Advierten en foro sobre nueva ola represiva contra subversivos de AL

Carolina Gómez Mena

Los ejércitos de América Latina no gobiernan, pero siguen teniendo el poder, aseguró Martín Almada, miembro del comité ejecutivo de la Asociación Americana de Juristas. Señaló que en el contexto de la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA) elaboran listas de subversivos que intercambian entre ellos, lo cual augura una futura nueva ola de represión en la zona, y el Ejército Mexicano es parte de esto, aseguró.

Durante el foro La internacionalización de la represión, el también Nobel alternativo de la Paz 2002 refirió que la labor desplegada por este pacto orquestado y mantenido por el Pentágono hace evidente que el cóndor sigue volando y ahora lo hace de la mano de la CEA. Advirtió que se estaría en la antesala de la Operación Cóndor II.

Tras recordar que la Operación Cóndor fue un pacto criminal que hubo entre los gobiernos militares del cono sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) en los años 70 para perseguir y terminar con opositores a estos regímenes, señaló que este despertar de las acciones represivas se vincula con la crisis que vive el capitalismo.

El sacerdote Miguel Concha, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, señaló que la represión es un método cada vez más utilizado, pues la insistencia en establecer el modelo económico genera descontento entre la población. El modelo económico que se ha querido seguir implementando provoca resistencia en la población y la forma que se utiliza para frenar esto es la fuerza y la represión, pese a que se sabe que este modelo es depredador y sacrifica los derechos sociales y humanos.

Por su parte la senadora Rosario Ibarra lamentó que la represión en México siga brutal, pues hay desapariciones en todo el país, secuestro, impunidad, corrupción, simulación, tortura y está ilegalmente el Ejército en las calles cumpliendo misiones que no le corresponden constitucionalmente, lo que ha originado alrededor de 2 mil casos de violaciones a los derechos humanos.