Con base en la libertad de expresión y el derecho a la información del pueblo de México, López Obrador pide a los medios espacios donde se den a conocer razones para no privatizar el petróleo, no sólo los argumentos de PRI, PAN y gobierno para malbaratarlo.
La Jornada On Line
Andrés Manuel López Obrador pidió a los dueños de todos los medios de comunicación en México que, al amparo del derecho a la información, le abran espacios para dar a conocer "al pueblo de México" sus argumentos técnicos, económicos, políticos y sociales por los cuales se opone a la privatización del sector energético.
En conferencia de prensa, el "presidente legítimo" dio lectura a una misiva dirigida a Emilio Azcárraga Jean, presidente del Grupo Televisa, en el que expresa que ante las intenciones por reformar dicho sector con miras a entregar a capitales particulares la industria petrolera nacional, es imperante informar a todos los mexicanos de la ilegalidad de estas pretensiones.
En la misiva, el político tabasqueño señala que de acuerdo con la Constitución los recursos petroleros no pertenecen ni al Estado ni al gobierno sino a la nación: "No hay ninguna justificación técnica o financiera para privatizar la industria petrolera del país", insiste.
De consumarse tal reforma, alerta, "se perdería la posibilidad de utilizar el petróleo para industrializar a México, generar empleos y convertir al país en una potencia energética", y no habrá "forma de mejorar las condiciones de vida y de trabajo del pueblo e, irremediablemente, se cancelaría la posibilidad de transformar a México por la vía pacífica".
Tal despojo, advierte en el documento, "dejaría latente el riesgo de una confrontación violenta, lo cual nos puede llevar a más sufrimiento, inestabilidad política y social, el predominio del uso de la fuerza y no necesariamente a la emancipación del pueblo".
El proyecto privatizador está motivado, agrega, "desde nuestro punto de vista", por "el afán de lucro de una minoría rapaz que quiere apropiarse de bienes y recursos de todos los mexicanos".
Además, precisa, queremos que la gente asimile, cada vez más, que las acciones de resistencia civil pacífica tienen como propósito impedir que se cometan injusticias y violaciones a la Constitución, y evitar a toda costa la violencia.
Antes de concluir el texto, López Obrador manifiesta que estarán al pendiente de recibir alguna respuesta por parte del empresario.
A pregunta expresa, el ex candidato presidencial explicó que su solicitud no se enfoca específicamente a tiempos exclusivos en televisión, sino a que se abran espacios en algunos programas y noticieros también radiofónicos.
Dijo que el propósito de su "gabinete" es presentar ante la audiencia los puntos de vista sobre el particular. Incluso, expresó, estaría dispuesto a debatir con los mismos comunicadores, aunque su principal interés es refutar a los "siete principales promotores de esta iniciativa: (Felipe) Calderón, (Santiago) Creel, (Juan Camilo) Mouriño, Jesús Reyes Heroles, (Emilio) Gamboa, Manlio Fabio Beltrones y (Francisco) Labastida".
Precisó, además, que la mención de algunos riesgos de violencia se refiere a la falta de condiciones y posibilidades de mejorar el nivel de vida de los mexicanos si se llega a consumar la pretensión privatizadora. Tales circunstancias "dejan latente el riesgo de una confrontación violenta", y "nosotros no queremos violencia".
"No puede ser que, por el afán de lucro de unos cuantos, se ponga en riesgo la estabilidad política y social del país", agregó.
En conferencia de prensa, el "presidente legítimo" dio lectura a una misiva dirigida a Emilio Azcárraga Jean, presidente del Grupo Televisa, en el que expresa que ante las intenciones por reformar dicho sector con miras a entregar a capitales particulares la industria petrolera nacional, es imperante informar a todos los mexicanos de la ilegalidad de estas pretensiones.
En la misiva, el político tabasqueño señala que de acuerdo con la Constitución los recursos petroleros no pertenecen ni al Estado ni al gobierno sino a la nación: "No hay ninguna justificación técnica o financiera para privatizar la industria petrolera del país", insiste.
De consumarse tal reforma, alerta, "se perdería la posibilidad de utilizar el petróleo para industrializar a México, generar empleos y convertir al país en una potencia energética", y no habrá "forma de mejorar las condiciones de vida y de trabajo del pueblo e, irremediablemente, se cancelaría la posibilidad de transformar a México por la vía pacífica".
Tal despojo, advierte en el documento, "dejaría latente el riesgo de una confrontación violenta, lo cual nos puede llevar a más sufrimiento, inestabilidad política y social, el predominio del uso de la fuerza y no necesariamente a la emancipación del pueblo".
El proyecto privatizador está motivado, agrega, "desde nuestro punto de vista", por "el afán de lucro de una minoría rapaz que quiere apropiarse de bienes y recursos de todos los mexicanos".
Además, precisa, queremos que la gente asimile, cada vez más, que las acciones de resistencia civil pacífica tienen como propósito impedir que se cometan injusticias y violaciones a la Constitución, y evitar a toda costa la violencia.
Antes de concluir el texto, López Obrador manifiesta que estarán al pendiente de recibir alguna respuesta por parte del empresario.
A pregunta expresa, el ex candidato presidencial explicó que su solicitud no se enfoca específicamente a tiempos exclusivos en televisión, sino a que se abran espacios en algunos programas y noticieros también radiofónicos.
Dijo que el propósito de su "gabinete" es presentar ante la audiencia los puntos de vista sobre el particular. Incluso, expresó, estaría dispuesto a debatir con los mismos comunicadores, aunque su principal interés es refutar a los "siete principales promotores de esta iniciativa: (Felipe) Calderón, (Santiago) Creel, (Juan Camilo) Mouriño, Jesús Reyes Heroles, (Emilio) Gamboa, Manlio Fabio Beltrones y (Francisco) Labastida".
Precisó, además, que la mención de algunos riesgos de violencia se refiere a la falta de condiciones y posibilidades de mejorar el nivel de vida de los mexicanos si se llega a consumar la pretensión privatizadora. Tales circunstancias "dejan latente el riesgo de una confrontación violenta", y "nosotros no queremos violencia".
"No puede ser que, por el afán de lucro de unos cuantos, se ponga en riesgo la estabilidad política y social del país", agregó.
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