Samuel García
Si no hay solución, 2 de julio del 2007 (Revoluciones).-
El día de ayer mi experiencia en la marcha del Ángel al Zócalo* fue muy distinta a la de otros eventos, tanto de AMLO, como de los amigos defensores del ISSSTE y de la APPO que defiende a Oaxaca. He estado casi en todas las marchas importantes de lo que va del año y claro que, las más emotivas son a las que convoca AMLO; pero hoy hubo una fuerte pugna en mi mente, para poder definir ese momento como algo bueno o malo. Al final de la jornada y ahora que escribo estas líneas se que no me equivoco en lo que a continuación he de citar...
Tres son los ejes que podemos emplear para analizar lo sucedido este día primero de julio del 2007, un año de distancia de lo que alguna vez pensamos podría haber sido el comienzo del gobierno de izquierda en México. No fue así, pero lo que ha resultado no pudo ser mejor. El primer eje tiene que ver con el pensamiento encaminado a creer que la fuerza de la CND ha disminuido o que ni siquiera ha estado presente como organización en los estados del país. Tiende más a señalar lo malo de este frente de lucha que lo bueno, y bien, puede que sí existan muchas cosas dentro y fuera del Gobierno Legítimo que no son las ideales, pero aquí más que interesarnos la fachada nos interesa el interior... ¿a que me refiero?
Bien, tenemos un fraude, o al menos lo estamos recordando con una protesta; de dicho fraude ha derivado un gobierno cuya legitimidad aún no está consolidada (cabe decir que una legitimidad no debería consolidarse, siendo que como legitimidad debería ser de entrada algo ya consolidado, en fin...). Todo lo que intenta hacer prevalecer a ese falso gobierno (dígale espurio, pelele, usurpador, como guste, pero al fin de cuentas es falso), inexistente en el plano de lo real-racional; es todo un sistema ejecutando acciones como un ordenador de PC, que buscan eliminar al adversario, mantenerlo fuera de su margen de operación y así seguir persiguiendo sus objetivos. Al tener a todos los medios de comunicación controlados, casi a todos; al tener secuestrado el aparato del Estado (dinero, bienes materiales, recursos humanos, etc); al tener a las clases media y alta prácticamente de su lado, se vuelve difícil que la oposición ejecute o trabaje de manera tan precisa y sistemática como lo hace tal aparato usurpador.
En mi caso particular (incluso en varios comentarios vertidos en notas referentes al tema), por momentos he sido envuelto por éste anterior tipo de razonamiento. Pienso o me veo influido por aquellas ordenes ejecutadas por los adversarios y que llegan a mi subconsciente por varios medios. Lo mismo pasa con mucha gente que tiende a decir "es que ya mucha gente se está enfriando", "el movimiento se está cayendo", "los legítimos no se la creen y no hacen nada", etc. Aún suponiendo que existan fallas y no sea nuestra izquierda, la izquierda ideal que toda sociedad anhela tener para crisis como la que hoy atravesamos, supongo que uno por convicción y ética no va a andar vociferando todo lo malo de su frente de lucha sin destacar lo bueno. Es decir, es muy cómodo que el sistema nos dicte: "ve los errores, critica a AMLO, quéjate de tu líder, etc, etc, etc.", para nosotros deslindarnos de lo que pueda o no funcionar en nuestra causa... uno diría es lógico Sam, si el movimiento ya no funciona debemos quejarnos... pero la pregunta es ¿quién y como se sabe que el movimiento a no funciona? Y aquí me remito no a la gran cantidad de gente que ayer acudió al Zócalo, sí, fueron miles y miles, pero me sigue impactando más la calidad humana de los mexicanos y no la cantidad. En la fotito se ve re bien todo lleno, pero rescató que es mucha la calidad humana del líder y de sus seguidores, eso ni a un año del fraude, ni en diez siglos lo eliminas, pues resuena para las nuevas generaciones al ser una justa lucha.
No es malo criticar o señalar cosas negativas de la lucha que encabeza AMLO, lo malo es el modo en el que se hacen y dicen las cosas. He concluido que el primer eje es el que nos hace ver las cosas como los adversarios quieren que las veamos: con fatalismo, conformismo, cierto valemadrismo, etc. y esa situación no nos conviene, vaya, ni a los que van contra nuestras acciones. Un rival para que lo conozcas bien no debes subestimarlo, diciendo "hay ya se aplaco, ya no sale en los medios, ya no aparece por ningún lado, como sea ya le gané", no, así no es. Uno debe tomarse muy en serio que el rival siga de pie, y el sistema nos ha querido hacer creer que AMLO ya no está de pie, somos el rival del sistema y él para vencernos no nos subestima, nos toma en serio y ejecuta más planes en nuestro perjuicio. Aquí lo interesante es ¿nos vamos a dejar seguir influyendo por esas voces extrañas que nos quieren engañar?, ¿vamos a dejar que la percepción de las cosas sea regida por el modo de operación del adversario y no una percepción nuestra sea la que nos rija?
Al inicio yo quise creerle a algunos "columnistas", a mi propia persona pero en versión nerviosa-pesimista (todos tenemos lapsus), quise decir: esto pudo haber sido mejor, cuando en realidad lo mejor del día pude o fui yo mismo, identificado con otros mejores, que como yo, se decidieron a marchar haciendo historia...
(continúa mañana...)
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