domingo, octubre 14, 2007

Nos tratan como a niños y niñas de cuatro años

Es probable que toda la información que está saliendo sobre la chachalaca ladrona sea una estrategia para mantenernos entretenidos, no cabe duda que es un buen circo para distraer: su lujoso rancho, sus mentiras en los medios extranjeros y la estatua representan un buen objetivo contra el cual canalizar nuestra inconformidad, mientras el pelele sigue haciendo de las suyas avanzando en la venta del patrimonio nacional, robándose lo suyo y permitiendo que su familia y sus secuaces se lleven una buena parte del botín que para ellos constituye el erario nacional. Y decimos que es un buen circo la supuesta investigación de la chachalaca ladrona porque la comisión que va a encargarse de de ésta, no lo hará, ocultará sus corruptelas y las de su señora, interpondrá argumentos legaloides y finalmente ese proceso terminará por exonerarlo.

Me recuerda una anécdota de cuando tenía tres o cuatro años en que mi padre me hacía exactamente lo mismo para jugar conmigo. Cuando nos sentábamos a cenar yo tomaba inmediatamente una concha que era el pan dulce que más me gustaba, entonces mi padre me llamaba la atención sobre otra cosa y me hacía voltear para aprovechar ese tiempo y esconderme mi concha, cuando volvía la vista, mi concha había desaparecido; cuando estaba a punto de ponerme a llorar, mi padre me regresaba la concha y me hacía comprender que todo había sido una broma. Desgraciadamente, en el caso del juego que el gobierno espurio y sus secuaces se traen con nosotros, no tendrá el mismo final, cuando volvamos la vista Pemex estará en manos extranjeras, el pueblo estará todavía más pobre y nuestro llanto no se detendrá porque nada de eso es una broma, la cosa va en serio.

Nos tratan como a niños y niñas de tres o cuatro años, esperamos que nuestra respuesta sea de adultos y no nos dejemos engañar. Tenemos que ser conscientes de las trampas que nos ponen, algunos podrán dedicarse a ver si acaso puede hacerse algo respecto al enriquecimiento ilícito de ese traidor a la democracia, pero ahora lo que urge es defender la soberanía alimentaria y lo que nos queda del patrimonio nacional.

No hay comentarios.: