Francisco Rodríguez
Indice Político
De suyo, las comisiones legislativas creadas para la investigación de cualquier tema que inquiete a la opinión pública están más que desacreditadas ante los electores. Tal porque, invariablemente, producen conclusiones que van directamente en contra de aquello que pudiere afectar la buena imagen (jejeje) de alguno de los miembros de la casta gobernante -entre los cuales se encuentran, por supuesto, diputados federales y senadores-, lo que resulta en una descarada burla a la población.
Burlados, en efecto, quedamos los contribuyentes cuando hace una semanas la comisión ad hoc investigadora de las transas, trastupijes y chicanas del ahora secretario de Gobernación del señor Calderón, Juan Camilo Mouriño en PEMEX, falló -y falló- su inocencia, ¡¡¡cuando él mismo confesó públicamente su culpabilidad!!!
Dicen por ello que las comisiones legislativas creadas con dedicatoria a un tema sirven para lo mismo que se le unta al queso. Pero se equivocan, pues son útiles para demostrar palmariamente que a aquellos que dizque nos gobiernan (otra vez: jejeje) no sólo les importamos un pito, también son útiles para convertir en casi sacrosanto a su cinismo.
Las comisiones legislativas especiales, empero, hacen ruido mediático, lo que por supuesto inquieta a los investigados.
Ruido y mucho ha hecho hasta hace pocos días la que se creó en la Cámara Baja para investigar la súbita bonanza de la ex presidencial pareja conformada por Vicente Fox y Marta Sahagún -enriquecimiento inexplicable, nada más para empezar-, lo que evidentemente resultaba molesto a los oídos de los inquiridos, pero además perjudicial para el PAN ante la inminencia de los siguientes comicios de 2009.
“Nuevos ricos” no sólo por el comportamiento, Fox y Sahagún no requieren ser investigados ante lo que es más que evidente. En pocos años, los mismos que los contribuyentes les pagamos para que ocuparan la residencia oficial de Los Pinos, pasaron de pobretones a los que Lino Korrodi sufragaba el gasto en el supermercado y la modista, a supermillonarios que exhiben sin pudor sus “ganancias” malhabidas.
Y ante los citatorios a todos aquellos que fueron sus cómplices, ante el anuncio de que visitarían su feudo en Guanajuato, pusieron manos a la obra. Pero, ciertamente –cual decía aquél--, con la ayuda de personeros oficiales y oficiosos.
Han empleado, por tal, el clásico palo y la no menos tradicional zanahoria.
El palo, para el diputado Elías Cárdenas (Convergencia) quien apenas ha denunciado que en mayo recibió una amenaza de muerte en las instalaciones mismas de San Lázaro. Prudente, empero, no liga la intimidación a sus indagatorias a Construcciones Prácticas, la empresa de los hijastros de Fox. La zanahoria, para el diputado Víctor Valencia (PRI) –quien pugnara porque se ampliara el plazo de vigencia de la comisión referida--, y ahora la abandona dos meses antes de que cesen las funciones de su principal encomienda, para incorporarse al gobierno de Chihuahua.
La burla mayor: La diputada Alma Alcaraz Hernández (PAN), también integrante de la comisión Fox, destaca “a manera de conclusión preliminar”, que nunca se encontraron elementos para suponer que el ex mandatario de filiación panista se haya enriquecido de forma ilícita.
Burla mayor. Pero es cobrable en las urnas.
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