domingo, febrero 24, 2008

Mensaje del Partido de los Comunistas

La decisión del Comandante Fidel Castro de no aspirar ni aceptar los cargos de la más alta responsabilidad y representación del Estado y gobierno cubano, ha conmovido profundamente a todos los compañeros del Partido de los Comunistas.
Se trata de la determinación del dirigente político más importante de cuantos hayan surgido en el mundo en los últimos 82 años.
Los viejos y los jóvenes militantes de la causa del comunismo en México no tenemos otra opción que aceptar el hecho, reflexionar y actuar en consecuencia. Cualquier opinión en contra sería improcedente, imprudente y absurda, aun apelando a los principios del internacionalismo proletario. Nos gana sin embargo la nostalgia de una época que en México iluminaron Lázaro Cárdenas, Vicente Lombardo y Fidel Castro.
Al mantenerse activo en la lucha ideológica, en la batalla de ideas, Fidel Castro seguirá siendo el Comandante en Jefe de todos los revolucionarios que queremos construir un sistema nuevo de la vida social en todos los rincones del planeta.
Hay entre nuestros compañeros una sensación de alivio, al comprender que las complicadas y agotadoras tareas que venía desempeñando el Comandante son incompatibles con el proceso de la recuperación total de su salud y, además, como él mismo lo ha reconocido, en un gesto más de su honestidad, no cuenta con la capacidad física para atender las funciones propias de los cargos que declina.
Su renuncia es una respuesta contundente para aquellos que lo acusaban de mantenerse en el poder para satisfacer intereses mezquinos y personales.
Es una hermosa lección para todos. Nace de la convicción profunda de que nada ni nadie podrá detener la construcción del socialismo en Cuba; de que no habrá retrocesos ni vacilaciones en la lucha contra el imperialismo, particularmente, el imperialismo yanqui; de que el heroico pueblo cubano seguirá siendo plenamente soberano; y que el territorio de esa hermosa isla seguirá siendo el primer territorio libre en América.
Son universalmente reconocidos los logros de la Revolución Cubana en el campo de la economía, la educación, la cultura, el deporte y la salud, pero el mérito más grande de Fidel Castro, su partido y su pueblo es el de mantener plenamente vigente, el periodo histórico que inauguró la Gran Revolución de Octubre, en que se produce el tránsito de la humanidad del capitalismo al socialismo.
En efecto, Cuba, a pesar del bloqueo y los continuos sabotajes del imperialismo yanqui, de la declinación de la Unión Soviética, ha alcanzado los mayores índices de crecimiento económico en América. En Cuba no existe el analfabetismo y la población cuenta con un promedio de escolaridad de 12 grados. Hay un médico por cada 150 habitantes. La atención a la salud es universal y gratuita y el índice de mortalidad infantil es el más bajo del mundo. Pero lo más importante es que Cuba, junto con China, Vietnam y la República Popular de Corea hacen válida la afirmación de que la fundamental contradicción de nuestra época es la que se da entre los sistemas capitalista y socialista.
Los cubanos, como decía Alejandro Gascón Mercado, han hecho de la solidaridad internacional un poema. Los pueblos que lo han requerido han recibido el apoyo incondicional de combatientes, de maestros y de médicos cubanos.
Un saludo revolucionario pleno de admiración y cariño para este combatiente, heroico y sabio que está al frente de la lucha de todos los pueblos pobres del mundo y que se llama Fidel Castro.

¡Larga vida, Comandante!.
La Dirección Colectiva del Comité Central del Partido de los Comunistas.
México, D.F., a 23 de febrero de 2008.

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