jueves, julio 02, 2009

Los Hank y Cheney, tras el pastel carcelario



ARTURO RODRíGUEZ Y RODRIGO VERA


Figuras sustentadas tanto en el poder político como en los negocios que este poder facilita, e igualmente asociadas a la ambición y la corrupción, al desprestigio en suma, la familia Hank González y el exvicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney se aprestan a coincidir en el que promete ser uno de los grandes festines del gobierno calderonista: el reparto de contratos para la construcción de 12 penales federales y los servicios que éstos conllevarán.Sólo esperaba el anuncio oficial en torno a la creación de 12 prisiones federales con servicios concesionados a particulares para manifestar su interés por la administración de esos centros de reclusión. Y así lo hizo, por medio de su empresa Interacciones. Se trata de Carlos Hank González, nieto del profesor de Atlacomulco del mismo nombre, quien desde el sexenio foxista externó su interés sobre el particular. Pero ahora Hank González volvería a la carga acompañado del único personaje visible en condiciones de asociársele: el exvicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, a quien las autoridades de su país acusaron por vejaciones contra migrantes mexicanos en las prisiones que él administra.De acuerdo con el diputado perredista Alfonso Suárez del Real, la familia Hank González, a través de su empresa Interacciones, así como el exvicepresidente estadunidense Dick Cheney, cuyas empresas ya administran algunas prisiones en su país, “serán los principales beneficiados” en la construcción de los 12 nuevos penales federales que proyecta levantar el gobierno de Felipe Calderón con dinero de la iniciativa privada.En su despacho de la Cámara de Diputados, agrega el legislador:“Aunque no me toca acusarla de algún delito, pues parto de la presunción de inocencia, existen señalamientos que achacan a la familia Hank González alianzas no legales y lavado de recursos. Tenemos indicios que ponen en duda su presunción de inocencia. ¿Cómo asegurarnos de que ahora no habrá lavado de dinero en esas prisiones? ¿De que no entrarán recursos del narcotráfico?“Y respecto a Dick Cheney, éste ya fue llevado a juicio en Texas porque en sus cárceles se cometieron una serie de violaciones contra migrantes mexicanos. Además, en Sudamérica se ha acusado a sus empresas de tener nexos con la CIA”.

–¿Pero en qué se basa usted para asegurar que a estas empresas se les dará la concesión de las prisiones?

–En primer lugar, el joven empresario Carlos Hank González, nieto del “profesor”, del mismo nombre, reveló estar en pláticas con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para obtener esas concesiones. Dijo incluso que por lo menos tiene 600 millones de dólares para invertir. Y aunque su empresa Interacciones no tiene experiencia en materia de cárceles –como tampoco la tiene ninguna otra compañía mexicana–, sí puede asociarse con Cheney, pues Interacciones tiene una excelente relación económico-comercial con el empresariado texano.“En segundo lugar, las compañías de Cheney ya están operando en México, sobre todo su empresa Wackenhut, que, coincidentemente, empezó a lanzar una andanada de ofertas de trabajo a partir del miércoles 3, justo un día después de que Genaro García Luna, titular de la SSP, anunció que concesionaría la construcción y administración de las nuevas cárceles federales a la iniciativa privada.”

El martes 2, durante una reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, dijo García Luna:

“Por orden del señor presidente de la República, en este escalamiento de capacidades del gobierno federal para recoger lo que hay de internos federales en todo el país se plantea una nueva figura, donde está ya el esquema para crear 12 nuevos penales de orden federal, los cuales estarán en una figura nueva, bajo un esquema de concesión con particulares; esto con la experiencia que hay en el mundo respecto a penales, tanto en la obra construcción y la administración”.Agregó que contaba con “el respaldo formal” de otros países, sobre todo de Chile y Estados Unidos, que ya estaban operando con esta nueva “figura” en algunas de sus prisiones.Tras su anuncio, surgió de inmediato el interés por saber cuáles serán las empresas beneficiadas.

Y sí las hay en México con experiencia en ese rubro.Recalca el diputado Suárez del Real, integrante de la fracción parlamentaria del PRD:

“Definitivamente, no hay ninguna empresa mexicana con esa experiencia, ni siquiera Interacciones, que sin embargo puede asociarse con Cheney. Éste pondría lo que empresarialmente se conoce como el know how. De manera que no hay más; sólo están Cheney y Hank González, quien además ya mostró su interés por entrarle al negocio de las prisiones federales desde fines del sexenio foxista.”Efectivamente, en una entrevista con Milenio Diario publicada el 5 de abril de 2006, Hank González, presidente del Grupo Financiero Interacciones, declaró que desde entonces ya estaban “avanzadas” sus “negociaciones” con la SSP para obtener la concesión de los nuevos penales federales, cuyo proyecto de construcción existía desde ese tiempo.

Negocios de familia

El nieto del profesor Hank González, por el lado paterno, y del empresario Roberto González Barrera, por el materno, dijo en esa entrevista:“Nosotros construiríamos los Ceresos y les prestaríamos el servicio de hotelería”, pero aclaró que “la seguridad de los reclusos estaría en manos del gobierno”.

Añadió que Interacciones cobraría al gobierno federal por cada uno de los internos: “El esquema es como el de una carretera: se cobra cada vez que pasa un auto; aquí se cobraría por cada uno de los reos”.

Los penales –dijo– pasarían finalmente a manos del gobierno federal, pues éste se los iría pagando en abonos a Interacciones, en un período que puede variar de 15 a 20 años.El esquema, detalló el joven Hank González, es el de Proyectos de Prestación de Servicios (PPS), con lo que la iniciativa privada financiará, construirá y operará las cárceles. Bajo los PPS –abundó– la iniciativa privada puede construir hospitales, escuelas y edificios públicos, entre otros, para no distraer recursos públicos que deben canalizarse a otros proyectos.Indicó que la concesión a particulares permite una reducción de 10% en los costos de operación de los centros penitenciarios. Y su viabilidad ya fue probada en Estados Unidos, España, Francia y el Reino Unido, entre otros países.El joven reveló que, en ese tiempo, acababa de vender, en 600 millones de dólares, el Laredo National Bank a BBVA, por lo que disponía de recursos frescos para invertir en las prisiones federales. Años antes, la familia Hank logró el control de ese banco estadunidense mediante maniobras irregulares que le valieron una multa impuesta por las autoridades bancarias de Estados Unidos.Por lo pronto, Hank González ya está construyendo el Centro de Reclusión Estatal de Ciudad Valles, en San Luis Potosí. Y todavía el 4 de mayo pasado declaró al mismo diario que Interacciones está otorgando financiamiento a los estados para la construcción de cárceles. Dijo estar atento “a las oportunidades de hacer negocios, a través de buenos proyectos”.Proceso solicitó una entrevista con Hank González para saber si seguían en marcha sus negociaciones con la SSP. La secretaria del empresario, Ruth Garcés, envió por correo electrónico una negativa en la que señalaba: “Nos disculpamos pero por el momento no estamos participando en dicha concesión”.En su portal corporativo, el Grupo Financiero Interacciones dice estar “contribuyendo al avance de la infraestructura en México a través del financiamiento, diseño y construcción. Desde escuelas y hospitales hasta instalaciones para tratamiento del agua, caminos y presas”.Agrega que la empresa fue fundada en 1992 por Carlos Hank Rhon y actualmente es “proveedora de servicios financieros y con una fuerte presencia en Seguros, Casa de Bolsa, y Banca especializada”.Interacciones es sólo un eslabón del imperio económico que construyó el profesor Hank González y hoy heredaron –junto con su nombre de pila y su apellido, como en sucesión dinástica– su hijo Carlos y su nieto Carlos.Durante más de cuatro décadas, el profesor Hank González tuvo presencia en la vida pública nacional. Supo aprovechar sus cargos en el gobierno para hacer grandes negocios –“un político pobre es un pobre político”, fue su frase célebre–. Encarnó como ningún otro la figura emblemática del multimillonario político que a la vez es empresario. Fue gobernador del Estado de México, jefe del Departamento del Distrito Federal, secretario de Turismo y secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos.Al morir, en 2001, el profesor dejó a su familia bien consolidada con pujantes negocios, entre los que, aparte de Interacciones, figuraban Grupo Hermes, Laredo National Bancshares, Grupo Caliente y plantaciones agrícolas y frutícolas en Costa Rica.Su hijo menor, Jorge Hank Rohn, exalcalde de Tijuana, se vio envuelto en negocios poco claros, como el de casas de apuestas en Cancún y Cuernavaca, el del hipódromo y galgódromo de Tijuana, entre otros giros ligados a los juegos de azar.Su otro hijo, Carlos Hank Rhon, a fines de los noventa fue denunciado formalmente por la junta de gobernadores de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés), debido a que transgredió las leyes bancarias y se valió indebidamente de prestanombres para hacerse del control del Laredo National Bank. Por el delito se le impuso una multa de 40 millones de dólares (Proceso 1294).Y, ahora, es justamente el hijo de Carlos Hank Rhon quien –a decir del diputado Suárez del Real– intenta obtener la concesión de los penales federales, en mancuerna con Dick Cheney.

El “socio” de Hank

¿Quién es este presunto socio estadunidense de la familia Hank González? ¿Qué antecedentes tiene Cheney en el negocio carcelario? ¿Cuáles son sus empresas?.

Nadie mejor que el exfiscal texano Juan Ángel Guerra Osuna para responder a estas interrogantes. Guerra Osuna es hoy un litigante privado que representa a 600 reos de cárceles administradas por la empresa Geo Group, en la que Cheney tiene participación.“Lo peor que puede hacer México es privatizar sus cárceles. Y todavía sería más lamentable que se las entregue a Geo Group. Esa empresa lo único que intenta es forrarse de dinero”, dice.Actualmente, Geo Group opera alrededor de 50 penitenciarías y centros de detención en Estados Unidos, de los cuales 19 están en Texas, donde se están registrando múltiples acusaciones por maltrato y homicidio.El caso más sonado ocurrió en abril de 2001 en un centro de detención del condado de Willacy, Texas, donde el reo Gregorio de la Rosa fue asesinado a golpes por otros internos. Varios custodios fueron testigos de la golpiza, pero en lugar de intervenir se reían a carcajadas.La familia de la víctima responsabilizó a Geo Group, que administra la penitenciaría, por su responsabilidad en el homicidio y por negligencia. Tras agotar todas las etapas procesales, el pasado 2 de abril, se condenó a Geo Group a pagar 42 millones de dólares de indemnización a la familia De la Rosa.El encausamiento del caso fue realizado por Guerra Osuna, quien entonces era fiscal. Guerra Osuna también intentó llevar ante un Gran Jurado a Cheney, para que respondiera por tráfico de influencias. Pero sus pretensiones fueron rechazadas.Cheney tiene además participación en las empresas Halliburton y Wackenhut Corporation. La primera construye centros de detención para inmigrantes en Estados Unidos, y la segunda se encarga allá de la transportación de éstos, con lo que releva a la oficina de Inmigración y Aduanas en las deportaciones.Las empresas de Cheney se vieron ampliamente beneficiadas con el endurecimiento de las políticas de seguridad estadunidenses, pues obtuvieron millonarios contratos en construcción y administración penitenciaria, así como en transportación de reos y de indocumentados.Poco a poco, Halliburton y Wackenhut han aumentado su presencia en México: la primera obteniendo contratos con Pemex, y la segunda ofreciendo servicios de seguridad en importantes ciudades del país, como el Distrito Federal, Monterrey, Guadalajara, Toluca, Tijuana, Torreón, Guanajuato y San Luis Potosí.Al respecto, dice el legislador Suárez del Real:“A través de su portal, Wackenhut está solicitando empleados en México, desde gerentes de seguridad hasta recepcionistas y jefes de turno bilingües. Ahí se dice que es una empresa mundial líder en seguridad privada. Todo esto es preocupante porque se puede llegar al extremo de que incluso provean armas y fuerzas paramilitares de protección. Ya corren versiones periodísticas de que, ante la inseguridad en el país, el presidente Calderón dará facilidades a los empresarios para que contraten a exmilitares extranjeros para su protección”.Abunda: “Estamos atando cabos sobre la relación de este tipo de seguridad privada y la concesión de las cárceles a la iniciativa privada. De entrada, es totalmente ilegal el proyecto de García Luna de dejar a las empresas la administración de las cárceles. La Ley Orgánica de la Administración Pública Fe deral, en su artículo 30 bis, señala que es obligación del Estado administrar el sistema penitenciario del país.”Y en cuanto al moderno concepto de dar servicio de “hotelería” a los reclusos, dice, los empresarios esconden su intención de “proveer de condiciones de superlujo” a los internos pudientes.“Si de por sí ya existen estos privilegios en las prisiones –de capos de la droga que viven en celdas de lujo, y pueden meter ahí mujeres y droga–, bajo este nuevo esquema se acrecentará y formalizará la existencia de esta clase VIP penitenciaria”.

No hay comentarios.: