Por Benjamín Castro
Continuidad de Fox y Calderón
Desde los años de Teodoro Adorno y el "proyecto de radio" de la familia Rockefeller en los años 20s en los Estados Unidos y pasando por los mecanismos de control de Joseph Goebbels en la Alemania de Hitler y pasando también por supuesto por la dictadura de Pinochet en Chile, el método sinarquista de control sobre la población descansa en los medios de comunicación y en la propaganda. A la población se le trata como "ganado humano" y se le embrutece a través del deporte como el fútbol (el nuevo opio de los pueblos); o a través de las telenovelas cuya metodología, ---la de los capítulos que "pican" a la gente y le provocan adición para esperar con ansias el del día siguiente ---, fue diseñada por Adorno y otros expertos en "ingeniería social" en los años 20 y 30s --. A esas masas se les embrutece y al mismo tiempo se les "politiza" con chismes sobre corrupción de los políticos, escándalos etc.
Los métodos de control de masas tiene muchos siglos y el imperio romano desarrollo bastante tecnología al respecto. El circo romano, --que no era solo en los días festivos como mucha gente cree , sino que podía durar hasta 124 días continuos y durante 24 horas , como fue en el caso del emperador Trajano-- ; ha sido por supuesto el método "clásico" de control. De ahí proviene lo demás, incluyendo a Goebbels y los nazis. Pero, en los años 40s, durante y después de la segunda guerra mundial, en la clínica Tavistock de Londres se desarrolló también mucho de esa tecnología de control de masas. El método de la clínica Tavistock fue denunciado y exhibido por la película "Naranja Mecánica" de Stanley Kubrick. En ese caso se trata del "lavado de cerebro duro", aunque existen también el "lavado de cerebro suave" o "soft brainwashing", que es el que se aplica a las poblaciones a través de los medios de comunicación.
El miércoles pasado, Felipe Calderón declaró a que a una año de las elecciones del 2 de julio del 2006, el "rencor social" había desminuido y que ha se había reactivado la cooperación entre los diferentes partidos y que la crispación social había desparecido. En esa declaración Calderón exhibe las intenciones de su grupo. Se trata de atacar el problema como si fuera solamente electoral. Como si el proceso político detrás del 2 de julio no fuera la inconformidad acumulada por más de 20 años contra un proyecto económico de saqueo del país y del sacrificio impuestos a la gente. El descontento contra eso fue lo que Andrés Manuel López Obrador abanderó y esa es su fuerza todavía.
Lo que Calderón y su grupo, gente como Antonio Solá o Juan Camilo Mouriño buscan es eliminar la parte racional del descontento de la gente. Eliminar el nivel de comprensión que la gente haya desarrollado respecto a lo que Calderón representa, los intereses que están detrás de él y lo que intentan hacer con el país. Para eso necesitan eliminar cualquier fuente de racionalidad para las masas. Eliminar el programa de Radio Monitor de Gutiérrez Vivó tiene el objetivo de desactivar el nivel de politización y de discusión racional que se ha logrado en el Distrito Federal y en la República. Eliminar a Gutiérrez Vivó y darle impulso a la frivolidad y la histeria derechista en los medios de comunicación es lo que busca Calderón y sus controladores para poder apagar la razón entre la gente.
El peligro específico que Monitor representa para la mentalidad sinarquista es el hecho de que le brindaba a la población una visión racional, un análisis que buscaba organizar una visión coherente de los acontecimientos. Por el contrario, las emisoras de la derecha hacen siempre lo opuesto. Es decir, presentan la información como notas aisladas, fragmentando los acontecimientos de una forma tal que resultan incompresibles. El mundo se le presenta a la gente dividido en pedacitos, o en "temas" como lo presenta Carmen Aristegui. Es el viejo método de Aristóteles y de René Descartes, que busca presentar al universo como algo incomprensible dividido en compartimientos, sin coherencia ni organización. Aunque Gutiérrez Vivó no tenía quizás la comprensión total de las cosas al menos siempre intentó encontrarla a su manera y pese a su temperamento. Que el cierre de ese programa sirva como un llamado de alerta a quienes no entienden la naturaleza fascista del gobierno de Calderón. Aquellos que creen en la "normalidad democrática" y esperan con ansias las supuestas oportunidades del 2009 y del 2012.
El autor es miembro del Movimiento Internacional del economista Lyndon H. LaRouche.
benjamincastro_1@hotmail.com
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