viernes, enero 29, 2010

Vitral. Entre el gris y la nada

Por Javier Solórzano






29 enero 2010
No se ve cómo pueden ponerse de acuerdo con la reforma política

No se ve cómo pueden ponerse de acuerdo con la reforma política. Por más que repitan una y otra vez que van a llegar a consensos están más bien rumbo al túnel sin salida. El problema no es sólo este, el otro gran asunto a considerar es que a la gente en la calle le vale lo que se está discutiendo. Las preocupaciones andan en otros sitios, andan en la economía y en el cómo sobrevivir día tras día. ¿Usted cree que haya interés real en el país por la segunda vuelta, la reelección y las candidaturas independientes, sólo por mencionar parte del catálogo presidencial?

Nadie duda de la importancia de organizar la democracia de otra manera, pero no tiene sentido si la vida diaria no cambia. Es como cuando se le pregunta a la gente: ¿democracia con dificultades económicas, o dictadura con bienestar? Las respuestas son brutales pero cargadas de lógica: la gente quiere vivir mejor y en un país como el nuestro, con 50 millones de pobres —más 6 según nos reportaron en diciembre—, al menos vivir.

Si las discusiones no sirven y no se llega a conclusiones sustanciales el desgaste va a ser mayúsculo. Parece que vamos rumbo a una reforma gris con tendencia a la nada. El PRI ya amenazó y dijo por dónde va. El PAN está con el Presidente hasta la inconsciencia, en tanto que el PRD anda viendo por dónde meterse, y más ahora que López Obrador ya les mandó decir que no va a apoyar ninguna alianza que tenga al PRI o al PAN enfrente.

Muy probablemente vamos a la nada. La discusión real, el verdadero problema, no está en una reforma política de corto plazo. El gran tema es y sigue siendo la economía de al menos 80 millones personas. Por más que endulcen los debates de la reforma política el foco está en otro lado. ¿Queremos un país con democracia moderna? Habrá que atender en lo inmediato las principales demandas de un país con la mitad de la población en pobreza. No confundamos desinterés con necesidades y otro tipo de intereses.

Con la primera semana de discusiones ya tengo claro dónde jala cada uno, incluyendo al beligerante Presidente el cual ahora resulta que se lanza contra los partidos, como si el suyo fuera la excepción. Va otra pregunta sin ingenuidad: ¿usted cree que se va a llegar a grandes consensos y que estamos ante una reforma de gran calado? Vamos al matadero, si no se ponen de acuerdo en esto, ¿cree que lo harán con la reforma económica, laboral o fiscal? El pronóstico: la reforma política va a terminar gris con tinte a nada.

¡OUUUUCHCH! La agresión contra Salvador Cabañas ha producido una reacción social pocas veces vista. No sólo son los medios, es sobre todo lo que se dice en la calle y las manifestaciones de los aficionados del América y de Paraguay lo que confirma en lo que se ha convertido, socialmente hablando, el futbol. El hecho aniquiló informativamente la reforma política y puso otra vez al descubierto la inseguridad y la locura en la que estamos.

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