Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Continúa el uso de Estado fallido para referirse al gobierno calderonista, al imputarle que ha fracasado como Jefe de Gobierno. En realidad debe hablarse de Gobierno Fallido, ya que, del tríptico: Gobierno, Sociedad y Estado, ha fallado la gobernabilidad y tiene a la Nación en medio de una serie de frentes abiertos por Calderón y el PAN, convertidos en callejones sin salida.
Y si el foxismo dejó que los narcotraficantes se apoderaran del país, pertrechados en sus zonas de control, el calderonismo no se dio cuenta del poder económico y de armamento de esas mafias que prepararon un ejército de matones dispuestos a jugárselas hasta morir o vencer. Y que, facultad exclusiva federal la del combate a ese mal, lo iban a dejar sólo los gobernadores y presidentes municipales del PRI, PAN y PRD, ya que muchos de éstos con sus policías están coludidos con los narcos.
Los soldados de mar, tierra y aire en lo que es el Ejército con sus demás cuadros, no estaban preparados para la tarea que les encomendaron. Ni Calderón se atrevió a suspender los derechos y garantías, como manda el Art. 29 constitucional para casos de emergencia nacional.
Y los militares cumplieron lo que les ordenó su Jefe Nato de cinco estrellas que es Calderón por ser el Presidente legalmente investido, tras una elección que puso en duda su legitimidad dado lo difícil que fue para el IFE, el TRIFE y la Corte, otorgarle la legalidad. El caso es que, a casi tres años del combate a los narcos (éstos llevan la ventaja y por eso sus ataques, ofensivos y defensivos, los han mantenido al tú por tú), le imputaron al calderonismo estar presidiendo un Estado fallido.
Pero lo fallido es el gobierno. Un fracaso que hunde sus raíces en las dos alternancias panistas: una transición fallida, fracasada. No hemos tenido ni alternancia ni mucho menos transición. Los panistas de Fox y Calderón han dejado intacto el antiguo régimen y Calderón convive con los Ulises Ruiz, los Mario Marín, los Robinson-Bours, las Elba Esther Gordillo, etc.
Lo fallido es el gobierno como administración. Para ganar votos se comprometió a ser el “Presidente del empleo” y de “Las manos limpias”. Empero, los panistas salieron de uñas largas. Y el desempleo tiene a los mexicanos al borde de un levantamiento, de al menos una revuelta, ya que sin empleo no hay consumo y esto significa que hay hambre y no hay dinero para pagar medicinas ni los artículos más necesarios para sobrevivir.
Al fallar las alternancias, falló la transición anunciada y foxismo-calderonismo han fracasado. Por esto, a la ingobernabilidad debe agregarse que la derecha panista y sus corifeos, creyentes de la mano invisible, se niegan a intervenir en los mercados laboral, financiero, de consumo.
Están los calderonistas muy contentos con la mano militar; pero no quieren meter la mano visible como hacen los capitalismos de Europa y Estados Unidos que echan mano del intervensionismo keynesiano para reducir los costos de la crisis. Lo que tenemos es un calderonismo fallido y nada más.
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