domingo, enero 13, 2008

Enciclomedia: costosas mentiras

"La consigna fue reportar todo en operación, sin importar si funcionaba..."

Foto: germán canseco

Proceso

Hasta el pasado diciembre, los pagos por los servicios de ejecución y monitoreo remoto del programa Enciclomedia, en 23 mil 709 aulas habilitadas para ello en el país, ascendieron a cerca de mil millones de pesos. Pero… los equipos no están funcionando, expone Proceso en su número 1628.Según los términos de la licitación que la Secretaría de Educación Pública emitió el 4 de abril de 2006, la empresa ganadora de la licitación para instalarlos, de nombre Mainbit, tenía que hacerse responsable de instalar los equipos correspondientes: en cada aula, una computadora, el proyector, el pizarrón interactivo, impresora y una fuente de poder.Sin embargo, tanto Mainbit como la Anadic –Asociación Nacional de Distribuidores de Tecnología Informática y Comunicación, subcontratada para realizar la instalación de los equipos y capacitar a sus operadores– incumplieron el contrato al no dejar funcionando los equipos ni capacitar al personal para operarlos.Pese a todo, los reportes oficiales de la Secretaría de Educación Pública registran que el contrato sí se cumplió, lo que indica que las empresas han cobrado, hasta diciembre pasado, al menos 819 millones 145 mil 959 pesos por equipos que no están funcionando, entre otras razones porque se instalaron en lugares que no cumplen los requisitos establecidos en las bases de la licitación. “Ustedes instalen. Les van a entregar una ruta. No importa si la escuela tiene ventanas, si tiene puertas, si tiene protecciones, si hay luz, si tiene techo, si van a instalar en la iglesia, en la escuela, en la casa del vecino, en un jacal o debajo de un árbol. Si hay quien selle y firme, instalan”, fue la instrucción que recibió el ingeniero Kenneth Rosenzweig Espinal, contratado en mayo de 2007 para instalar el equipo en 120 de las 6 mil 843 aulas programadas para desarrollar Enciclomedia en Oaxaca. La orden provino de la ingeniera Claudia Flores, vicepresidenta de la Anadic, a la que Mainbit encomendó la tarea de contratar cuadrillas de personal técnico. “La consigna fue reportar todo en operación, sin importar si funcionaba; de lo contrario, no pagaban. Pensamos que estaba exagerando, pero no, no exageró –continúa–. Esta fue la primera reunión que sostuvimos con la ingeniera Flores. Nos advirtió que teníamos que instalar a como diera lugar”. Posteriormente descubrió más anomalías, señala el reportaje que aparece en la edición 1628 de Proceso.

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