Ricardo Andrade Jardí
Y mientras la estrepitosa caída del criminal capitalismo anuncia el desastre de todas aquellas naciones que impusieron al pie de la letra el manual de la "Democracia Corporation S.A.", es decir, el de los dictados de la "economía de mercado y el libre comercio", en una despedida, a tono de su patología criminal, la administración Bush apoya militarmente la masacre, al estilo nazi, que el gobierno de Israel lleva a cabo sobre la franja de Gaza. Las víctimas, como siempre, son civiles y entre ellas, por supuesto, destacan los niños. Nada podrían envidiar los israelitas a Hitler. Hoy sus "autoridades" hacen sobre el pueblo palestino, lo que los nazis hicieron con los judíos al final de los años treinta. La ofensiva criminal sobre la franja de Gaza no es la culminación del año, sino el inicio de lo que será el siguiente y anuncio, también, de la radicalidad palestina que es impulsada por la muerte de niños y familias que cada bombardeo deja con la venia del entrante presidente Obama.
Es también, sobre todo, un importante distractor de lo que serán los primeros meses del 2009. Meses en que la crisis financiera pasará de ser un simple resfriado a una crónica neumonía, en la que millones de seres humanos nos veremos enfrentados a la violencia y el hambre de manera inevitable; millones de personas serán privadas de alimento, mientras cientos de miles de automóviles serán "alimentados" con biocombustibles, producto justamente de la carencia alimentaria de millones.
El gobierno nazi de Israel, fiel a los mandatos del imperialismo nazi aliado, se presta a ser el verdugo de una nación para fortalecer la decadente economía imperialista que, ante su falta de sustento (científico), requiere de sangre.
Del pueblo judío depende parar la masacre o sufrir las consecuencias terribles, que les anuncia el nuevo año; el costo es bien elevado, distraer al mundo de la crisis financiera inyectándole un mínimo de aliento (y sangre derramada) para "salvar" unas horas más lo insalvable y convertirse en el escudo que reciba la violencia que la ira y la furia, dolor de la pérdida de lo querido provoca o sumarse a la condena mundial y detener los deseos criminales de la saliente y usurpadora administración Bush.
De los pueblos del mundo dependerá seguir por el camino de la ruina capitalista del libre mercado o impulsar en el 2009 nuevas formas de organización, en que las micropolíticas propongan el rumbo de la macropolítica, desterrando, de una vez y para siempre, los organismos financieros que han impuesto un modelo de "desarrollo económico", en el que millones mueren de hambre, para que un puñado de cretinos se enriquezca inmoralmente con la sangre y la explotación de los carenciados del mundo.
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