Julio Hernández López
Con el primer minuto del 2 de julio, La Llorona se apareció en el Zócalo de la ciudad de México y calles aledañas. Era una alta figura de blanco trepada en la caja de una camioneta de carga que mediante un sistema de sonido intercalaba sus doloridos gritos clásicos de "¡Ay, mis hijos!" mientras otra voz iba mencionando casos trágicos para el país como la represión en Atenco, la violación en Zongolica, las muertes de quienes quieren cruzar sin documentos a Estados Unidos, los demonios del Edén, la pederastia clerical, el aumento al precio de la tortilla, la reconquista española, los 60 millones de pobres, el arribo de la derecha al poder y, desde luego, el fraude electoral de un año atrás (el video de la susodicha aparición, tomado por Edgar Rossano, puede ser visto en El Canal de las Astillas: www.astillero.tv).
La aparición de La Llorona fue idea de un colectivo denominado AA en R, es decir, Artistas Anónimos en Resistencia, que, a partir de material de pepena, madera, cuerda y una cubeta de plástico para dar forma a la cabeza de la figura vestida de tul, trabajó para que la fecha exacta del fraude electoral no quedara vacía de protestas en razón de las variaciones de calendario que hicieron que las remembranzas del caso se realizaran el domingo 1° y no el laborable día siguiente. La actualización politizada de una tradición popular fue acompañada por una motorizada veintena de ciudadanos en condolencia y por extrañados policías a pie y en patrulla que no entendían con facilidad el motivo de la llorosa procesión.
La noche de ayer también, pero muchas horas después, Felipe Calderón se reuniría con una representación selecta de quienes celebran lo que muchos otros padecen. ¡Ay, mis hijos!, podría haber dicho, con tono gozoso y no sufrido, quien gusta de tener como marco musical el corrido oscuro y trágico de El hijo desobediente. Los convidados al ilegítimo banquete del poder celebraron el Día de la División Nacional sin que a sus oídos tapiados por fuerzas federales llegaran los gritos desgarrados de un país que sufre. Tan engolosinados están los felipillos que, incluso, pretendían convertir la nocturna celebración partidista en otra revancha aterciopelada frente a su enemigo interno de nueve vidas, el espinoso Manuel que sigue sacando ronchas a los festejantes.
Pero ayer hubo un llanto que está en chino. Lágrimas blanquiazules en día de fiesta que se aguó, pues resulta que en Estados Unidos un presunto narcotraficante choncho ha dicho que los más de 200 millones de dólares encontrados meses atrás en su residencia en México eran, en realidad, dinero no utilizado en la campaña panista presidencial. Según asegura el inoportuno y fregón señor Zhenli Ye Gon, uno de los principales estrategas de esa campaña, Javier Lozano Alarcón (jefe del "cuarto de guerra" del felipismo, premiado luego con la Secretaría del Trabajo y ahora precocísimo aspirante a la jefatura de Gobierno de 2012) le habría ordenado ocultar tales fondos sobrantes o birlados.
Es obvio que un delincuente acorralado puede inventar mil cosas con tal de desacreditar a quienes le acusan. Pero el calderonismo tiene en su contra el muy sospechoso mal manejo que ha hecho de este asunto que sobrecoge cual grito de Llorona electoral. El llamado "decomiso de Las Lomas" siempre ha olido mal. En primer lugar, porque quienes contaron los fajos de dólares reportaron oficialmente una cifra muy inferior a la que luego debieron reconocer como cierta, ante los señalamientos de simples cajeros bancarios que a puro golpe de vista calculaban mucho más de lo que el gobierno pretendía mencionar. ¿Mal conteo para quedarse con los excedentes o para colocar esa papa caliente en un nivel de menor escándalo al que realmente representaba? Y, ahora, en un lance que sugiere desesperación y complicidad, la procuraduría federal de justicia ha salido a rajatabla a descalificar una especie, la del fregón Ye Gon, que por muy disparatada que fuera no puede ser desechada de antemano por las autoridades presuntamente autónomas y no partidistas. Técnicamente, a quien se acusa es al PAN en tiempos de campaña, no al gobierno federal en funciones. El que nada debe, nada teme. ¡Ay, estos jijos!
Astillas
Los representantes jurídicos de Norberto Rivera han dicho que el cardenal mexicano sí está dispuesto a declarar en el proceso que por protección de pederastas se le sigue en una corte californiana. Pero quieren que sea mediante videograbación hecha en México, pues al jefe religioso no le late hacer nada judicial en territorio gringo. El problema está en que la parte acusadora exige que sus preguntas y alegatos sean hechos de manera personal por cuando menos uno de los abogados estadunidenses que, mediante maniobras foxistas realizadas a través de las autoridades de migración, fueron expulsados del país y condenados a no poner pie en México. En caso de salvarse ese obstáculo, habría videocardenal compareciente... Representantes de movimientos sociales que han sido agraviados por los gobiernos de Fox y Calderón se han reunido para explorar la posibilidad de presentar un frente por la libertad de presos políticos y contra la represión. En las dos sesiones que se han realizado se han analizado los casos de Atenco, Oaxaca, los hermanos Cerezo, la Parota y otros incidentes represivos relacionados con temas ecológicos y de protestas urbanas y campesinas. Queda claro que el derecho y las instituciones encargadas de la procuración y la impartición de justicia han sido utilizados de manera aberrante por los ocupantes del poder para castigar disidencias y enviar mensajes de miedo presuntamente ejemplarizantes. Se analiza también la posibilidad de vincular ese frente con organizaciones solidarias como la otra campaña y la Convención Nacional Democrática... ¡Oh, no!, un estudiante malcriado, al enterarse de que el gobierno federal realizará en escuelas una campaña antidoping, preguntó a esta columna pedagógica si a los que ordenan esas revisiones también se les pueden hacer exámenes antipeding...
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