Advierte Álvaro Delgado sobre la capacidad del Yunque para infiltrar hasta al PRD
* Ni el movimiento de AMLO está exento, afirma* Miembros de NI actúan “acompasadamente con la derecha en general”, asegura
Guadalajara, Jal., 16 de mayo (apro).- La organización clandestina El Yunque “es como la humedad; tiene esa capacidad de infiltrarse en organismos de todo tipo, y el PRD no está desprovisto de eso, ni siquiera el movimiento de resistencia civil que encabeza López Obrador”, advirtió el periodista Álvaro Delgado.Durante su participación en el foro “El Estado laico en peligro”, efectuado el martes pasado en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, el periodista afirmó que los integrantes de la corriente Nueva Izquierda, que encabeza Jesús Ortega, “sin necesidad de ser miembros juramentados del Yunque, actúan acompasadamente con la derecha en general”. “No son muy eficaces para otras cosas pero para apoderarse de la burocracia sí”, precisó el autor de La Ultraderecha en el poder y El Ejército de Dios.Organizado por el Movimiento Ciudadano, integrado por 36 agrupaciones, durante el foro Álvaro Delgado recordó que Jesús Ortega, quien a pesar de ser oriundo de Aguascalientes, en esa entidad el PRD, en 19 años, “no ha ganado jamás nada: ni un ayuntamiento, ni una diputación; es el partido del 7%”.Ante un numeroso público que abarrotó el auditorio “Salvador Allende”, Álvaro Delgado, reportero de la revista Proceso, señaló que la Constitución no es un manual de buenas maneras, “sino que garantiza derechos que es preciso defender de manera cotidiana”.Agregó que en la medida en que las autoridades actúen con apego a las leyes, habrá paz pública y gobernabilidad; además, recordó que los ciudadanos tienen la obligación de llamarle la atención a la autoridad que viole la Constitución.En ese contexto, dijo, “la actuación del gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, no es un acto aislado, es ya un patrón de comportamiento de autoridades, particularmente de Acción Nacional; sólo que Emilio ha hecho ostentación y ha actuado de manera escandalosa, diferente a como lo han hecho otras autoridades a nivel federal, en los estados y en los municipios”.Agregó que en ese comportamiento está muy clara la subordinación, en los tres niveles de gobierno, a la jerarquía de la Iglesia católica; el uso patrimonialista de los recursos públicos, y el propósito de acabar con el laicismo.Delgado apuntó que llamar “gober piadoso” a Emilo González Márquez es un error, porque implica un acto de generosidad que él no merece. “En realidad es todo lo contrario: pérfido e intolerante, vulgar y frívolo, aspirante a autócrata: es un fantoche”, recalcó.Dijo, además, que tanto el PAN como el presidente Felipe Calderón solapan al gobernador de Jalisco, y que “el sello de esta connivencia es la impunidad”. El periodista comentó que los clericales del PAN son manipuladores que hacen creer “que el Estado laico es sinónimo de antirreligión, y peor aún, en el caso de México y de Jalisco, de anticatolicismo”, lo cual es falso, ya que el Estado laico garantiza la libertad religiosa y la protección de todas las creencias, remarcó.Por su parte, la historiadora Elisa Cárdenas Ayala expuso, a partir de su especialidad, lo que llamó “el cordón umbilical” que aún mantiene el país desde la Independencia. Explicó que el nacimiento de México como nación “está marcado por una voluntad muy fuerte de emancipación política, por una voluntad de afirmación e independencia, y por la imposibilidad de cortar el cordón umbilical”.Agregó que “quienes supieron romper políticamente con el Imperio, no tenían manera, pero tampoco la intención, de romper con la que era llamada ‘la religión de la patria’”.En seguida leyó parte del acta constitutiva de la federación, de 1824, que en su artículo cuarto dice: La religión de la nación mexicana es y será perpetuamente la católica, apostólica y romana. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquiera otra.
“Eso explica, en parte, lo que hoy ocurre”, dijo.
En tanto que el también historiador Daniel Molina aseguró que “nadie, en su sano juicio, puede decir que en México existe persecución religiosa. Las iglesias, y en particular la Iglesia católica mexicana, disfruta en la actualidad de las mayores libertades que ha disfrutado en toda su historia”.Indicó que el quiebre del Estado laico ocurrió con la reforma al artículo 130 que impuso Carlos Salinas. Fue él quien “le devolvió todo ese poderío que hoy la Iglesia trata de manipular tratando de llevarnos, otra vez, al enfrentamiento”, aseveró.Molina expresó que cuando el Estado laico recibe la embestida del clero, “nosotros sentimos legítimamente que se está atacando nuestra libertad de conciencia”.
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