Campesinos piden diálogo con el gobierno
Después de la realización de la marcha por la negociación del capítulo agrario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que llevó a miles de campesinos mexicanos a las calles de la Ciudad de México el último día 31, los movimientos sociales del país entregaron ayer (06) al presidente Felipe Calderón un manifiesto, en el cual presentan el plan "Pueblo México" y se abren al diálogo con el gobierno.
El manifiesto presenta argumentos y propuestas para un diálogo común entre sociedad y Estado y resalta datos relevantes durante los 25 años de políticas neoliberales y catorce de TLCAN. Uno de ellos es que el déficit agroalimentario anual mexicano fue en promedio de 2.000 millones de dólares.
De acuerdo con el estudio "El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá: su impacto en el campo de México", de la Cámara de Diputados, divulgado el 4 de enero de 2008, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) agropecuario en el período del TLCAN (1994-2006) fue de 1.4% por año. La producción de alimentos en el país disminuyó, mientras que la importación de carne bovina aumentó un 440%, de aves 280%, de porcinos 210%, de huevos 50%.
El maíz, principal producto alimentario de los mexicanos, fue aumentada su importación en un 85%. De 1994 a 2006, los precios para los productores de maíz aumentaron 277% y el lucro agrícola 334%, sin embargo los costos de la producción aumentaron 450% y el de la tortilla subió para los consumidores un 739%.
Las importaciones de alimentos estadounidenses, de 1994 a 2007, llegaron a 110.000 millones de dólares. Así, con el consumo nacional de maíz siendo el 33% importado de Estados Unidos, de trigo el 55%, de arroz el 72%, de soja el 95%, aumentó la dependencia alimentaria de los mexicanos del 10% en 1994 al 40% en 2006.
Además de esa dependencia de productos extranjeros, el campo mexicano tiene el 80% de su agro-exportación concentrada en empresas de fuera del país. Y son pocas. Solamente 4 empresas controlan el comercio de maíz y 1 la de harina de maíz. Tres controlan el mercado de trigo, 3 la comercialización de poroto y otras 3 la industrialización.
"Las agro-exportaciones son realizadas sólo por el 2% de las unidades de producción, y en ellas son frecuentes la violación de los derechos humanos y laborales, la explotación de napas freáticas y la contaminación con agroquímicos de hombres, mujeres y niños, así como los suelos y las aguas", dijo el manifiesto.
El manifiesto critica además la deforestación y la erosión de los bosques causados por la explotación del suelo. Según el texto, está ocurriendo un agotamiento de las napas freáticas, que causa una mayor vulnerabilidad a fenómenos climáticos.
Según el manifiesto, el crédito del gobierno para el sector agropecuario, en valores constantes, diminuyó de 51.371 millones de pesos en 1994 a 5.204 en 2007 y fue destinado, principalmente, a medianas y grandes empresas. Las tasas de interés pagadas por los productores mexicanos son entre 100 y 200% mayores que las pagadas por sus competidores estadounidenses.
"Ante la reiterada falta de voluntad política por parte del Gobierno Federal para discutir y resolver la grave e insustentable problemática del campo mexicano, desde el 1º de enero de 2008, las organizaciones campesinas, como parte fundamental del ‘Pueblo de México’, redoblamos la lucha por la recuperación de la soberanía alimentaria del país, en defensa de la sociedad rural, por un campo que supere la pobreza y otorgue expectativas de vida dignas para las familias rurales, y por la construcción de un proyecto alternativo de Nación", agregaron los signatarios del manifiesto.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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