martes, mayo 12, 2009

EDITORIAL. De la seriedad periodística.

Año 8, número 3189
Martes 12, mayo del año 2009


Toda vez que el periodismo mexicano ha caído en manos de comerciantes (o industriales) de la noticia, sin ningún principio o responsabilidad que obedezca a algún interés social.

En la paranoia por quedar bien con quienes por el momento nos gobiernan (y seguramente les pagan) algunos se han sentido hasta ofendidos porque China ha puesto restricciones a México como invitado especial a la Exposición de Alimentos y Bebidas a celebrarse en la populosa ciudad de Shanghai.

En la que una treintena de empresas mexicanas dedicadas al ramo cárnico pensaban mostrar una amplísima variedad de comida precisamente a base de carne de cerdo que, como se sabe, siendo la aparente causa de la “pandemia” desatada como es lógico pensar, se ha prohibido su importación (primero sueltan el rollo y luego no saben cómo componerlo).

Y hasta traen al presente cuando en 1971, en el sexenio de Luis Echeverría, que viajó hasta allá, México fue el primero que votó para que China fuera aceptada dentro de las Naciones Unidas. Lo que como reclamo ( simple recordatorio) es a todas luces absolutamente inapropiado.

Pero curiosamente no dijeron nada (o no mucho) cuando el Presidente del Senado, el señor Gustavo Madero, intentó coartar la Libertad de Expresión del Presidente Francés, Nicolás Sarkozy, lo que ciertamente es un muy serio agravio internacional y una absoluta falta de diplomacia.

Pero hay quienes en su éxtasis de convenenciero patriotismo no se dan cuenta, como los políticos, que los ciudadanos ya no comulgan con ruedas de molino y no se les puede engañar tan fácilmente.

Y menos cuando sus Medios un día están a favor de uno y al día siguiente adoptan la posición contraria. Y máxime cuando todavía no se sabe a ciencia cierta cuáles fueron las restricciones y condiciones que se modificaron para la presentación de la delegación mexicana en Shangai.

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