domingo, noviembre 11, 2007

Con el fascismo no se debate. Al fascismo se combate.



http://www.youtube.com/watch?v=u6_CVlii87I

http://www.bentayga.org/

Por: Alejandro Landaeta


Sólo un esquema de guerra le falta a la derecha venezolana para completar el menú de opciones conspirativas: la escalada fascista. Ya han probado sin éxito todos los métodos de guerra sucia de la CIA: La difamación; la sedición militar; la manipulación mediática; el sabotaje económico; el lock-out petrolero; el asesinato selectivo; las guarimbas; el golpe insurreccional; el golpe seco; etc., etc., etc. El magnicidio les ha sido hasta ahora inviable por dos razones: por la efectividad de la inteligencia del Estado y del colectivo; y por las consecuencias totalmente inciertas que acarrearía para la misma derecha, especialmente el impacto en toda América del Sur.

El esquema de escalada fascista se está asomando ¿!cómo no se les había ocurrido antes!, siendo una enseñanza invaluable del gran precursor del fascismo, Benito Mussolini? Es un esquema pre-nazi; pre-CIA; brotado en la Italia de 1919, pero que la derecha parece estar considerando seriamente como una herramienta actualizada para amedrentar y derrotar el avance del socialismo, como lo hicieron en Italia. Lo que llamamos hoy fascismo es en realidad una generalidad que va desde el fascismo histórico propiamente dicho, de Mussolini, hasta los últimos adelantos de la CIA en materia de guerra sucia, sedición y terrorismo de Estado. Es un aprendizaje histórico del capitalismo en su guerra contra la democracia auténtica de los trabajadores y desposeídos. Pero las técnicas originarias siguen allí a la mano de la burguesía, que sabemos carece totalmente de ética política para apelar a cualquier recurso siniestro.

Lo sucedido en la UCV y en otros lugares es un presagio de una escalada que debe ser detenida a tiempo, que busca recrear la imagen internacional adversa al proceso y meter miedo en nuestras filas para desmovilizar. La escalada fascista clásica, que tomó inicialmente algunas prácticas del KKK, tiene varias etapas: a) agresión verbal; b) agresión moral (difamación pública); c) incursión de gavillas contra sedes y reuniones; d) incendio y destrucción de instalaciones enemigas; e) tomas violentas de espacios públicos y poblaciones para el ejercicio de la represión general y el asesinato; y f) la imposición del estado de sitio. Desde luego, estas fases, aplicadas en Italia, contaron con el favor del ejército y la debilidad de los dirigentes socialistas y socialdemócratas. Aquí ni cuentan con la Fuerza Armada ni tienen espacios de poder en el Estado. Pero tiene el poder mediático, recursos económicos y apoyo del poder imperial de EEUU, potencia que ha girado dramáticamente hacia el fascismo.

La escalada está en pañales, y dudo que puedan avanzar un palmo en su afán desestabilizador, como lo hicieron en el 2002, pues el pueblo está movilizado junto a su jefe de Estado. Pero puede causar daños, y es preciso proteger la vida e integridad de todos. La desesperación es lo que les queda, pues la llamada “oposición” no tiene absolutamente ningún argumento serio que ofrecer, ni político ni ideológico, más allá de una tosca defensa de desgastados valores liberales fuera de contexto. Esa oposición no quiere debatir, y es inútil, totalmente inútil, llamarla a debatir nada. A pesar que algunos camaradas alegan que existen dirigentes opositores sensatos, yo honestamente no he visto ninguno, a pesar que hago un esfuerzo por avizorarlos. Sólo veo una derecha decadente, estúpida, pitiyanqui y absolutamente antidemocrática. No voy a debatir con aquél que defiende la conservación del capitalismo. Esa discusión la doy por saldada, y ya veremos quien consigue sus objetivos en el marco de la confrontación democrática. Pero con el ojo alerta y los fusiles en ristre, por si acaso. ¡Con el fascismo no se debate. Al fascismo se combate!


Fecha de publicación: 10/11/07

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