Julio Hernández López
El Zóca(m)lo estuvo nuevamente lleno, pero eso no fue lo más importante, ni la subsistencia escenográfica y discursiva del Frente Amplio Opositor con sus líderes formales al frente (aunque no deben desdeñarse esos datos). Lo más relevante de esa Plaza de la Constitución memoriosa -menos vehemente, es cierto; termómetro político demostrativo de que es hora de pasar de la arenga y la denuncia ya rutinarias a planteamientos más actuales y eficaces- se dio en dos planos: el primero, referido a la transición andresina que se inició con las historias conocidas del fraude electoral, pero acabó con un claro e intencional acento de lucha política viendo hacia delante y vinculándose con procesos sociales (Atenco, Oaxaca, Zongolica, Cerro de San Pedro, retenes militares y presos políticos, en especial Flavio Sosa) y el segundo plano, con la aceptación expresa de que se está trabajando en construir "la organización ciudadana más importante que se haya visto en la historia del país", bajo la premisa de que "la llamada sociedad política está podrida, y el cambio y la transformación que necesita México tiene que darse de abajo hacia arriba".
La revelación de que la entrega de credenciales durante las giras de trabajo de López Obrador es una forma de construcción de una especie de Partido de la Esperanza (el Pez) tuvo como marco de referencia la seca reiteración del Peje (o Pez) Mayor de que los diputados y senadores del FAO (PRD, PT y Convergencia) no deben aprobar la iniciativa de reforma fiscal que ha propuesto un Felipe que, con oportunismo extremo, se ha puesto la casaca holgada de perredista para decir que el sol azteca y él tienen coincidencias en esa materia. Cero negociación, dijo el Primer Pez del País (aunque nada dijo de comidas de gobernadores dizque perredistas en Los Pinos). Porque aquel que aceptare las tentaciones fiscales del pequeño Calderón desde ahora declarado ha sido como parte de la izquierda legitimadora, comparsa del Fondo Monetario Internacional y jijo (y jija, aunque ayer en elecciones locales anduviere) de su mal dormir. El orador central de la cálida concentración (por doquier sombrillas, cachuchas, sombreros y demás) aseguró, además, que "el gobierno ficticio no podrá implantarse legítimamente", entre otras cosas por "un antecedente histórico fundamental: la derecha en nuestro país sólo ha prevalecido transitoriamente. Y siempre con resistencia popular".
El nuevo enfoque del discurso andresino (vinculación con las luchas sociales, visualización no sólo del fraude, sino de sus consecuencias actuales y futuras, y en especial el hablar de la "organización ciudadana", cuya membresía ideal rondaría los cinco millones de participantes) es una advertencia preparatoria de un eventual deslinde y rompimiento ante las pretensiones de la izquierda legitimadora (los llamados chuchos) de allanarse a las pretensiones calderónicas de contar con la reflexión y posible aprobación de las bancadas legislativas a la propuesta fiscal miscelánea que ha presentado. "No queremos nada con esa política antipopular y entreguista", puntualizó ayer AMLO, y enseguida estableció el parámetro de "lo legítimo (que) en nuestro caso es no adherirnos como comparsa a la estrategia que insiste en mantener el atraso del país y el empobrecimiento del pueblo". Quien no se ubique en ese parámetro de lo legítimo será, obviamente, un legislador perredista o frentista espurio, un diputado o senador comparsa, pelele.
Y por ello, dado que el ex candidato presidencial tiene "la creencia, la convicción de que el cambio no se va a dar de arriba hacia abajo" y que, como se apuntó líneas antes, considera que "la llamada sociedad política está podrida" (lo cual, a entender de este redactor, en vías de apuntarse extemporáneamente a alguna cátedra de ciencias políticas, significa que diputados, senadores, gobernadores, partidos y demás artículos de los anaqueles institucionales están putrefactos, corrompidos), está dedicando "la mayor parte del tiempo (...) a construir la organización ciudadana desde abajo", ya que "sólo con ese movimiento vamos a poder sacar al país del atraso".
La clase política podrida (Peje dixit), mientras tanto, seguía con sus juegos electorales caducos. En Durango y Chihuahua, plazas calientes del narcotráfico, se preveían consolidaciones priístas mientras en Zacatecas continuaba el pleito entre gobernadora y ex gobernador. Y en el Distrito Federal se producía el primer destape para relevar en el 2012 a Marcelo Ebrard, con el secretario del Trabajo, Javier Lozano, converso al panismo bajo la guía de su preceptor César Nava, que de secretario particular del Presidente LegaL (PLL) quiere pasar a presidente particular del PAN.
Astillas
Debemos aclarar a los lectores que, el pasado miércoles, inexplicables duendes agregaron puntos suspensivos a las direcciones electrónicas correspondientes a información de la planta Hitachi de Guadalajara, de Wal-Mart en Coacalco y de "Abusos sexuales y El Vaticano". Como es obvio, no era posible ingresar a las informaciones al dar clic en esas direcciones con los puntos suspensivos espurios. Lo correcto es http://www.youtube.com/
watch?v=p25Gr155sIw, http://www.jornada.unam.mx/2007/06/23/index.php?section=estados&arti
cle=027n2est y http://pospost.blogs
pot.com/2007/05/el-video-de-la-bbc-censurado-por-el.html, respectivamente... Y, mientras las chachalacas escandalizadas por el cierre de la golpista Radio Caracas Televisión guardan pudoroso silencio ante el golpe transexenal panista a José Gutiérrez Vivó y su Monitor radiofónico, que Fox sentenció y Calderón cumplió, ¡hasta mañana, en esta columna que a partir de una frase pronunciada ayer en el Zócalo se pregunta si el país está gobernado por el Telele!
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