Otra vez la preocupacion del atentado
Sique
No sé si es una atención selectiva de mi parte por la fatalidad, un desvelo maternal, o si en realidad a otros compañeros les pasa lo mismo. Últimamente ya sea a través de furibundos correos electrónicos, pintas o dichos en discusiones callejeras se observan expresiones con la idea de que la única forma de terminar con el movimiento por la democracia es atentando contra la vida de AMLO. En casi todos los correos anti-peje está la frase “muera el peje”; ayer un muchacho trataba de tapar una pinta en el metro que decía: “la solución matar a Obrador”, cuando llegaron unos policías y querían llevárselo justo porque estaba tratando de ocultar con calcomanías la palabra “matar”.
Insisto en que habría que decirles a esta bola de ciegos, ya sea a través de correos electrónicos o verbalmente, que eso es lo peor que le podría pasar no sólo a México y a los que creemos en el proyecto de la Coalición por el Bien de Todos, sino a los que están en contra: millones de mexicanos ultrajados, decididos como ya se ha visto a luchar por un país libre pero sin el líder que ordena nuestras acciones de manera pacífica sería muy peligroso para ellos, y también, que es imposible acabar con este movimiento porque es el proyecto de millones que queremos que este país cambie verdaderamente, tendrían que asesinar a todos los millones que hemos decidido defender la democracia. Reitero, ya no es sólo AMLO, somos millones.
He insistido en esto porque por un lado y desde un punto de vista psicológico el hablar de fantasías asesinas y ventilarlas les quita fuerza y ayuda a que no se lleven a la acción, y por el otro, el miedo al castigo también debilita el impulso destructivo. Las amenazas de muerte a Víctor del sendero del peje confirma la fuerza que ya tienen esas fantasías, metafóricamente, el sendero termina cuando el que anda deja de existir. Víctor es valiente y los manda a paseo para mostrarles que no lo intimidan dichas amenazas pero sí hay que tomar providencias y no desvirtuar su importancia. Hay que publicar esto en otros medios. El negar que eso se está gestando en la mente de muchos y hacer como que no pasa nada no es saludable. Aunque no lo digamos todos estamos con esa preocupación. El sábado pasado estaba esperando a que saliera AMLO a dar su discurso en el Zócalo cuando un individuo cuya vestimenta y actitud pareció extraña a los que ahí estábamos tuvo que salir por piernas porque varios empezaron a cuestionarle qué hacía ahí y a exigirle que se identificara.
Se me ocurre que habría incluso que enviarle una carta a Fecal diciéndole que si como resultado de la campaña de odio que él desató contra AMLO, algún loco se atreve a atentar contra su vida, se considerará que él es el autor intelectual de dicho crimen. Yo se la voy a enviar pero si algunos lectores comparten mi preocupación sería bueno que también lo hicieran, claro, que ha quedado claro que Fecal no tiene el más mínimo control sobre su gente, porque no es un líder, pero al menos se expresaría de manera explícita esta inquietud y si algo de moralidad quedara en su fuero interno o de miedo a ser considerado un asesino entonces quizás algo haga. Como dije antes, también habría que externar esta preocupación a los medios, si algún periódico publicara que tememos que los “pacíficos” ante la impotencia que sienten por no poder parar este movimiento lo único que se le ocurre es acabar con AMLO, debilitaría bastante la idea de llevar a cabo un atentado. Recuerden que mientras más se fortalezca el movimiento, mayor sentimiento de impotencia tendrán los adversarios y mayor irracionalidad sobrevendrá. Ahí lo dejo a su consideración.
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