martes, marzo 31, 2009
La guerra contra el narco llegó tarde: Roberto Saviano
MÉXICO, DF, 30 de marzo (apro).- El periodista y escritor italiano Roberto Saviano, autor de Gomorra, un reportaje sobre los laberintos de la Camorra (mafia) napolitana, advirtió que el Estado mexicano abordó tardíamente el combate al narcotráfico, tanto que ahora los cárteles locales cuentan con estructuras sólidas, la fuerza de un Ejército e ingresos similares al producto interno bruto.
En una videoconferencia desde algún punto de Italia, organizada por su casa editora Random House Mondadori, Saviano habló de su tragedia personal luego de ser perseguido por la Camorra: "Vivo con cinco escoltas, dos coches blindados y no tengo una residencia fija; ya intenté salir del país y no pude".
Personal de la editorial comentó que desde diciembre pasado se buscó traer a Saviano a México, pero la policía a cargo de su seguridad consideró que corría más riesgos, pues aquí por menos dinero que en Europa los mafiosos italianos podrían eliminarlo.
Después, agregaron, los compromisos de Saviano allá postergaron la conferencia que finalmente ahora se pudo concretar.
A pesar de la tensión en que vive, Saviano --de 29 años-- no ha dejado de escribir. En abril está por salir a la venta en México su próximo libro, Lo contrario de la muerte, una novela basada en hechos reales sobre el dilema de los jóvenes napolitanos para sobrevivir, enrolarse en la Camorra o en el servicio militar; además trabaja en una investigación sobre el narcotráfico en México, y en otro texto sobre el boxeador Oscar de la Hoya.
Y es que para Saviano, México e Italia comparten mucho más que los colores de la bandera, "sobre todo el blanco", en referencia a la cocaína. "Recientemente hay una particular veneración al santo de los narcotraficantes, Jesús Malverde, ese es el legado cultual de México en Italia", comentó en la videoconferencia.
El escritor, nacido en Nápoles el 22 de septiembre de 1979, destacó que su interés por México surgió al conocer un comunicado del subcomandante Marcos que advertía que el narcotráfico "iba a llegar a tener muchísimo poder. La información ahí estaba y no se actuó con tiempo suficiente", observó.
Dijo que por informes que ha tenido de Naciones Unidas y la agencia estadunidense antidrogas (DEA), los cárteles de la droga en México tienen estructuras más fuertes y estables que muchos países."México es una demostración de que el narcotráfico puede generar un capital semejante al PIB y tener la fuerza de un Ejército", puntualizó.
Destacó que información obtenida de la fiscalía antidrogas de Calabria, el del Golfo es el cártel mexicano que ha logrado establecer relaciones para la distribución de cocaína en Italia, en específico con el grupo criminal conocido como la Ndragheta.
"La fuerza de los narcotraficantes mexicanos radica en que, desde México, la droga se envía a Estados Unidos, y de ahí a África, y de África se introduce a Europa a través de las mafias italianas, es decir, los italianos compran la coca a México, quien se encarga de trasladarla", afirmó.
Saviano comentó que durante años la visión que se tenía en el mundo sobre el narcotráfico era atribuir a los cárteles colombianos la producción y distribución de drogas, pero se descuidó a los mexicanos, de tal forma "que fueron evolucionando, y ahora los colombianos, para competir con ellos, llevan la droga a domicilio".
Para el escritor la estrategia militar que está llevando a cabo el gobierno mexicano en el combate al narcotráfico es tardía, y aunque tiene mucha responsabilidad en su crecimiento, "no puede hacerlo solo, el poder de los narcos va más allá de lo que pueda hacerse incluso con Estados Unidos, porque está al mismo nivel que el terrorismo islámico".
"Burguesía criminal"
De la reciente inclusión de Joaquín El Chapo Guzmán en la lista de los multimillonarios de la revista Forbes, Saviano apuntó que las mafias en el mundo tienen un comportamiento muy similar a los grupos empresariales, de manera que muchos de los narcotraficantes podrían sumarse sin problemas a esa lista.
"Lo llamo burguesía criminal –apuntó--, pues tienen toda la estructura de una organización empresarial, con miembros que tienen perfiles universitarios, con una alta preparación y que tienen un comportamiento que podría hacerlos pasar por gente común.Durante la conferencia con periodistas mexicanos y vestido de manera informal, Saviano se mostró intranquilo.
El escritor sin embargo no se asume como periodista, aunque utilizó la técnica reporteril para su libro, el best-seller mundial Gomorra, que el director Matteo Garrone llevó a la pantalla cinematográfica. Por cierto el filme ganó el Gran Premio en el Festival de Cannes 2008.
"Es duro ser considerado un símbolo de la libertad de expresión –comentó--, pero no soy juez antimafia: mi responsabilidad es ayudar a los perseguidos por la mafia".
Con los periodistas mexicanos, en especial, siente una particular identificación, sobre todo por la "situación dramática" que atraviesan por sentirse "abandonados por su gobierno" en la cobertura de temas tan delicados como el narcotráfico.
"El problema no es tanto lo que escribí, sino que mucha gente lo leyó, porque antes mucha gente había escrito sobre esas cosas; a los periodistas mexicanos los matan cuando logran que la información salga de México, y es cuando los mafiosos se siente incómodos, se vuelve para ellos una situación difícil de manejar".
El "termómetro" de Saviano para evaluar el grado de riesgo de los periodistas en un país es la cantidad de cartas que recibe y, bajo ese parámetro, los mexicanos son quienes llevan la delantera.
"El año pasado particularmente recibí muchas cartas, una de Albania, cinco de Rusia, dos de Vietnam, pero de México fueron una treintena, sobre todo de Ciudad Juárez. Me habla del abandono de su gobierno y muchos de ellos afirman que han empezado a irse a vivir a Italia y a Francia", dijo.Luego destacó que durante la elaboración de su trabajo consultó a los miembros de la Camorra, "tuve esos contactos porque crecí en un país mafioso, es útil contar su historia, pero lo que hago es comparar lo que ellos dicen con las autoridades y con sus enemigos; no es bueno quedarse con la primera historia aunque a veces parezca muy espectacular, lo que los mafiosos quieren es que se hable de ellos".
Ante que nada "es seguir contando la verdad en todos los medios, los periodistas deben estar unidos, ayudarse entre sí y no aislarse, porque los periodistas no sólo corren el riesgo de ser asesinados sino que están expuestos a otro riesgo, que es la difamación".Los mafiosos que lo han sentenciado, concluyó, "ya me quitaron mi libertad, mi forma de vida incluso antes de escribir el libro, mi familia ha vivido con presiones, y en eso pienso que ellos han ganado en parte. Pero cada vez que alguien me escucha, siento que ellos pierden".
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