domingo, febrero 07, 2010

La urgente renuncia de Fecal

Ricardo Andrade Jardí

Ante el desorden sangriento y el “caos organizado” por la incapacidad de los usurpadores del poder, la violencia, que no es el resultado de la pretendida “guerra contra el crimen organizado”, sino más bien el resultado de la IMPUNIDAD y la corrupción. Todo el sistema se resquebraja y la necedad de mantener el internacional e impuesto rumbo económico terminará por iniciar otra guerra que es tal vez lo que busca el caballerito de Los Pinos.
Un nuevo aumento al diesel y la gasolina, por aquello de que ya estamos saliendo de la crisis, es lo mejor que puede ofrecer el títere que desde Los Pinos o detrás de su armadura militar nos habla de que su desgobierno “está haciendo lo que nadie hizo”. Y el problema no es qué “haga”, sino cómo lo hace. Los entusiastas esfuerzos por “hacer lo que nadie hizo” han sumido a cuando menos tres delegaciones de DF, en la obscuridad y han causado las inundaciones más desastrosas en la historia de la capital, a lo que hay que aumentarle la veintena de municipios que se encuentran bajo el agua o que son zona de desastre a consecuencia, según lo vociferado por el usurpador en turno, de “sus haceres”.
La iniciativa entusiasta es siempre bienvenida. Pero la estupidez manifiesta desde la posición de la toma de decisiones sobre el destino del país es un peligro para México.
Muchas son las razones por las que Fecal debe, con urgencia, renunciar. La fundamental es por supuesto la ilegitimidad de su nombramiento, ante una elección que calificada por el tribunal electoral como válida, sin poder el tribunal de marras obviar “que se trató de un proceso electoral plagado de inconsistencias”, que es lo mismo que afirmar que efectivamente hay los suficientes datos concretos para suponer que existió el fraude. Y, si ignorar la voluntad popular, en la construcción de un proceso democrático, no es suficiente, cómo pretenden los magistrados electorales, luego de recibir, en medio de las denuncias de fraude un pago extra de cientos de miles de pesos que se suman a sus elevadísimos sueldos, los más elevados del planeta, sí, estimado, lector, los salarios más elevados del mundo, en el 2006 eran los de los jueces mexicanos.
Si todo lo anterior no fuera suficiente, debería bastar, con la inundación de Villahermosa, Tabasco, por culpa de la luna, según una acertada repartición de culpas hechas por el pelele usurpador, en su momento, o los más de seis mil ejecutados o los diez miel huérfanos con cargo a las impunes ejecuciones, sólo en los que va de su ilegítimo gobierno, o los más de 40 niños asesinados en una guardería de Hermosillo Sonora, o las cientos de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, sin que el desgobierno haga nada, donde ningún gobierno hizo nada, es decir, porqué no “hacer ahí, donde hay que hacer”, en vez de seguir provocando tragedias nacionales.
Porqué el usurpador Fecal, no termina antes con la IMPUNIDAD de los homicidios de odio genérico, en vez de reventar al SME y desaparecer de forma tan ilegal, como su desgobierno mismo, a la compañía estatal de Luz y Fuerza del Centro para poner a la venta la fibra óptica, patrimonio de todos los mexicanos, lo que tal vez hubiera evitado las inundaciones que hoy afectan al centro del país con la falta de luz, que impidió el bombeo adecuado del agua, que ayer escaseaba y hoy ahoga a familias enteras.
En una democracia, cualquier democracia de verdad, los niños asesinados por la negligencia institucional, en una guardería “pública”, debería ser suficiente razón para la renuncia: por decencia, del Ejecutivo estatal y el federal.
Pero México no es una verdadera democracia y dista mucho de serlo y los “gobernantes” la única “decencia” que conocen es la que a sus bolsillos de dinero llena, mientras protege a los, esos sí, millonarios intereses de los grandes capitalistas transnacionales y locales.
Los 16 ejecutados, en su mayoría jóvenes en Ciudad Juárez, sitiada por el Ejército y por la Policial Federal, tan incapaces o cómplices, por omisión o pretensión, en las matanzas de Juárez, deberían y son, una alerta del grado de exterminio. Exterminio de personas con el que la estupidez, la complicidad corrupta y la IMPUNIDAD des-gobiernan México. Una más de las razones de la urgente renuncia de Fecal, si no queremos permitir que la pretendida lucha contra el crimen organizado, que se organiza en el corazón mismo de la institucionalidad sistemática, nos mate primero...

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