México, Distrito Federal
Lunes 07 de mayo de 2007
* Padece PEMEX una situación de descapitalización y endeudamiento como parte del propósito privatizador
* Principal forma de incorporar inversión privada al sector energético, los Pidiregas
El Gobierno espurio está orillando a PEMEX a una situación de cada vez mayor descapitalización y endeudamiento con el único objetivo de aumentar la inconstitucional incorporación de capital privado en el sector energético, con el falso pretexto de la falta de recursos públicos.
Esto se confirma con la disminución de recursos a PEMEX por la vía de incrementar su carga su fiscal y el aumento de su déficit real por vía de contratar más deuda.
1. El Congreso de la Unión aprobó en el año 2005, una serie de reformas al Capítulo XII de la Ley Federal de Derechos, que coloquialmente se conocen como “Nuevo Régimen Fiscal de Pemex” que debían entrar en vigor en el 2006. Este nuevo régimen, hubiera implicado que la carga fiscal directa de Petróleos Mexicanos pasara de representar el 63 por ciento de sus ingresos en 2005; al 55 por ciento en 2006, es decir cerca de 150 mil millones de pesos (casi el doble de la deuda contratada en el primer trimestre de 2007).
Sin embargo, de forma arbitraria y contraviniendo esta reforma, el gobierno espurio le inventa a PEMEX un “superávit primario” del mismo monto que debía recibir, con la finalidad de justificar, de manera contable, su omisión legal y el hecho de que esos recurso no lleguen a PEMEX. Esto provocó que al terminar 2006, PEMEX aportara al fisco el 81 por ciento de sus ingresos totales (18 por ciento más que en 2005 y 26 por ciento más de los que por ley le hubiera correspondido en 2006).
Para 2007, el superávit que se le fijó a nuestra empresa petrolera es de 147,000 millones de pesos, con lo que al final del presente ejercicio fiscal, a PEMEX le quitarán más de 307 mil millones de pesos que le corresponden por ley, sin otra finalidad que la de sustentar la ficción contable del “equilibrio presupuestal” del gobierno espurio.
2. En el primer trimestre de 2007, PEMEX tenía una deuda presupuestal de 7 mil 836.6 millones de dólares, de los cuales, increíblemente, la mayor parte se utilizará para pagar la deuda de los llamados Proyectos de Impacto Diferido en el Gasto Público (Pidiregas).
A pesar de que los Pidiregas fueron supuestamente diseñados “como una fuente complementaria de recursos para grandes inversiones del sector energético” a la fecha se han convertido en una de las principales formas de incorporar la inversión privada en el sector energético (que constitucionalmente está reservada sólo para el Estado), cuyo resultado final es un mayor endeudamiento de las empresas estatales (inclusive mayor que si hubieran contratado de manera directa la deuda).
Para el ejercicio 2007, los Pidiregas representan el 99.3 por ciento de la inversión física de PEMEX. A la fecha, el monto total de los Pidiregas asciende a más de 1.6 billones de pesos, lo que representa el 18 por ciento del PIB y más del doble de la deuda pública externa.
Si la Ley Federal de Derechos se cumpliera, PEMEX tendría recursos fundamentales para capitalizarse y reducir los montos de su deuda. El gobierno espurio lo sabe, pero mantiene un régimen fiscal que sangra a PEMEX, para evitar el cobro de impuestos a los grandes empresarios que apoyaron la campaña de Calderón y forzar la privatización de un sector, que por Ley está reservado de manera inalienable al Estado.
El Gobierno Legítimo denuncia esta situación, exige la entrega de los recursos fiscales que le corresponden a PEMEX y establece nuevamente la necesidad de una reforma fiscal justa y progresiva. No a la privatización, de PEMEX.
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