martes, mayo 12, 2009

Columna Asimetrías. Recesión: Opciones de la Historia

Por Fausto Fernández Ponte







12 mayo 2009


“Una recesión económica es el peligro más grave a la verdadera seguridad nacional de cualquier Estado; debe ser neutralizada cuanto antes so riesgo de ingobernabilidad”.
Foster F. Bridges.

I

El epígrafe de la entrega de hoy corresponde a un economista estadunidense a quien éste escribidor conoció y trató como estudiantes, ambos, de Filosofía de la Historia en la Universidad de Minnesota (UdeM), hace más de medio siglo. Desde entonces somos amigos.

Pero el contacto con el doctor Bridges (cuyo doctorado, paradójicamente, no es en Filosofía de la Historia, sino en Economía, que posteriormente estudió en la Universidad de Harvard -- ha sido
constante desde los años estudiantiles. Éste escribidor había estudiado antes Periodismo en la UdeM.

Así, nuestro personaje acaba de estar en México, visitando al escribidor, y sorprendido por las manifestaciones de crisis entreveradas y traslapadas que él ha identificado y descrito, pensaríase que acertadamente, como “la suma de todas las crisis”.

Y, coloquialmente, don Foster define a ésta suma de hechos cruciales como “la madre de todas las crisis”. México “no ha conocido una situación así, de coincidencia de tantas crisis mayores
estructurales y superestructurales simultáneamente”. De muchas crisis severas al mismo tiempo.

Añade: “Creo que ningún otro país en el mundo, salvo Alemania y Japón de posguerra, en 1945, ha sufrido tantas crisis al mismo tiempo: económicas, financieras, políticas, de inseguridad social y pública, de salud y de inviabilidad del modelo, de descomposición del Estado”.

La visita de éste entrañable amigo fue enriquecedora. Al despedirse, de regreso a Boston, en donde vive, díjole al escribidor: “Los mexicanos están metidos en un brete descomunal del cual no saldrán sin una solución radical, no a medias”. Pero esa solución radical, ataja, “puede ser cooptada, mediatizada”.

II

Sí, pero ¿cuál sería esa solución? Plantea éste viejo amigo de la juventud: “Tú y yo somos historiadores y eso nos ha servido a mi como economista y a ti como periodista para comprender la realidad y cómo salirle al paso a los desafíos que (ésta) ofrece”.

Cierto. La historia, pues, tiene las soluciones a los problemas de hoy, si extrapoladas del antaño al hogaño con arreglo a las proporciones, dimensiones y magnitudes de la realidad actual, y la
interacción de los componentes de ésta. Las soluciones allì están, a la vita de todos.

En esa vena, pudiérese decir sin incurrir en hipérbole que si los mexicanos abrevan en la experiencia histórica discernirán las vías más prácticas, aunque tal vez no las más expeditas, para superar a ésta megacrisis. La Historia nos muestra que transitar esas vías toma muchos años.

Don Foster se remite a 1810 y a 1910. Esas fechas –dice— “son antecedentes simbólicos muy poderosos, pues contribuyen a crear en la psique colectiva del mexicano una convicción societal de inevitabilidad –o determismo— histórica. Cada cien años hay un sismo sociopolìtico en México”.

Por supuesto –aclara nuestro huésped-- las condiciones particulares prevalecientes en 1810 y 1910 son diferentes a las de 2009 o 2010, pero sus causales y efectos, sus manifestaciones en suma, tienen un hilo conductor de similitudes y paralelismos. Denominador comùn: el desgaste del modelo.

En 1810, el modelo económico y político e incluso social imperial-colonial español estaba agotado desde hacía varias décadas, tal vez siglos, pero hubo un detonante coyuntural de la guerra de
Independencia en la Nueva España: la invasión napoleónica a España.

III

Pero no fue sólo esa invasión, advierte el doctor Bridges. “Fue tambièn la respuesta del pueblo español, que al caer el rey y ante la imposición de un monarca extranjero (el hermano de Napoleón), se erigió en gobierno o, por mejor decirlo, en autogobierno. Demostró que el pueblo puede gobernarse a sì mismo.”

Ello inspiró a Hidalgo y Morelos y los demás insurgentes. Un siglo después, en 1910, el modelo económico, político y social, estratificado hasta la fosilización y desgastado en extremo, se
manifestó en crisis aguda. Estalló la Revolución Mexicana. La lucha armada cesó formalmente en 1917.

La RM, empero, señala el amigo Bridges, “si bien atendió ciertas causales de la crisis de entonces, no las resolvió todas, pues privilegió la causal de toda las causales: el desarrollo del capitalismo. El nuevo Estado mexicano revolucionario era un Estado capitalista, no social”.

Apunta: “En el nuevo Estado mexicano revolucionario procapitalista se hicieron algunas concesiones en lo social –reforma agraria, el trabajo, la educación, etcétera-- para apaciguar a aquellos estratos que alentaban expectativas de verdadero cambio. Las concesiones, empero, fueron limitadas”. Con esa orientación filosófica, el nuevo Estado revolucionario dejó intactas en gran medida las larvas de su propia crisis de naturaleza existencial, hasta llegar al sexenio alemanista. Intentó, documentadamente, revertir la expropiación petrolera, logrando
solamente establecer el contratismo de Petróleos Mexicanos.

El hito alemanista concluyò en 1982, con la conformación coyuntural del hito neoliberal. Allí, el Estado pseudorrevolucionario abandonó toda apariencia remanente social. “Se descaró”. Y plantó la simiente –dice— de las condiciones de las crisis hoy.

¿Cómo resolvieron los mexicanos esas crisis en 1810 y 1910? La respuesta de don Foster: “Modificando las formas de organzaciòn económica, política y social de entonces, aunque lo hicieron por la fuerza pues no existían vías democráticas”.

Más, ¿existen esas vías democráticas hoy? Otra vez la respuesta del amigo Bridges: “No, en un sentido real, historicista; lo que existe es una simulación de esas vías, por la cual es posible renovar funcionarios, pero no para reformar o cambiar el modelo”.

Ello –es su aserto convencido— “le cierra al pueblo de México todas las opciones pacíficas y le abre posibilidades prospectivas de alternativas insurgentes, armadas o no, pero definitivamente de resistencia civil insurrecional. Habrá mayor ingobernabilidad”.

ffponte@gmail.com

www.faustofernandezponte.com

Glosario:

Estructurales: de estructura. En sociología, conjunto de relaciones internas y estables que articulan los diferentes elementos de una totalidad concreta.

Hito neoliberal: entendido éste desde el inicio del sexenio de Miguel de la Madrid (1982-88) hasta el cual, el de Felipe Calderón.

Sexenio alemanista: presidencialado de Miguel Alemán Valdés (1946-52), primer civil que ocupó electoralmente la Presidencia de la República en el nuevo Estado mexicano surgido de la Revolución Mexicana.

Superestructurales: de superestructura. En sociología, conjunto de instituciones cuya función es la de cohesionar a la sociedad y la cultura en torno a la base econòmica y se asegurar la reproducción de ésta.

No hay comentarios.: