jueves, agosto 28, 2008

Indice Político

Paredes, ¡al paredón!

La acribillaron. Lunes y martes, todo el inicio de esta semana, la presidenta del CEN del PRI, Beatriz Paredes Rangel fue blanco de mofas, duras críticas, mórbidas diatribas, a partir –aparentemente-- de que en algunos medios se mal interpretó una de sus declaraciones.Y es que en ellos se dijo que Paredes había criticado al señor Alejandro Martí. Que le había llamado estridente, por su llamado a que renuncien quienes no pueden con el paquete de la seguridad pública. Y que cómo era posible, ¡por Dios!, que se lanzara en contra del padre de la víctima de secuestro y asesinato que ha desatado la ola de indignación ciudadana en contra de la incompetencia de las autoridades.Ya encarrerados, en otros espacios se dispararon ráfagas vocingleras contra la tlaxcalteca por haberse atrevido a señalar que, en tanto estuvieron a cargo de la administración federal, los políticos egresados del instituto político que ahora ella encabeza hubo contención al crimen organizado. Y el tatatatatatá de la metralla graneada se leyó y escuchó, con Paredes colocada ante el paredón.
He escrito líneas arriba que las balas de tinta en contra de la dos veces coordinadora de la fracción priísta en la Cámara Baja –y todo indica: va por la tercera--, aparentemente se han disparado por una confusión en sus declaraciones.Aparentemente, sí, porque lo que realmente despertó la ira de los francotiradores –y sobre todo, de quienes desde el “cuarto de estrategia” (jejeje), donde se tiran líneas y hasta se dictan encabezados de ocho columnas— fue otra de las frases que la señorita Paredes pronunciara en el marco de la Asamblea Nacional que su partido celebró la semana anterior en Aguascalientes.Y es que, a tono con lo que en días recientes ha venido declarando el senador Manlio Fabio Beltrones –el de Calderón es “un gobierno de cuates, además ineficaces”… “hasta los Alcohólicos Anónimos reconocen como primer paso su enfermedad”--, Paredes dijo que “ni el presente ni el futuro inmediato ofrecen esperanzas de progreso para los mexicanos con la conducción del gobierno de Acción Nacional”.Eso fue lo que en realidad dolió. Causó mella.Porque ahora son las voces de los dirigentes priístas las que se suman a las de centenares de miles de mexicanos que, desde hace meses, se preguntan ¿dónde está el señor Felipe Calderón?, ¿qué hacen él y sus colaboradores?, ¿por qué se incrementan todos los días, sin excepción, los problemas y por qué no hay soluciones de ningún tipo?Y eso no nada más en cuestiones de seguridad pública. Los de orden económico se aprecian ya avasallantes. Los de corte político, caracterizados por la confrontación perenne, parecieran apenas la botana. Y los sociales, derivados de la llamada polarización, son el pan nuestro de todos los días.Paredes fue el catalizador de la furia que cientos de miles de mexicanos, descontentos con la (nula) administración del señor Calderón. Pagó ella los platos rotos a través de una campaña orquestada que contó con francotiradores más que dispuestos a acatar las órdenes.De nada valió que haya aclarado que es a ella a quien no le gusta hacer declaraciones “estridentes”. Que nunca se refirió al señor Martí. Eso, prácticamente, ya pasó desapercibido.Por unos días, la señorita Paredes estuvo en los zapatos del señor Andrés Manuel López Obrador, blanco favorito de las mismas plumas, de las mismas voces, ¿o no?

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