domingo, marzo 29, 2009

Refinería y corrupción

Indice Político

* Pasarela de linchamiento o de lucimiento
* Comesa: defrauda PEMEX al IMSS y a SHCP
* Divide y polariza, aunque demanda unidad
Son terroristas quienes intentan modificar nuestro comportamiento provocando miedo, incertidumbre y división en la sociedad.
-Patrick J. Kennedy-

SON CONSTANTES LOS llamados que hace el señor Felipe Calderón a la unidad. Ya para hacer frente a las amenazas que plantea el desbocado activismo de la delincuencia, ya para combatir los efectos nocivos de la crisis financiera mundial. Actos públicos, entrevistas, en todas partes y casi por cualquier motivo, el ocupante de Los Pinos pareciera reclamar a la sociedad que no lo acuerpe o lo siga.
Y entre más llama a la unidad, menos consigue lo que busca.Sucede no sólo porque una buena porción de la ciudadanía aún no reconoce los adulterados resultados de los comicios de 2006, también porque los mensajes que su Administración envía están totalmente encontrados con los que él nada más pronuncia.No hay tema que no nos divida. Tampoco política pública que no provoque polarización. Están ahí los más recientes apuntados por el líder senatorial priísta Manlio Fabio Beltrones: Banamex, Cassez, la refinería.El sitio en el que habrá de construirse esa instalación de PEMEX es otra muestra de la división que en el país se provoca. Y para conseguirlo es que se organizó una suerte de pasarela.En política, las pasarelas son de lucimiento o de linchamiento.Excepto en las elecciones para renovar al Senado de la República, los segundos lugares no se premian. No hay laureles de consolación, ni siquiera recompensas.Peor aún, toda pasarela pone a la vista del “respetable público” los atributos y carencias de quienes sobre ella desfilan: Los gobernadores de las entidades que por ella concursan, siete de los cuales tienen orígenes en el PRI, dos en el PAN y uno en el PRD “Chuchista”.El peor parado, sin duda, fue el priísta hidalguense Miguel Angel Osorio Chong, quien acudió desnudo a la primera reunión, ondeando al aire sus desvergüenzas. A la buena de Dios, como se dice, espetó a los miembros del jurado calificador que no llevaba ningún estudio técnico a presentar. ¿Para qué –arguyó-, si PEMEX tiene técnicos que saben hacer su tarea? Que sean ellos, pues, los que presenten los proyectos técnicos en su nombre. Y, limitadito, echó “rollo”: pobreza, justicia social, bla, bla, bla.Igual sucedió con El Precioso Mario Marín de Puebla. Tampoco presentó un proyecto técnico porque cuesta muy caro. Diez millones de pesos. Un poco más que dos botellas de coñac.“Rollo”, sin duda, fue la constante. “Rollero” también el michoacano Leonel Godoy, quien demagógico unió los temas de inseguridad y ausencia de desarrollo que campean en su entidad, exclamando que es mejor instalar un complejo industrial que enviar a su entidad mil soldados.Divide el tema hasta en las entidades. En Veracruz, el gobernador Fidel Herrera Beltrán pugna con elementos técnicos porque Tuxpan sea la beneficiada. El PAN local se manifiesta en contra. ¿Quién entiende a los blanquiazules?Politizado el tema, desnudó –y dividió— a más de tres.
SE ENTRETIENE A PEMEX con esta especie de concurso tipo La Academia, donde los participantes se empeñan en demostrar que, en materia de refinación de petróleo crudo, sus Entidades “no cantan mal las rancheras”. Desafinan. Ni siquiera llevan partituras. Y si desafinan, ¿cómo van a refinar?Mientras, la corrupción hace de las suyas al seno de una de las empresas de PEMEX. Se trata de la Compañía Mexicana de Exploraciones, a cargo de Adán Oviedo Pérez, quien tiene programado llevar a cabo mañana lunes 30 de marzo, la simulación de una licitación para la contratación de personal. Todo está “arreglado” para que la empresa que actualmente presta el servicio de outosourcing “gane” otra vez el amañado concurso.Se juegan millones de pesos y, para no variar, se llevarán “entre las patas” a la Secretaría de Hacienda y al Seguro Social.El contrato será por un plazo de 32 meses comenzando el 15 de abril de este año, con un presupuesto máximo que asciende a mil 988 millones de pesos, casi 133 millones de dólares al tipo de cambio de 15 pesos por billete verde.Al revisar y evaluar las bases de la licitación es obvio que éstas están manejadas de tal manera que permitan que el proveedor actual se quede con el contrato. Oviedo Pérez y sus huestes han puesto candados por todos lados para que el “triunfador” sea el actual prestador del servicio.Nada más que este actual prestador del servicio de outsourcing realiza una suerte de defraudación fiscal y, además, le escamotea al IMSS recursos de hasta por cinco millones de pesos mensuales.El contrato vigente, por ejemplo, contempla la contratación de tres mil empleados. Pero de estos tres mil, ¡sólo 300 están dados de alta en el IMSS!, lo cual incide no sólo en las arcas de la institución de seguridad social, incluso en las de la SHCP, pues a los 3 mil trabajadores se les retienen impuestos y sólo enteran los de 300. Hay evidencias, además, de que tampoco enteran al SAT el total del IVA.Si la SHCP, el IMSS y la propia COMESA cruzaran información, toda esta porquería saldría a flote.
LA RELIGIOSIDAD POPULAR es también materia de división y polarización.El Ejército y la policía federal fueron puestos al servicio del alto clero católico al inicio de la semana que terminó ayer. En las proximidades de Nuevo Laredo, Tamaulipas, derrumbaron las capillas en las que millares de personas devotas de la “Santa Muerte”, rendían culto a la imagen proscrita y anatematizada por cardenales, arzobispos y obispos.La respuesta de los afectados ha ido por dos vías. Una, legal, demandando ante Derechos Humanos. De amenaza en contra de los creyentes de otro ícono religioso, San Judas Tadeo, la otra.En la denuncia ante la CNDH, los afectados responsabilizan de lo sucedido a la Secretaría de Gobernación, encargada de los asuntos religiosos en el país, al Ejército mexicano y a las autoridades municipales de Nuevo Laredo.¿De qué se trata? ¿De iniciar un nuevo conflicto religioso en México?El discurso invita o casi exige la unidad –que así sería unanimidad—, en la práctica hacen hasta lo imposible por dividirnos a los ciudadanos.

Indice Flamígero: Tres son las entidades que irían en la final por la construcción de la nueva refinería. Si se erigiera en Tuxpan, Veracruz, sin duda llevaría el nombre de don Jesús Reyes Heroles, oriundo de ese puerto y ex director de la paraestatal, cual ahora lo es su hijo. Si en Campeche, el de Juan Camilo Mouriño, ex subsecretario de Energía. Y si en Michoacán, tierra natal del señor Calderón ¿qué nombre le pondrían? ¿Otra pasarela?
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