jueves, mayo 15, 2008

Hay que enfrentar la crisis alimentaria regionalmente

Declaraciones de Evo Morales y Rafael Correa en la Cumbre de presidentes por la seguridad alimentaria

Ricardo Martínez Martínez
Rebelión

Managua, Nicaragua.

Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa, convocaron a los jefes de Estado y jefes de gobierno latinoamericanos, así como a los movimientos sociales de cada nación, a "enfrentan regionalmente la crisis mundial de alimentos."

El mandatario boliviano de origen indígena destacó la necesidad de llamar "a una gran emergencia alimentaria" en el subcontinente para evitar hambrunas y el acaparamiento de los productos del campo por parte de las empresas transnacionales.

En el mismo sentido, Rafael Correa dijo que se hace urgente "superar la larga y triste noche neoliberal en América Latina", ya que ésta "ha sido la responsable directa del actual desabasto de los recursos necesarios para la vida y para nuestros pueblos."

En la sesión de la Cumbre de Presidentes Alimentos para la Vida en Managua, Nicaragua, ambos presidentes avaluaron la situación por la que atraviesa el agro latinoamericano y propusieron políticas a corto y mediano plazo para encarar la actual crisis alimentaria.

Bolivia y la crisis alimentaria

El presidente Evo Morales comenzó su mandato a partir del año 2006, luego de que en diciembre de 2005 logró ganar las elecciones por una mayoría absoluta del 53. 74 por ciento de los votos.

Sus primeras acciones de gobierno se centraron en la promoción de campañas masivas de alfabetización, apoyo al agro nacional, nuevas políticas sociales para los más necesitados y un proceso de reorganización del Estado a partir de las nacionalizaciones, sobre todo de los hidrocarburos.

Evo Morales, quien en los últimos meses ha encarado diversos conflictos internos a raíz de las consultas de algunos prefectos para independizarse, señaló que la crisis mundial de los alimentos es producto de la integración de los transgénicos a los mercados de alimentos.

"El transgénico es el veneno para la vida, tal vez algunos transgénicos puedan ser para algunas familias y las regiones, pero generalmente el transgénico es un veneno para la vida", indicó.

Ante el debate abierto de los agrocombustibles, el mandatario boliviano apuntó que "en los últimos meses se ha planteado el llamado biocombustible a favor de las transnacionales para salvarlas de la ausencia del petróleo que ya no controlan."

De lo que se trata es de "llevar los productos agropecuarios y hacerlos combustibles para que eso sirva en carros de lujo y no para el pueblo", dijo, al tiempo que apuntó: "yo llego a la conclusión que por culpa del agrocombustible, los precios de los productos están disparándose."

La raíz de la crisis alimentaria, analizó Morales, se circunscribe en la introducción de biotecnología y agrotecnología con una orientación mercantilista.

"Lo que se está haciendo en el mundo es la construcción del biocombustible y eso para mi es un crimen para la humanidad… No va a resolver el problema de la alimentación, lo agravará."

Morales acusó a las empresas transnacionales de ser las culpables de los males endémicos del mundo "por la irracionalidad que persiste en las políticas de libre mercado que se aplican en las naciones como dogmas."

Pero además, dijo, que "los dueños del mundo vienen debatiendo a nivel internacional como seguir dominando, seguir acumulando el capital en pocas manos, y allí está la industrialización ilimitada." A eso lo llamó "droga para el planeta tierra" y sentenció: "El capitalismo es el sinónimo de la muerte".

Convocó a los presidentes a entender la grave situación del mundo a partir de las demandas sociales y de los pueblos en resistencia porque cambiar su situación de precariedad."

Significa que "haya igualdad en Bolivia, entre los bolivianos, en el mundo, entre los pueblos", subrayó.

"Yo estaba un poco pensando en una gran iniciativa, es importante declarar una gran emergencia latinoamericana, empezar a trabajar desde los ministerios de producción, de agricultura, de economía, el cómo poder buscar y resolver los problemas, sobre todo el de ahora, el de los alimentos."

Hay que movilizar, dijo, a los movimientos sociales con los sectores productivos y orientarlos a que no falten alimentos para nuestros pueblos.

Ecuador y la desestabilización sudamericana

"Un importante paso de los presidentes de la región es enfrentar, juntos y a nivel regional, el terrible problema de la crisis alimentaria", sentenció Rafael Correa, presidente de Ecuador.

En su participación en la Cumbre Alimentaria señaló que su gobierno está dispuesto a generar mecanismos de cooperación y coordinación entre los diversos gobiernos de Latinoamérica para evitar una catástrofe humanitaria.

Rafael Correa gobierna Ecuador desde el 15 de enero de 2007 y su gobierno, producto de una coalición de partidos de izquierda y social demócrata en alianza con el movimiento social, se caracteriza por su marcada política social, defensa de la soberanía y propuestas de integración regional latinoamericana.

El mandatario se refirió a la agresión que sufrió el territorio ecuatoriano por parte de ejército colombiano en donde murió el segundo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes.

"Esa dolorosa guerra civil colombiana que tiene más de 50 años no va a ser resuelta por vía militar aunque Estados Unidos y Colombia busquen desestabilizar la región", dijo.

Llamó a la comunidad internacional a apoyar los buenos oficios de intermediación de Ecuador para terminar con el conflicto armado: "Siempre Ecuador ha dicho estar presente para interponer sus buenos oficios, para una salida pacífica, negociada en esa guerra fraticida que, insisto, está desestabilizando a los países vecinos de Colombia, yo le digo al pueblo de Colombia que cuenten siempre con Ecuador para esa vía pacífica."

En ese sentido dijo estar promoviendo el llamado Plan Ecuador en contra parte al Plan Colombia que "ha desangrado a un pueblo hermano".

El Plan Ecuador sostuvo "es una respuesta de paz, de una nueva concepción de paz basada en el desarrollo humano, no en las armas ni en la guerra, queremos seguridad pacífica de la frontera norte."

Este plan, según el mandatario, se concibe con valores de hermandad y solidaridad. "No es el plan militarista, guerrerista como lo es el Plan Colombia que encabeza Álvaro Uribe."

Anunció que para ello recibirían todas las ayudas posibles. "Necesitamos todas las ayudas posibles para llevar esos caminos, esos hospitales, esos créditos, que permitan desarrollar esa frontera norte y, de esa manera, impedir que la frontera se incendie y termine en un conflicto armando regional", concluyó.

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