Carlos Fernández-Vega
El boom de las remesas en América Latina (México en primerísimo lugar) a muchos les abrió los ojos, aunque no para atender las causas, sino para frotarse las manos ante el jugoso negocio que implica esa carretada de dólares, alrededor de 200 mil millones para la región en los últimos seis años, de los que cerca de 92 mil millones se quedaron en México.
Entre los que más abrieron los ojos y se frotaron las manos destacan la banca trasnacional que opera en la región y uno que otro barón latinoamericano, que se lanzaron a sacarle jugo, de ida y vuelta, al creciente negocio de las remesas.
Con creciente regularidad se registran foros, "encuentros", conferencias y demás tribunas para analizar el fenómeno de las remesas, siempre desde la óptica de los negocios, nunca desde la perspectiva social. Entre las trasnacionales financieras que con mayor ahínco le ha metido el diente a las remesas latinoamericanas destaca el BBVA, que ya vislumbra la "disminución" de utilidades por la eventual reducción en los montos remitidos por los emigrantes a sus respectivos países de origen.
Que no se asuste la trasnacional -que entre sus nuevas inversiones se cuentan bancos en la frontera sur de Estados Unidos-, porque ningún gobierno latinoamericano hace mayor cosa para detener la expulsión de la mano de obra regional, la cual, con muros o sin ellos, sigue mirando hacia el norte, ante la carencia de empleo y los salarios de hambre.
Casi el 50 por ciento de las remesas que los latinoamericanos envían a sus respectivos países de origen corresponden a mexicanos, y en este sentido el análisis de la Cámara de Diputados (El flujo migratorio internacional de México hacia Estados Unidos y la importancia de las remesas familiares en la economía mexicana, 1990-2006; M. en E. Reyes Tépach M.) que se comentó en la entrega de ayer aporta un elemento por demás interesante sobre la distribución de esos dineros entre la población nacional.
En materia de ingresos por remesas familiares, de acuerdo con la ENIGH, en 1998 los hogares más pobres del país obtuvieron 22 millones de pesos mensuales por tal concepto; para 2005 ese monto se incrementó a 137 millones. Por su parte, en 1998 los hogares más ricos obtuvieron casi 300 millones de pesos mensuales por remesas, monto que en 2005 descendió a 272 millones.
En 1998, los hogares más pobres del país concentraron el 1.17 por ciento de las remesas familiares, proporción que se incremento a 7.85 por ciento en 2005. Durante el periodo de 1998-2000 y 2000-2002, las remesas familiares que captaron los hogares más pobres del país registraron un crecimiento real de 154 y 38 por ciento, respectivamente; en 2002-2004 decrecieron en 10.11 por ciento; en 2004-2005 registraron un crecimiento real de mas de ciento por ciento. Las remesas familiares captadas por los hogares más ricos crecieron 148 por ciento en 1998-2000, descendieron 79 por ciento en 2000-2002, se incrementaron 436 por ciento en 2002-2004 y descendieron 67 por ciento en 2004-2005.
Se observa que la captación de las remesas familiares en México, por deciles de hogares, presentó las siguientes conductas: contrario a lo esperado, las familias pertenecientes a los hogares más pobres del país fueron las que obtuvieron el menor beneficio por la entrada de remesas familiares, la mayor captación fue realizada por las familias pertenecientes a los hogares más ricos; como consecuencia de lo anterior, la distribución de las remesas familiares entre los hogares del país tuvo un patrón de concentración entre los hogares más ricos del país, en 1998, 2000 y 2004 la mayor proporción de estos ingresos fueron captados por las familias pertenecientes al decil X, en 2002 y 2005 las familias que más se beneficiaron fueron las que se concentraron en el decil VIII; la captación de las remesas de los hogares más ricos del país, ubicados en el último decil, ha sido sumamente inestable, han presentado incrementos y decrementos extremos.
Asimismo, cada hogar del territorio nacional recibió en promedio mensual 83 pesos por concepto de remesas familiares en 1998, 127 en 2000, 119 en 2002, 153 pesos en 2004 y 135 pesos en 2005. Por deciles, en 1998, los hogares más pobres del país obtuvieron casi 10 pesos mensuales en promedio por concepto de remesas, en el 2000, 23 pesos, en 2002 se incrementó a 31 pesos, en 2004 descendió a 26 pesos y en 2005 ascendió a 53 pesos. Por su parte, los hogares más ricos obtuvieron 135 pesos mensuales en promedio por remesas en 1998, 316 pesos en 2000, 63 pesos en 2002, 322 pesos en 2004 y 106 en 2005.
Las remesas familiares representaron en promedio el 2 por ciento del ingreso monetario de los hogares del país en 1998; 2.07 en 2000; 1.77 en 2002; 2.02 en 2004 y 1.63 en 2005. En el análisis por deciles, los ingresos por remesas familiares representaron el 2.55 por ciento de los ingresos monetarios de los hogares más pobres del país en 1998; 3.44 en 2000; 3.91 en 2002; 2.58 en 2004 y 5.89 en 2005.
Para las familias con más altos ingresos, las remesas representaron el 0.81 por ciento de sus ingresos monetarios en 1998; 1.29 en 2000; 0.25 en 2002; 1.17 en 2004 y 0.34 en 2005.
De lo anterior se infiere que los ingresos anuales promedio por concepto de remesas familiares que reciben los hogares más pobres de México son inferiores a los que reciben los hogares con los ingresos más altos. Sin embargo, las remesas familiares son más sensibles al ingreso de los hogares más pobres, porque su participación en el ingreso monetario anual es superior al de los hogares con los ingresos más altos.
Las rebanadas del pastel
¿Ahora jugarán a las "amenazas terroristas" para inyectar miedo y justificar la violación a los derechos civiles, como Bush comprenderá?Carlos Fernández-Vega
Remesas: gran negocio para banca extranjera que opera en AL
Imparable expulsión de mano de obra
Amenazas terroristas y violaciones a derechos humanos
El boom de las remesas en América Latina (México en primerísimo lugar) a muchos les abrió los ojos, aunque no para atender las causas, sino para frotarse las manos ante el jugoso negocio que implica esa carretada de dólares, alrededor de 200 mil millones para la región en los últimos seis años, de los que cerca de 92 mil millones se quedaron en México.
Entre los que más abrieron los ojos y se frotaron las manos destacan la banca trasnacional que opera en la región y uno que otro barón latinoamericano, que se lanzaron a sacarle jugo, de ida y vuelta, al creciente negocio de las remesas.
Con creciente regularidad se registran foros, "encuentros", conferencias y demás tribunas para analizar el fenómeno de las remesas, siempre desde la óptica de los negocios, nunca desde la perspectiva social. Entre las trasnacionales financieras que con mayor ahínco le ha metido el diente a las remesas latinoamericanas destaca el BBVA, que ya vislumbra la "disminución" de utilidades por la eventual reducción en los montos remitidos por los emigrantes a sus respectivos países de origen.
Que no se asuste la trasnacional -que entre sus nuevas inversiones se cuentan bancos en la frontera sur de Estados Unidos-, porque ningún gobierno latinoamericano hace mayor cosa para detener la expulsión de la mano de obra regional, la cual, con muros o sin ellos, sigue mirando hacia el norte, ante la carencia de empleo y los salarios de hambre.
Casi el 50 por ciento de las remesas que los latinoamericanos envían a sus respectivos países de origen corresponden a mexicanos, y en este sentido el análisis de la Cámara de Diputados (El flujo migratorio internacional de México hacia Estados Unidos y la importancia de las remesas familiares en la economía mexicana, 1990-2006; M. en E. Reyes Tépach M.) que se comentó en la entrega de ayer aporta un elemento por demás interesante sobre la distribución de esos dineros entre la población nacional.
En materia de ingresos por remesas familiares, de acuerdo con la ENIGH, en 1998 los hogares más pobres del país obtuvieron 22 millones de pesos mensuales por tal concepto; para 2005 ese monto se incrementó a 137 millones. Por su parte, en 1998 los hogares más ricos obtuvieron casi 300 millones de pesos mensuales por remesas, monto que en 2005 descendió a 272 millones.
En 1998, los hogares más pobres del país concentraron el 1.17 por ciento de las remesas familiares, proporción que se incremento a 7.85 por ciento en 2005. Durante el periodo de 1998-2000 y 2000-2002, las remesas familiares que captaron los hogares más pobres del país registraron un crecimiento real de 154 y 38 por ciento, respectivamente; en 2002-2004 decrecieron en 10.11 por ciento; en 2004-2005 registraron un crecimiento real de mas de ciento por ciento. Las remesas familiares captadas por los hogares más ricos crecieron 148 por ciento en 1998-2000, descendieron 79 por ciento en 2000-2002, se incrementaron 436 por ciento en 2002-2004 y descendieron 67 por ciento en 2004-2005.
Se observa que la captación de las remesas familiares en México, por deciles de hogares, presentó las siguientes conductas: contrario a lo esperado, las familias pertenecientes a los hogares más pobres del país fueron las que obtuvieron el menor beneficio por la entrada de remesas familiares, la mayor captación fue realizada por las familias pertenecientes a los hogares más ricos; como consecuencia de lo anterior, la distribución de las remesas familiares entre los hogares del país tuvo un patrón de concentración entre los hogares más ricos del país, en 1998, 2000 y 2004 la mayor proporción de estos ingresos fueron captados por las familias pertenecientes al decil X, en 2002 y 2005 las familias que más se beneficiaron fueron las que se concentraron en el decil VIII; la captación de las remesas de los hogares más ricos del país, ubicados en el último decil, ha sido sumamente inestable, han presentado incrementos y decrementos extremos.
Asimismo, cada hogar del territorio nacional recibió en promedio mensual 83 pesos por concepto de remesas familiares en 1998, 127 en 2000, 119 en 2002, 153 pesos en 2004 y 135 pesos en 2005. Por deciles, en 1998, los hogares más pobres del país obtuvieron casi 10 pesos mensuales en promedio por concepto de remesas, en el 2000, 23 pesos, en 2002 se incrementó a 31 pesos, en 2004 descendió a 26 pesos y en 2005 ascendió a 53 pesos. Por su parte, los hogares más ricos obtuvieron 135 pesos mensuales en promedio por remesas en 1998, 316 pesos en 2000, 63 pesos en 2002, 322 pesos en 2004 y 106 en 2005.
Las remesas familiares representaron en promedio el 2 por ciento del ingreso monetario de los hogares del país en 1998; 2.07 en 2000; 1.77 en 2002; 2.02 en 2004 y 1.63 en 2005. En el análisis por deciles, los ingresos por remesas familiares representaron el 2.55 por ciento de los ingresos monetarios de los hogares más pobres del país en 1998; 3.44 en 2000; 3.91 en 2002; 2.58 en 2004 y 5.89 en 2005.
Para las familias con más altos ingresos, las remesas representaron el 0.81 por ciento de sus ingresos monetarios en 1998; 1.29 en 2000; 0.25 en 2002; 1.17 en 2004 y 0.34 en 2005.
De lo anterior se infiere que los ingresos anuales promedio por concepto de remesas familiares que reciben los hogares más pobres de México son inferiores a los que reciben los hogares con los ingresos más altos. Sin embargo, las remesas familiares son más sensibles al ingreso de los hogares más pobres, porque su participación en el ingreso monetario anual es superior al de los hogares con los ingresos más altos.
Las rebanadas del pastel
¿Ahora jugarán a las "amenazas terroristas" para inyectar miedo y justificar la violación a los derechos civiles, como Bush comprenderá?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario