Carlos Fernández-Vega
Reaparece Fox
Con el hígado como argumento, panistas y priístas, con algunos agregados, han otorgado cualquier cantidad de calificativos a la consulta ciudadana que sobre el tema petrolero se desarrollará mañana, pero en los hechos ambos grupos despreciaron la invitación que para tal efecto recibieron, y de plano se negaron a participar en la organización de este inusual acto en la “democracia representativa” prevaleciente en México.
Algo falla, porque la virulenta reacción de panistas y priístas (producto, tal vez, de la siempre políticamente conveniente memoria porosa de los partidos y sus dirigentes) abiertamente se contrapone a una serie de iniciativas que sus respectivos grupos parlamentarios (incluido el pastoreado por el Felipillo) presentaron unos cuantos años atrás, con la finalidad de reformar la Constitución en materia de democracia directa y participación ciudadana (plebiscito, referéndum e iniciativa popular, concretamente).
¿Qué sucedió entre 2004-2005 y 2008 que alteró la “urgente necesidad” que panistas y priístas manifestaban por aquellos años para modificar el marco legal y hacer posible que los ciudadanos participarán directamente en la toma de decisiones, más allá de manifestarse electoralmente? Sólo ellos sabrán, pero puede aventurarse la hipótesis de que en ese lapso les creció el hígado o, más fácil aún, algunos de ellos llegaron al poder, aunque sea a trompicones.
El hecho es que ambos, bicolores y tricolores, presentaron diversas iniciativas de ley (de alcance federal, estatal y municipal) para reformar la Constitución y hacer posible una participación ciudadana más directa y decidida en la toma de las grandes decisiones nacionales. Gracias a la memoria documental de la Cámara de Diputados se puede citar, por ejemplo, la iniciativa, que a nombre de su grupo parlamentario, presentó la diputada panista María Angélica Ramírez Luna en la sesión del 29 de abril de 2004, en la que subrayaba que “en los sistemas políticos actuales el enfoque internacional está volteando la mirada a la inserción desde los ordenamientos legales hacia el plebiscito y referéndum como parte de los derechos que los ciudadanos tenemos para avalar o revocar cualquier tema de interés nacional”.
Un poco después (25 de noviembre, 2004), el diputado Ramón Galindo Noriega, también del grupo parlamentario del PAN, subrayó que “el reto contemporáneo que exige la sociedad consiste en intensificar, diversificar y especialmente institucionalizar los procedimientos de participación ciudadana y vecinal en los municipios, orientando su contenido hacia formas más amplias y coherentes con los principios contemporáneos de la democracia participativa. Nuestra propuesta considera relevante el desarrollo de principios constitucionales que configuren tanto garantías ciudadanas (derechos políticos) como procedimientos de democracia participativa. Los nuevos elementos que podrían integrarse como principios que garanticen los derechos políticos y vecinales (…) son (…) las figuras de iniciativa popular, plebiscito, referéndum y revocación de mandato”.
Para redondear, el 3 de febrero de 2005 el diputado Jaime del Conde Ugarte, del grupo parlamentario del PAN, propuso “incorporar la figura de iniciativa popular facultando a todos los ciudadanos mexicanos a iniciar leyes ante el Congreso de la Unión, en todo lo relativo a la administración pública federal. De la misma forma, (…) incorporando la figura del referéndum, el cual se podrá realizar cuando se trate de iniciativas que tengan por objeto la derogación, adición o reforma a esta Constitución, que versen sobre las garantías individuales; los derechos políticos individuales y colectivos de los ciudadanos; la soberanía nacional, la forma de gobierno, las partes integrantes de la Federación y el territorio nacional; la división de poderes; y el proceso de reforma constitucional”.
Por lo que hace a los tricolores, el 2 de febrero de 2006 el diputado Federico Madrazo Rojas, a nombre de su grupo parlamentario, presentó una iniciativa para las citadas modificaciones, en el entendido que “la participación ciudadana es, hoy en día, una de las bases de legitimidad de los regímenes democráticos del mundo. Su existencia dentro del marco constitucional de un Estado-Nación es un parámetro establecido para medir la democracia a través de las garantías, reconocidas por el propio Estado, de la participación política de los ciudadanos. Los sistemas de participación ciudadana, a través de las consultas públicas, tienen grandes ventajas. Permiten la discusión de los asuntos políticos por encima de las posiciones partidistas, flexibilizando así las tensiones que provocan los impasses; la naturaleza de su carácter neutro aliviana estas parálisis y logra la obtención del respaldo ciudadano sobre decisiones trascendentales e incrementan la transparencia y la cercanía del gobierno con los ciudadanos, debido a que los procesos de toma de decisión están a la luz pública”.
Para rematar, el diputado tricolor César Amín González Orantes hizo lo propio el 30 de marzo de 2006: “…diversas entidades federativas (incluyen) en sus constituciones el plebiscito, el referéndum o la iniciativa popular, entre otras, por considerarlas como las instituciones mejores de la democracia local o municipal, para lograr la mayor pureza y efectividad de la intervención de la comunidad en la vida pública del municipio. La incorporación de estas figuras a nuestra vida pública consideramos que es saludable para el desarrollo de las instituciones, y necesaria su adopción (porque) no sólo enriquecerá la vida política de las comunidades, sino que será una garantía contra las medidas y disposiciones caprichosas o arbitrarias que lleguen a dictar los ayuntamientos”.
Entonces, ¿pérdida de memoria, ataque hepático o arribo al poder?
Las rebanadas del pastel
Amigochos y amigochas: como el sexenio de la “continuidad” resulta extremadamente aburrido y los chistes de Calderón son pésimos, el incomparable circo de los hermanos Acción Nacional en exclusiva trae para todos ustedes la inigualable, la magna, la simpatiquísima reaparición del payasito de la tele, 1.95 metros de vacío cerebral, pero atiborrados de humor involuntario. Para deleite de chiquillos y chiquillas, con ustedes Vicente Fox, nuevo integrante del Comité de Planeación Estratégica del PAN.
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