viernes, julio 13, 2007

“Rebase por la izquierda”


“Rebase por la izquierda”



México, D.F., 12 de julio (apro).- Conforme se van desentrañando los puntos medulares de la propuesta de reforma fiscal que presentó el gobierno de Felipe Calderón el mes pasado, la actitud de rechazo absoluto a ella, que promueve Andrés Manuel López Obrador, va, también, perdiendo sustento.Para él, la reforma fiscal propuesta es –y reproduzco lo que dijo en la más reciente concentración en el Zócalo-- “simple y llanamente aumentar los impuestos a la mayoría de la población. Afectar a los pobres, profesionistas independientes, a pequeños y medianos comerciantes y empresarios, al endeble sector productivo del país, sin tocar para nada los privilegios fiscales de los potentados y del sector que se dedica a la especulación financiera”.Pero resulta que quienes han pegado el grito en el cielo porque sienten que saldrán lastimados con la reforma, particularmente por la Contribución Empresarial de Tasa Única (CETU), pues necesariamente los hará pagar más impuestos, son precisamente muchos de los sectores que por años han gozado de privilegios fiscales.Con el paso de los días --que transcurren ominosamente sin que los legisladores se arriesguen a un compromiso para discutir la reforma-- van saltando a la palestra a exponer airadamente su queja.Entre los primeros, las organizaciones filantrópicas, muchas de ellas apéndices de grandes empresas que hacen de los donativos una fórmula, toda vez que son deducibles, para reducir la base con la que hacen su cálculo del ISR y, por tanto, pagar menos impuestos.En lo últimos años, según cifras oficiales, el fisco pierde un promedio de mil 500 millones de pesos al año en impuestos, que es el monto deducido por las empresas que hacen donaciones. La CETU propuesta no permite deducir las donaciones.A ellos le han seguido, entre otros, los bancos que, de aprobarse como está la propuesta de la tasa única, acabarían pagando el doble de impuestos de lo que hoy pagan.Según fiscalistas, la razón de ello es que la base gravable que considera la CETU es el margen de intermediación financiera, que incluye –cosa que no hace el margen contable actual-- la diferencia de intereses pagados y cobrados, los ingresos netos por comisiones y otras tarifas.En el caso de las deducciones, en la CETU son, según los expertos, hasta 90% menores que en el ISR, ya que en el cálculo de aquélla sólo se consideran gastos de operación y administración y gastos de servicios financieros deducibles, en tanto que para el ISR se aplica la deducción del activo.Si en 2006 los bancos pagaron un ISR por poco más de 14 mil millones de pesos, si se aprobara la reforma, estarían pagando cerca de 30 mil millones, según un ejercicio elaborado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas.Las escuelas particulares no se han quedado atrás. Una vez que descubrieron que tendrían que pagar la CETU como cualquier otra empresa, en caso que se aprobara, empezaron a mostrar su inconformidad y a acusar al gobierno de Felipe Calderón de pretender “atentar contra la educación” del país.De aplicarse el nuevo impuesto, los dueños de escuelas privadas amenazan con reducir la calidad de sus servicios, pues con dicho gravamen se castiga tanto a los salarios como a las prestaciones de los académicos:“La gente ya no puede pagar colegiaturas más altas”.Pues no, año con año, y sin freno, el índice de precios de la educación privada es muy superior al índice general de precios.Las aseguradoras también se han quejado: la nueva contribución los obligará a cancelar por lo menos 25% de los seguros de gastos médicos mayores ligados a la prestación laboral.Con el impuesto, dichos seguros dejarían de ser deducibles y por lo mismo perderían el atractivo para las empresas que los usan como prestación para sus trabajadores.La IP organizada ha reclamado que la CETU afectará “en exceso” a unas 500 empresas controladoras, que generan cerca de 20% del PIB, y que hacen uso de la consolidación fiscal, que les permite combinar pérdidas y ganancias de las empresas que conforman el grupo, con lo cual difieren el pago de impuestos y contribuyen a partir de una base reducida.El caso es que tan sólo por el régimen de consolidación fiscal, que desaparece prácticamente con la CETU, el fisco ha perdido en este año casi 5 mil millones de pesos.También el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, el selecto grupo de empresarios, miembro del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), también ha llamado al gobierno federal a revisar su propuesta de reforma fiscal, pues le parece “un exceso” un nuevo impuesto de tasa única de 16% --en 2008 y de 19% a partir de 2009, si se aprobara-- pues, alega, afectará la inversión y el empleo, y propone bajar la tasa a 12% y asimilar las deducciones de la CETU a las que permite el ISR.A estas alturas nadie puede pensar que la propuesta pasará intacta en el Congreso, aun con las concesiones que en materia política ha hecho el gobierno a partidos distintos del blanquiazul.Pero no es momento de oponerse por oponerse a una propuesta sólo porque viene del gobierno calderonista. Mucho de lo que propone son demandas que históricamente ha hecho la izquierda.Ciertamente es mucho lo que hay que analizar de la propuesta; mucho lo que hay que discutir; mucho lo que hay que proponer como opciones, y por ello es correcta la posición de legisladores y gobernadores del PRD de sentarse a la mesa de las negociaciones.Lo que no se vale es dejar pasar el tiempo lastimosamente en aras de lograr beneficios que poco tienen que ver con las necesidades esenciales de la población.

No hay comentarios.: