martes, marzo 31, 2009
El Vaticano investiga a Los Legionarios; Corcuera pide perdón
MÉXICO, D.F., 31 de marzo (apro).- Por órdenes del Papa Benedicto XVI, un grupo de visitadores eclesiásticos inspeccionará las actividades de los Legionarios de Cristo, a fin de conocer posibles desviaciones doctrinarias y administrativas de esa congregación religiosa fundada por el sacerdote mexicano Marcial Maciel.
El secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone, le comunicó esta medida al propio superior de los Legionarios, Álvaro Corcuera, a través de una carta que la congregación decidió hacer pública el día de hoy.
"Su Santidad Benedicto XVI renueva a los Legionarios de Cristo, a los miembros del Movimiento Regnum Christi y a cuantos le son cercanos espiritualmente, su solidaridad y su plegaria en estos momentos delicados", dice la carta de Bertone, el segundo hombre más influyente de la curia romana.
De esta manera, El Vaticano emprenderá una renovación no solamente de la estructura que tiene que ver con los sacerdotes de la congregación, sino también con sus miembros laicos, aglutinados en el Movimiento Regnum Christi.
En su carta, el cardenal Bertone dice a los Legionarios que "podrán contar siempre con la ayuda de la Santa Sede, para que a través de la verdad y la transparencia, en un clima de diálogo fraterno y constructivo, superen las dificultades existentes".
Esta medida responde a una bien calculada estrategia de Benedicto XVI contra los Legionarios de Cristo, que inició en mayo de 2006, cuando el pontífice condenó a Marcial Maciel a llevar "una vida reservada de oración y de penitencia, renunciando a todo ministerio público".
A partir de entonces, Marcial vivió en el ostracismo, sobre todo en su pueblo natal, Cotija, Michoacán.
Un año después, en 2007, el Papa les quitó a los Legionarios los llamados "votos privados", que los comprometían a no criticar jamás a sus superiores ni sus actos de gobierno, con lo que se aseguraba la impunidad de Maciel, quien constantemente fue acusado de abusar sexualmente de menores de edad y murió bajo castigo en 2008.
A principios de este año --y ya sin el candado de los "votos privados"--, el Papa ordenó a los Legionarios que dieran a conocer las relaciones amorosas que su fundador sostuvo con algunas devotas damas que aportaban millonarios donativos a la congregación.
Los Legionarios acataron la nueva orden papal y públicamente aceptaron los deslices amorosos de Maciel, de quien incluso se dice que tiene una hija que actualmente reside en España. En febrero pasado, el exlegionario Alejandro Espinosa reveló al semanario Proceso las relaciones que sostuvo Maciel con nueve acaudaladas benefactoras: Talita Retes, Pepita Gandarillas, Pachita Pérez, Edmé de Galas, Dolores Barroso, Guillermina Dikins, Josefita Pérez, Consuelo Fernández y Flora Barragán. (Proceso 1684).
El también exlegionario Patricio Cerda adelantó entonces al semanario que el siguiente paso de Benedicto XVI sería emprender una reestructuración de la congregación:"Intentará hacer una especie de limpia y reestructuración, aunque veo muy difícil que se pueda emprender un deslinde entre los Legionarios de Cristo y Maciel. Son la misma cosa. A menos que se tenga que refundar la congregación".Y es justamente esta medida la que ahora emprende el pontífice, al encargar una inspección que realizará un grupo de visitadores apostólicos. De acuerdo con la práctica usual, estos visitadores deberán elaborar un informe al término de sus pesquisas, para que el Papa determine finalmente de qué manera se reestructurará a la congregación, que es acusada de haber solapado los actos de pederastia de su fundador.Por lo pronto, el sucesor de Maciel, Álvaro Corcuera, ya difundió su respuesta a las recientes instrucciones del Papa:"He agradecido cordialmente al Santo Padre esta ulterior ayuda que nos ofrece para afrontar las actuales vicisitudes relacionadas con los hechos graves en la vida de nuestro padre fundador, que ya fueron objeto de las investigaciones de la Congregación de la Doctrina de la Fe concluidas en mayo de 2006 y los que han salido a la luz más recientemente. Estamos profundamente apenados y pedimos sincero perdón a Dios y a quienes hayan sido lastimados por este motivo". Con esto, los Legionarios de Cristo vuelven a acatar los castigos que les está imponiendo el duro pontífice alemán.
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