Año 8, número 3178
Martes 24, noviembre del año 2009
Dice el conocido refrán. Y viene al caso, porque contrastando grandemente con la posición del Gobierno mexicano, las autoridades de Canadá frenaron en seco la distribución-aplicación de las vacunas contra la Influenza A H1 N1.
Que es la misma vacuna contra la influenza que ya llegó y que piensan aplicar en nuestro México (o lo que queda de él). Por lo que la Secretaría de Salubridad le ha pedido a los ciudadanos que no le tengan miedo a la vacuna (¿?) enfatizando que empezará con los alumnos y los maestros.
Solo que lo que no dicen nuestras ínclitas Autoridades, es que allá en Canadá, las reacciones secundarias de la citada vacuna no se han hecho esperar y el Gobierno ha suspendido su aplicación dadas las terribles consecuencias que se han presentado.
Por lo que, antes de que se lamenten de las consecuencias por haberse puesto la mentada vacuna, lo más sensato será, dado que no es obligatoria, evitar que se aplique. Y menos a los jóvenes y a los maestros, sobre todo tomando en cuenta que no sería la primera vez que los honorables laboratorios químico-farmacéuticos se equivocaran.
De recordar cuando salió al mercado la Talidomida, que según esto estaba más que probada y resultó toda una generación afectada por la droga para el mareo que actualmente, a raíz de lo relatado, ya no se utiliza.
El que las poco confiables Autoridades mexicanas ahora salgan con que la vacuna que recibieron no es la misma de Canadá, baste decir que los laboratorios químico farmacéuticos que fabricaron las vacunas que se distribuyeron en el territorio canadiense, son bastante más conocidos y reconocidos que los que fabricaron la vacuna que nuestras Autoridades piensan aplicar indiscriminadamente a nuestros jóvenes y sus maestros.
http://www.diariolibertad.org.mx/diario/index.php
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