jueves, octubre 29, 2009

Muy claro el camino a seguir

Apuntes…
Guillermo Fabela Quiñones
Es muy claro el camino a seguir de aquí en adelante, ante la suma de evidencias sobre la orientación fascista de un “gobierno” disfuncional, sólo apto para servir a una oligarquía insaciable. Felipe Calderón ha sido muy obvio al marcar su distanciamiento con la población mayoritaria, así que no hay más alternativa que cerrar filas para frenar los designios antidemocráticos de una camarilla decidida a cumplir las órdenes que recibe de las elites. El camino a seguir, en estas condiciones, no es otro que dejar a un lado rencillas coyunturales y formar un frente amplio de fuerzas democráticas, con el propósito de cerrarle el paso al abanderado de los poderes fácticos, única opción válida para evitar que la ingobernabilidad rebase a la sociedad.
Esta posibilidad es muy real, pues Calderón no tiene límites para seguir actuando en contra de los intereses legítimos de las clases mayoritarias. Así lo demuestran los hechos, cada vez más cargados de sevicia en contra de los trabajadores, como es el caso del decreto de extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, comprobadamente ilegal, que a final de cuentas no tiene otra finalidad que favorecer la privatización del sector. Así como la propuesta de Ley de Ingresos, que obedece únicamente al imperativo de salvaguardar los privilegios de la oligarquía y del aparato de gobierno de Calderón, como ha sido plenamente probado por diversos analistas.
Ni qué decir tiene que la decisión, con el voto del PRI y del PAN en el Senado, de aprobar exenciones fiscales a nuevos operadores de telefonía celular, es también una medida abiertamente antidemocrática, que vendrá a fortalecer aún más al duopolio televisivo, pues no hay realmente “nuevos operadores” en un renglón de actividades controlado desde siempre por Televisa, a la que no le quedó de otra que dar entrada a Televisión Azteca por razones de sobra conocidas. Trascendió que las exenciones fiscales, previamente aprobadas en la Cámara Baja por ambos partidos, serán hasta por tres años por un monto que rebasará los 5 mil millones de pesos, y que la principal beneficiaria será el consorcio de Emilio Azcárraga Jean.
Así, la necesidad de fortalecer el mercado interno y dar viabilidad a las pequeñas y medianas empresas, las cuales dan ocupación a más del 70 por ciento de la fuerza laboral del país, sumamente afectadas desde hace más de veinte años por la falta de créditos y las políticas gubernamentales en favor de los monopolios, queda prácticamente en el olvido, con gravísimas consecuencias para la economía nacional en su conjunto. El mercado interno seguirá padeciendo la irracionalidad de una camarilla gobernante sin compromiso con el país, y la economía popular caminará a grandes pasos hacia el abismo del estancamiento con inflación. Es tal el cinismo que Calderón y su gabinete económico ya no se molestan en hablar de las virtudes del libre mercado, antes tema muy socorrido, cuando el ciudadano común no se daba cuenta del tremendo engaño, pues el “libre mercado” es el mayor mito inventado por el hombre occidental.
El colmo de la irracionalidad se observa en el interés de la camarilla gobernante en gravar el uso de telefonía celular y fija, televisión por cable e Internet, lo que de aprobarse en el Senado por la mancuerna PAN y PRI, provocaría un retroceso cultural en el país de alcances incalculables. Así lo advirtió el senador por Convergencia, Dante Delgado, quien demandó ponerse del lado de la sociedad y eliminar ese gravamen. “Si no lo hacen así, estaremos condenando a nuestro pueblo al analfabetismo”. Hasta el senador blanquiazul Federico Döring se mostró alarmado por tal despropósito, al afirmar que se trata de una política económica equivocada, “en los hechos se condena a los estudiantes de las escuelas públicas a tener menos información, se ensancha la brecha entre educación privada y la pública”.
Con todo, hay signos de esperanza de que prevalezca un poco de patriotismo en la cúpula política. Así lo dejan ver las palabras de la senadora del PRI María de los Ángeles Moreno, quien afirmó que “el paquete (la Ley de Ingresos) no nos gusta en su conjunto; es regresivo, inequitativo y no alienta el empleo. Nos sumamos a lo dicho por el senador Dante Delgado”. Ahora lo que deben hacer, los priístas, es demostrar con su voto en contra tal convicción. Sería el colmo que aun sabiendo las consecuencias del “paquetazo” fiscal, nos salieran con un voto aprobatorio, aduciendo cualquier tipo de razonamiento. De ahí el imperativo de estar alertas, para seguir oponiéndose a los desmanes antidemocráticos de Calderón. Es preciso, en las actuales condiciones del país, aprovechar la coyuntura para cerrar filas en torno a las corrientes progresistas y las causas justas, como la del Sindicato Mexicano de Electricistas. Es ahora o nunca.

gmofavela@hotmail.com

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