Cuando se anunció la puesta en venta de la Compañía Mexicana de Aviación (CMA) el gobierno federal urdió un plan para descarrilar el proceso e impedir que el grupo Med Atlantic echara a volar nuevamente la aerolínea.
Este semanario tuvo acceso a las grabaciones de algunas pláticas que revelan cómo instituciones gubernamentales –la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)– han hecho hasta lo imposible para entorpecer la compra de la línea aérea.
Para ello funcionarios federales se han valido de Jorge Isaac Gastélum Miranda, quien compró en la cantidad simbólica de mil pesos las acciones de Mexicana a Gastón Azcárraga. Ahora, según se escucha en las grabaciones, Gastélum exige cada día más dinero por esas acciones. Sus demandas a los inversionistas de Med Atlantic han ido de los 5 a los 9 millones de dólares.
En el registro de otra plática se escucha cómo el conciliador y administrador de Mexicana, Gerardo Badín, reprocha a funcionarios de la SCT que cuestionen la existencia del dinero para la compra de la línea aérea y pongan en duda la verificación que hizo el juez encargado del concurso mercantil, Felipe Consuelo Soto. Dudas, dijo, “que le hacen mucho ruido a los inversionistas”.
Una grabación más evidencia que el gobierno constató la existencia de ese dinero y ha impedido, por medio de la CNBV, que sea aceptado el depósito de 300 millones de dólares que se exige para la adquisición de la aerolínea.
Las grabaciones
El pasado 30 de enero, luego de que el juez Consuelo se reunió con tres interesados en adquirir CMA, Iván Barona, Union Swiss y Med Atlantic, se inclinó por esta última tras verificar la existencia de recursos y del fideicomiso abierto para realizar la compra. El 24 de febrero comunicó esto a la SCT con cuyos representantes se reunió en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Un día después la SCT emitió un comunicado en el que puntualizó que quien constató la existencia y legalidad de los 300 millones de dólares que se piden para la compra fue el juez y no el gobierno de Felipe Calderón. Durante las siguientes tres semanas varios columnistas de negocios cuestionaron al juez y lo acusaron de “inventor de historias” alegando que no hay tal dinero.
Antes, el 18 de febrero, la CNBV emitió un comunicado para establecer que “no ha venido ninguna autoridad competente a solicitarnos absolutamente nada de información bancaria respecto a la transacción de Mexicana de Aviación”. El 8 de febrero la SCT había dicho que “no se ha podido comprobar la disponibilidad de fondos”.
Pero en las grabaciones que tiene Proceso se puede verificar lo contrario y cómo funcionarios de la CNBV han bloqueado la venta de Mexicana.
Alberto Martín Madero, representante de Med Atlantic y cuyo nombre figura en el fideicomiso 1363/2011 que la empresa abrió por 415 millones de dólares en Banca Mifel para adquirir CMA (además de algunos hoteles), relató el pasado martes 3 a la secretaria del Trabajo, Rosalinda Vélez, al juez Consuelo, al conciliador, a legisladores y a líderes sindicales lo que le dijo el director jurídico de esa institución bancaria (del que no mencionó el nombre) al negarse a aceptar el depósito. “Te tengo que poner obstáculos porque al subsecretario (de la SCT, Felipe Duarte) lo tengo aquí todos los días… y a la CNBV”.
“Cuando fuimos a Mifel”, cuenta Madero en la reunión, “que es donde tenemos nuestro fideicomiso desde octubre pasado, íbamos a transferir el dinero (pero) nos dijeron ‘no puedes’”.
Agrega que cancelaron cualquier posibilidad de hacer una transferencia dos veces en una semana.
“La semana antepasada teníamos cita el martes a las doce. Nos recibieron a la una. Empezó la reunión y ya íbamos muy molestos”, continúa.
“Aquí está todo lo que nos pediste”, le dijo Madero al ejecutivo bancario, “y está listo para la transferencia; el oficial bancario nos está esperando para que lo constates. ‘No quiero recibir nada, no quiero verlo porque de seguro está mal’, fue la respuesta. Los abogados se enojaron y reclamaron: ¡No lo has visto, cómo es posible que digas eso!’”
A partir de ahí la discusión se volvió más ríspida, las voces empezaron a subir de tono y el director jurídico de Mifel dijo: “Es que ustedes no saben lo que es tener la presión del subsecretario (Duarte), que lo tenemos aquí todos los días… y a la CNBV”.
“Todos se quedan callados”, sigue relatando Madero, “y dice: ‘Perdón, espero que no salga de la mesa’. Le dijimos: ‘Sí va a salir’”.
Madero cuenta que le dijo al director jurídico: “No sé cuántas veces te hacen una transferencia de este monto y ahí está el dinero, ¿qué le ves de mal?”.
“Nada Martín”, respondió “pero no podemos; o sea, ¿qué hacemos, qué quieres?” Luego el mismo funcionario le ofreció una posible solución: “Dame un contrato y ya con eso el crédito es tuyo, Martín, y tú lo aportas” (al fideicomiso y para que no apareciera el nombre de Med Atlantic sino el de una persona moral).
“Entonces lo único que vamos a hacer es ir a Los Ángeles y firmar un contrato. Regreso, lo traigo y listo. Y esperemos que se logre”, le dijo Madero. “Eso es lo que ha sucedido con banca Mifel”, concluye su relato ante la sorpresa de la titular de la Secretaría del Trabajo.
El vendedor “mezquino”
En otro punto de las grabaciones queda al descubierto la actitud “mezquina” –así la califica Rosalinda Vélez– del representante legal de Tenedora K, dueña de las acciones de CMA, Jorge Isaac Gastélum Miranda, primo de Santiago Creel.
Relata Madero: “El acuerdo original fue de 5 millones de dólares. En enero de 2012 pasó a 7 millones de dólares. ‘Me pagas 7 millones, luego 1 millón en un contrato por asesoría por cinco años’ me dijo Gastélum, está escrito. Le dije: ‘Te damos los ocho. Abogado, haga el cheque y tú me das el acta constitutiva (de Tenedora K)’. Ya estando todo cerrado me dice Gastélum: ‘No es así. Ahora quiero ocho más IVA y ya no te voy a vender Tenedora K’”.
También recuerda que el fideicomiso se abrió para comprar hoteles y Mexicana. “En los hoteles vamos bien, ya compramos tres más y en uno de ellos Miguel Alemán Magnani tiene 3%, pero en la línea aérea vamos de mal en peor”. Agrega que cuando se llegó al acuerdo con Gastélum de comprarle las acciones por 8 millones de dólares el vendedor les envió el acta constitutiva de Tenedora K, “que no está inscrita en el registro público”.
Y añade: “Se emitieron dos cheques a nombre de las dos personas que aparecen ahí (María Teresa Llantada Voigt y Mauricio Zarza Cerecer, que figuran como accionistas, según el acta de Tenedora K, y quienes a su vez forman parte del despacho de Jorge Gastélum)”.
Luego cuenta cómo el pasado 30 de marzo se reunió con Gastélum, le llevó los cheques certificados por 8 millones de dólares y entonces éste le dijo:
“No. No fue lo que acordamos. Lo acordado fue que no te iba a vender Tenedora K sino sólo Nuevo Grupo Aeronáutico. La verdad es que no le quiero hacer daño a Christian (Cadena, socio hotelero), ni a ti ni a todos los que representan, y nos conviene mejor que sea la operación con la compra de Mexicana nada más, pero el precio va a ser nueve más uno; o sea nueve más IVA y te voy a dar una circular para que me pagues mis honorarios. Nos firmas la hoja de deslinde de responsabilidades al ciento por ciento para todos; a partir de tal fecha y a partir de ese momento recaerá toda responsabilidad sobre el conciliador (Gerardo Badín)”.
“¡Pero no fue lo acordado!”, reclamó Madero. “Sí, pregúntale a Christian”, cuenta que le respondió Gastélum.
Luego Madero se comunicó con Cadena: “Haz lo que puedas, están los cheques depositados, que vayan, los cobren y tema olvidado”.
Ante cada pausa del relato, la secretaria del Trabajo no deja de mostrar su sorpresa: “¡Qué irresponsable!, ¡qué mezquino!, no puede ser que estemos secuestrados por una o dos personas”.
El representante de Med Atlantic fue claro y dijo a la secretaria: “No entiendo por qué hacen todo eso. Me queda claro que están demorando la operación y si es así, el gobierno federal o algunas personas del gobierno lo quieren hacer así… pues nada más que nos digan y nos vamos a los hoteles”.
El conciliador
En las grabaciones se escucha también la explicación del conciliador Badín, quien demuestra cómo las dependencias federales le han puesto obstáculos a la venta.
El conciliador es el encargado de realizar el convenio concursal, el documento donde se establecen los pagos que debe hacer Med Atlantic a los acreedores de Mexicana.
Badín cuenta, molesto, que Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), uno de los acreedores, desconoció un convenio ya acordado: “En lugar de preocuparme y seguirles sus juegos, que son chicanadas, me dediqué a hacer otro convenio, que es el segundo y pasó por el consejo donde están representantes del gobierno.
“Pero tengo otras dos cosas que son mortales y es la falta de negociación con Banorte y Bancomext porque ellos además de ser acreedores tienen fideicomisos donde se deposita la venta de los boletos. Si no cancelan los fideicomisos aunque la empresa se venda no puede cobrar la venta de los boletos. Tengo que lograr esas dos negociaciones antes de firmar el convenio concursal”, dice Badín.
Luego, agrega, AICM (el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México) “dice que no me he reunido con él y aquí están todas las minutas de mis reuniones”. Y revela: “Tengo el convenio con ASA y AICM por escrito”.
“Y con Bancomext”, detalla el conciliador, “tengo convenio (…) Al día de hoy hay 11 interesados en quedarse con los aviones (que le dejó Mexicana en prenda por un préstamo) y rentárnoslos a nosotros, incluyendo a la propia Med”.
Banorte, que es otro de los acreedores, detalla el conciliador, quiere discutir el convenio “cuando le quiten a Gastélum las acciones. Yo mismo le pedí la cita con Med y Banorte me dijo: ‘Hasta que compren las acciones’.
“Si es un armado lo que se está haciendo voy a pedir la autorización para salir a los medios”, reclama molesto Badín y aclara que toda la información de gastos, reuniones, citas, acuerdos que ha tenido, la ha entregado a la SCT, el AICM y la Dirección General de Aeronáutica Civil así como al juez. “Ahora me están acusando de falta de transparencia… ya van a lo personal y voy a salir a los medios porque no puedo quedarme con las manos cruzadas después de todo lo que estoy viendo”.
El pasado 21 de marzo, el AICM, ASA y Bancomext solicitaron al juez que aceptara la participación de la firma White & Case como “interventor” del concurso y el cual se encargaría de revisar las acciones del conciliador.
En las grabaciones se demuestra que no fue idea de Bancomext sino de la SCT. Por ejemplo, Madero relata que cuando fue a esta dependencia del gobierno para negociar, lo hizo sin cita previa:
“En se momento me llama Anthony McCarthy (director general adjunto de banca de empresas de Bancomext) por teléfono y me dice: ‘No me avisaste y nos mandaron llamar de la SCT porque te van a poner un interventor y quieren que nosotros lo apoyemos’.
“Luego llegó el abogado, nos dio toda la información y le comentamos: ‘¿Qué pasa?, nosotros queremos comprar los aviones, tú lo arreglas y me haces la oferta’. ‘¡No, espérame!’, me dice, ‘es que no es así de fácil, tienes que hablar con Banorte’. Luego voy a Banorte y me dice: ‘Es que tu escrito está mal hecho’. Por eso no entiendo y me queda claro que están demorando la operación.”
White & Case registró como revisor de las operaciones a Vicente Corta, quien estuvo a cargo de CMA cuando ésta estaba en el IPAB y por otro lado esta misma firma tiene como clientes a Grupo Posadas y a Aeroméxico, competencia de Mexicana. Por esta razón el diputado Mario di Costanzo interpuso un recurso ante el juez para que rechace la participación del despacho. El juez dará a conocer este lunes 9 su decisión.
En las grabaciones el juez Consuelo también se quejó de la falta de apoyo de la SCT y de que en los medios pongan en duda su palabra: “Lo de menos es la cuestión mediática en mi contra, pero todo esto ha afectado porque ahora Tenedora K dice que hasta que no demuestre el dinero no va a vender sus acciones”. En otra de las reuniones cuestiona: “¡Cómo es posible que Banorte diga que no firma hasta que no vea el dinero!”.
Badín lo secunda y afirma que los comunicados de la SCT sobre el tema “ponen en riesgo” la operación “y yo no puedo cerrar el convenio concursal hasta tener un empresario, alguien que haya comprado las acciones. Me hace falta la transferencia de las acciones y cerrar con Banorte y Bancomext”.
Finalmente el juez revela que Gastélum le dijo que desayunó hace dos meses con Gerardo Sánchez Henkel (director jurídico de la SCT) y Felipe Duarte: “Creo que sí está metiéndose la mano, aunque él diga vehementemente que los malosos no lo están presionando”.
En otro momento reclama “¿por qué no dejan vender las acciones?”, “¿por qué Banorte quiere ver el dinero?”, “quiere decir que lo que dice un juez de distrito de este país vale para un sorbete, no le hace caso la sociedad, no le hace caso Gastélum”.
Gastélum, quien condiciona la venta de las acciones a Med Atlantic, es un abogado que fue “boletinado” por la Procuraduría General de la República por presuntamente haber cometido, en su carácter de consejero del Consorcio Azucarero, el delito de defraudación fiscal. Estuvo prófugo desde octubre de 2002 y fue detenido en Alemania por la Interpol el 12 de julio de 2005; finalmente fue liberado por falta de pruebas.
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