domingo, febrero 07, 2010

¿Qué espera, señor presidente?

“Fue el día más negro del sexenio”. Es el testimonio de los hombres cercanos a Ernesto Zedillo cuando recuerdan la masacre de Acteal, donde asesinaron a 46 indígenas. Era el 22 de diciembre de 1997. A la mitad de aquel sexenio.
Once días más tarde, Emilio Chuayffet renunció a la secretaría de Gobernación. Y cuatro días después, Julio César Ruiz Ferro, el gobernador de Chiapas, también dejó el cargo.
Dos sexenios después, también a la mitad del periodo, otra masacre conmueve a México. Es la de Ciudad Juárez, donde 16 jóvenes son acribillados en una fiesta y 12 más resultan heridos. Se da en los mismos días en que masacran a 10 en Torreón y cinco en Tepic.
La de Acteal era una lucha entre indígenas, dicen. La de Juárez era una lucha entre pandillas, también dicen.
Pero el de Ciudad Juárez no parece ser el día más negro del actual sexenio, aunque haya acaparado el titular principal de los noticieros internacionales.
Es un día más en rojo, teñido por la sangre de miles de mexicanos caídos desde que se le declaró la guerra al narcotráfico. Una guerra que, se insiste, “vamos ganando”.
Un día más en rojo, como aquel de la guardería de Hermosillo, en Sonora, en el que perdieron la vida 49 niños en un homicidio imprudencial que todavía hoy aguarda que se haga justicia, que todavía hoy no conoce de responsables oficiales.
¿Qué espera, señor presidente?
Y es que en México la impunidad ya tiene carta de naturalización. Nadie paga ni ineficiencias, ni atrocidades, ni complicidades.
Ineficiencias o complicidades como las que revela hoy Anabel Hernández al poner sobre la mesa los expedientes del caso Michoacán, en la misma semana en que los funcionarios detenidos por sus presuntos nexos con La Familia son liberados porque las acusaciones no se pudieron sostener.
Peor aún, cuando los expedientes de los presuntos “testigos protegidos” no solo exhibían los nombres de los que entonces fueron detenidos, sino también el del gobernador michoacano Leonel Godoy.
Entonces, ¿la justicia fue selectiva al perseguir a unos y perdonar a otros? ¿O es que acaso los “testigos protegidos” no fueron sino un pretexto para armar un operativo político que terminó por desplomarse ante la falta de sustento?
¿Se escuchó el secretario de Gobernación, abogado de profesión, cuando dijo que la liberación de los funcionarios michoacanos no era porque fueran inocentes, sino porque faltaron pruebas? ¿No es eso ser inocente?
¿Qué espera, señor presidente?
Los inamovibles
Hace 12 años, después de la matanza de Acteal, Ernesto Zedillo asumió la responsabilidad de su gobierno y removió a su secretario de Gobernación. ¿Qué hará Felipe Calderón después de la tragedia de Ciudad Juárez?
l 3 de enero de 1998, el presidente Ernesto Zedillo removió a Emilio Chuayffet Chemor de su cargo de secretario de Gobernación.
Habían transcurrido 12 días de la matanza de Acteal, en Chiapas, masacre en la que 18 niños, 22 mujeres y 6 hombres fueron asesinados por un grupo armado.
El hecho conmocionó a la opinión pública nacional y trascendió las fronteras del país.
Aunque el gobierno zedillista explicó que la tragedia había sido consecuencia de rivalidades entre grupos antagónicos, no utilizó ese argumento como pretexto para eludir su responsabilidad.
Ciertamente, el gobierno no había acribillado a esos mexicanos, pero eso no le eximía de su responsabilidad de haberlo previsto y evitado.
Con la remoción –o renuncia– del secretario de Gobernación, que también era el responsable de la seguridad pública federal en ese entonces, el presidente Ernesto Zedillo asumió la responsabilidad que le tocaba a su administración.
No importaba si la masacre había ocurrido en un poblado tan apartado como Acteal, en el sureste del país.
No importaba si habían existido rivalidades entre grupos. Lo ocurrido también era responsabilidad del gobierno.
Una actitud muy distinta muestra hoy la administración del presidente Felipe Calderón después de la masacre ocurrida el fin de semana pasado en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde 16 jóvenes menores de 19 años fueron.
Por las circunstancias en que ocurrió, este hecho acaparó la atención de la prensa nacional e internacional, lo cual opacó otras ejecuciones grupales que se dieron el mismo día en Torreón, Coahuila.
¿Por qué razón, adolescentes y jóvenes habían sido víctimas de un grupo armado?
EL FRACASO DE LA OPERACIÓN CONJUNTA CHIHUAHUA
El 27 de marzo de 2008, el secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño anunció desde Ciudad Juárez el inicio de la Operación Conjunta Chihuahua.
En aquella ocasión, Mouriño dijo: "En esta batalla, demostraremos que ningún grupo criminal será capaz de resistir la fuerza del Estado mexicano. Al poner en marcha la Operación Conjunta Chihuahua, sellamos un compromiso con los ciudadanos y con el gobierno de este estado por recuperar la tranquilidad y la seguridad de cada chihuahuense y seguir cerrando los espacios al crimen organizado”.

¿Te duelen las piernas después de la vacuna?... ¿Puede salirte más caro el remedio que la enfermedad?

En 1976 una vacuna contra la influenza ocasionó demandas por 3.5 billones de dólares en Estados Unidos.
Y por los mismos desórdenes neurológicos que hoy puede producir la vacuna para prevenir la A H1N1 en Monterrey y en todo el país.
Por ello el temor que se extiende en esta ciudad. A nadie le gusta que le pinchen el cuerpo y menos cuando duda del compuesto que le aplicarán.
Y quizás este riesgo también se debe el titubeo de las secretarías de Salud, tanto de la federal como de la local, para enfrentar la verdad sobre el síndrome Guillain Barré.
Como el caso de Sandra, de quien omitimos sus dos apellidos para guardar su anonimato. Ella ya fue diagnosticada con este desorden neurológico.
Padecimiento que hace una semana la llevó de urgencia al Hospital San José.
Apenas un día después de vacunarse contra la A H1N1, esta mujer joven de 28 años, que trabaja en una cadena de supermercados y habita en el sur de la ciudad, empezó con dolores en sus piernas.
Pero ese fue sólo el comienzo de lo que vendría.
Porque tres días más tarde el diagnóstico fue que tenía el Síndrome de Guillain Barré, padecimiento que significó un ataque a todo sistema motriz y a su vista.
No puede caminar regularmente. No puede ver y tiene falta de sensibilidad en sus extremidades. Y no sabe cuál será la evolución del síndrome.
Por una vacuna, Sandra se llevó una verdadera sorpresa que hoy afecta toda su vida y su entorno.
Aunque muchas teorías hablan de que el síndrome de Guillain Barré puede ser detonado por cualquier vacuna, la verdad es que no existen pruebas de ello.
Pero es un hecho que Sandra había sido vacunada en muchas ocasiones durante su vida y nunca manifestó síntomas de este trastorno neurológico.
Además, el dolor de sus piernas y los demás indicios empezaron apenas un día después de que la secretaría de Salud local, que dirige Jesús Zacarías Villarreal, acudió a su empresa para aplicar las vacunas.
Y es que ante la escasa afluencia de ciudadanos a vacunarse, la secretaría buscó alternativas para realizar aquí la campaña nacional.
Porque hace tres semanas, antes de la constante publicidad en los medios de comunicación y el ejemplo que puede reflejar el contagio del alcalde, muy pocos regios habían sido inyectados.
Así que funcionarios de Salud se reunieron con unos 15 capitanes de empresas locales para pedirles que promovieran entre sus empleados la aplicación de las vacunas.
Pero solamente dos o tres compañías estuvieron de acuerdo, precisamente por las dudas que empezaban a propagarse sobre la aplicación.
Sandra fue una de las empleadas que se aplicó la vacuna, pero hoy se arrepiente.
Quizás la presión de las autoridades federales, de la propia Organización Mundial de la Salud, o de los propios laboratorios y sus ambiciones comerciales, repercuten en esta constante campaña.
VER REPORTE ÍNDIGO AQUI.

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