaciones” para llevar al exgobernador mexiquense a la Presidencia de la República.

Algunos han clonado la imagen y hasta el emblemático copete del peñismo, como el candidato priista a gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, a quien el aspirante presidencial del PRI eligió como su compañero en el arranque formal de su campaña en Guadalajara, territorio que el PRI busca recuperar después de 18 años de gobiernos panistas.

En el café La Parroquia, unos jóvenes brigadistas del grupo de @ctivistas –cibernautas priistas– se colocaron unas pelucas de plástico con el copete simulado del mexiquense. Esperaron desde las ocho de la mañana la llegada del candidato. No hicieron propuestas ni firmaron compromisos, sólo eran parte de la escenografía para la foto en medios locales y nacionales.

En Veracruz los jóvenes gobernantes y funcionarios no se sintieron incómodos con el desdoblamiento que representó el evento proselitista. La maquinaria de gobierno transformada en apoyo electoral se observó durante la fugaz gira del miércoles 4, un día antes de que se suspendieran las actividades por Semana Santa.

Ni siquiera el secretario de Gobierno estatal, el expanista Gerardo Buganza, se incomodó con la “instrucción” de hacer ganar a Peña Nieto. Menos los alcaldes priistas de Xalapa, Boca del Río, Coatzacoalcos y Córdoba, presentes en la comida organizada en el local de un sindicato de trabajadores de comercio.

Entre tacos de barbacoa y mixiotes al estilo veracruzano, sólo el gobernador Duarte aclaró que los funcionarios pidieron un día de licencia, “sin goce de sueldo”, para apoyar a Peña Nieto y manifestar “el binomio indestructible” que existe entre Veracruz y el Estado de México.

Peña Nieto devolvió los halagos y recordó a dos expresidentes originarios de esas entidades: el veracruzano Adolfo Ruiz Cortines, “quien apoyara a un gran mexiquense y mexicano que fue Adolfo López Mateos” para llegar a Los Pinos.

“Desde entonces data esta estrecha e íntima relación de las dos entidades. Ya se te iluminaron los ojos, ¿verdad, Javier?”, bromeó Peña Nieto.

La vieja clase política veracruzana, instalada en mesas distantes del equipo de Peña Nieto y del gobernador Duarte, sonreía sin mucho entusiasmo.

La estructura paralela

Así fueron los encuentros de la primera semana del arranque de la campaña de Peña Nieto. Baños de pueblo, firma de compromisos ante notario, comidas para comprometer apoyos y girar instrucciones. Es el diseño preparado por la coordinación general de la campaña, la estructura paralela al PRI formada por el propio candidato.

El responsable de esta estructura paralela es Luis Videgaray, uno de los dos Luises más poderosos y cercanos a Peña Nieto. El otro es Luis Enrique Miranda Nava, exsecretario general de Gobierno mexiquense, quien palomea candidatos y obtiene recursos a favor de Peña Nieto desde Toluca.

Videgaray, secretario de Finanzas del Estado de México durante la gestión de Peña Nieto, exprecandidato a la gubernatura y coordinador de la campaña de Eruviel Ávila en 2011, adquirió poder e influencia entre la nueva generación de priistas desde que se convirtió en el presidente de la Comisión de Presupuesto en la actual LXI Legislatura federal.

Bajo su dirección están los 18 coordinadores nacionales y 37 coordinadores territoriales (cinco por cada circunscripción plurinominal y 32 por cada entidad federativa). De los 18 coordinadores peñistas 12 son diputados federales en la LXI Legislatura.

El poder de Videgaray en la estructura paralela de Peña Nieto sólo es rivalizado por el exgobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, secretario de Organización priista, vínculo de Peña Nieto con la estructura formal del PRI, con algunos gobernadores y responsable también del palomeo de buena parte de las candidaturas a gobernadores, diputados federales y senadores de este 2012.

Entre los 18 coordinadores de campaña Osorio Chong sólo pudo colocar a dos colaboradoras suyas: Paula Hernández, exlegisladora y secretaria de Obras Públicas en Hidalgo, quien es coordinadora de invitados especiales; y Carolina Viggiano, exmagistrada del Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo, coordinadora general de la campaña de Osorio Chong a la gubernatura en 2004. Viggiano es coordinadora de Vinculación con la Sociedad en el equipo de Peña Nieto.

La mayoría de los responsables de la estructura paralela de la campaña son jóvenes egresados de universidades privadas, amigos personales de Peña Nieto, algunos originarios de Atlacomulco, y exfuncionarios del gobierno estatal.

Entre ellos destacan Emilio Lozoya Austin, coordinador de Vinculación Internacional; Héctor Velasco Monroy, coordinador de Giras; Benito Neme Sastre, coordinador político; Edwin Manuel Lino Zárate, secretario particular de Peña desde 2005; Ernesto de Lucas Hopkins, coordinador permanente, y Aurelio Nuño Mayer, coordinador de Difusión, quien fue reclutado por Luis Videgaray y hoy es uno de los principales redactores de discursos de Peña Nieto; incluso coordinó el libro México, la gran esperanza, editado por Grijalbo.

La designación de Nuño Mayer como coordinador de Difusión incomodó a David López, al coordinador de Comunicación Social, vocero del gobierno mexiquense en los gobiernos de Alfredo del Mazo González, Emilio Chuayffet y Peña Nieto.

López y Videgaray siempre acompañan a Peña Nieto en los actos públicos de la campaña, junto con La Gaviota y el equipo de seguridad.

De la clase política mexiquense, Peña Nieto incorporó también a esta estructura paralela a Alejandro Nieto Enríquez como secretario técnico de la Coordinación General de la campaña, para auxiliar a Videgaray. A su vez, Luis Felipe Puente Espinosa, secretario de Transporte durante la administración peñista, fue nombrado coordinador de la segunda circunscripción electoral: Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.

En el Distrito Federal quedó como coordinador Gustavo Cárdenas Monroy, otro integrante de la dinastía de Atlacomulco que aspira a ser gobernador del Estado de México.

Otros personajes importantes en la estructura paralela son los tamaulipecos Baltazar Hinojosa y Paloma Guillén Vicente. El primero es diputado federal, expresidente municipal de Matamoros, colaborador del gobierno de Tomás Yarrington y antes cercano a Elba Esther Gordillo. Él es coordinador de la Circunscripción I, que abarca Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora.

La segunda fue secretaria de Gobierno y procuradora en la administración de Eugenio Hernández (2005-2010). Hermana de Rafael Sebastián Guillén Vicente, identificado como el subcomandante Marcos, ella tiene bajo su responsabilidad las entidades de la tercera circunscripción: Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

En su reciente gira por el puerto jarocho, Peña Nieto ordenó a Paloma Guillén establecer su coordinación en Veracruz y darle atención prioritaria, toda vez que constituye, después del Estado de México y el Distrito Federal, la tercera entidad con el padrón electoral más importante.

Peña Nieto también nombró responsable de la cuarta circunscripción a la diputada federal Georgina Trujillo Zentella, antigua colaboradora de Roberto Madrazo. Su ámbito de responsabilidad incluye los estados de Guerrero, Puebla, Morelos, Tlaxcala y el Distrito Federal.

Para la quinta circunscripción, el candidato mexiquense designó al diputado federal oaxaqueño Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, uno de los responsables de la operación para destituir a Elba Esther Gordillo como coordinadora de la bancada priista en la Cámara de Diputados en 2003. Ramírez Puga Leyva fue coordinador de Comunicación Social y secretario técnico del gobierno de Ulises Ruiz en su natal Oaxaca entre 2004 y 2009.

“Tutifruti” priista

Como vicecoordinadores de su campaña, Peña Nieto incorporó a figuras que responden a alianzas y acuerdos con personajes como la exdirigente nacional del PRI Beatriz Paredes, candidata a la jefatura del gobierno capitalino, y el coordinador de los senadores del partido, Manlio Fabio Beltrones, quien renunció a la contienda interna por la candidatura presidencial para que el mexiquense se volviera “precandidato de unidad”.

Son los casos de Jorge Carlos Ramírez Marín, expresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, aspirante a gobernador por Yucatán y cercano a Paredes; Felipe Solís Acero, diputado federal, exsecretario general del IFE y uno de los abogados especializados en derecho electoral más cercanos a Beltrones.

Peña Nieto también incorporó a otra beltronista: la jalisciense María Esther Sherman Leaño, y la puso como coordinadora de Evaluación y Seguimiento de su campaña. Sherman Leaño, quien renunció a sus aspiraciones como candidata a la gubernatura de Jalisco, ha sido cuatro veces diputada federal, senadora, titular de la delegación Miguel Hidalgo en la Ciudad de México y delegada del CEN del PRI en Yucatán y Baja California.

Como coordinadores de Vinculación Política y Vinculación Empresarial, Peña Nieto nombró a Salomón Rosas Ramírez y a Ildefonso Guajardo Villarreal, respectivamente.

Rosas Ramírez fue asesor del tamaulipeco Eugenio Hernández Flores durante su gestión, trabajó también con el gobernador de San Luis Potosí, Fernando Silva Nieto, y fue subdelegado jurídico y de gobierno en Coyoacán y Milpa Alta cuando Manuel Camacho Solís, aún militante del PRI, fungió como regente capitalino.

Guajardo Villarreal, oriundo de Monterrey, fue jefe de la Oficina de Negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en Washington durante el gobierno de Carlos Salinas y Oficial Mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde también fue secretario de Asuntos Internacionales; también se desempeñó como secretario adjunto de la secretaría general del CEN priista. Es amigo de Emilio Gamboa Patrón, dirigente nacional de la CNOP del PRI.

No obstante estar activo durante las negociaciones para armar las listas de diputados y senadores plurinominales, Gamboa Patrón se opacó en el arranque de la campaña. No estuvo presente en la Plaza Libertadores de Guadalajara el 30 de marzo ni fue designado coordinador de la campaña de los candidatos priistas al Senado.

En la tradición priista los coordinadores de las campañas para senadores y diputados federales se convierten en los jefes de bancada. El lunes 2 el CEN del PRI designó a Cristina Díaz Salazar, secretaria general del partido, y a Beltrones como sus coordinadores para esas instancias.

Beltrones, exgobernador de Sonora, incluso acompañó a Peña Nieto durante su gira por Hermosillo. El poderoso coordinador de los senadores priistas se fotografió sonriente con el candidato y Angélica Rivera en el sitio donde se hacen las mejores coyotas sonorenses.

Fuera de la foto y las expresiones públicas de unidad en torno al candidato presidencial ni Beltrones ni Paredes ni Gamboa Patrón aparecen como operadores centrales del equipo de los Golden boys peñistas. (Con información de Jesusa Cervantes y Regina Martínez.)

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