“Uribe, asesino”, claman frente a la embajada de Colombia; anuncian protesta mensual
Víctor Ballinas
Al cumplirse ayer seis meses del ataque a un campamento de las FARC instalado en Ecuador, familiares y amigos de los mexicanos caídos en ese sitio se manifestaron frente a la embajada de Colombia. Foto: Cristina Rodríguez
En demanda de justicia para los cuatro estudiantes mexicanos ultimados el primero de marzo pasado en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) instalado en Ecuador, la Liga Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (Limeddh), así como padres, familiares y amigos de las víctimas se manifestaron ayer frente a la embajada del país sudamericano, y anunciaron que el primer día de cada mes repetirán la protesta en ese lugar.
Los padres de Verónica Natalia Velásquez Ramírez, Juan González del Castillo y Juan Fernando Franco Delgado, y el hermano de Soren Ulises Avilés Ángeles, acompañados por los padres de Lucía Morett, estudiante sobreviviente a la masacre, demandaron justicia y castigo a “los asesinos, porque a nuestros hijos los asesinaron”.
Clamaron: “¡aquí estamos porque nuestros hijos fueron asesinados, para exigir justicia por nuestros hijos muertos. Justicia, justicia…!” Responsabilizaron de la matanza al presidente de ese país. “Álvaro Uribe, asesino”, corearon los familiares.
Adrián Ramírez, presidente de la Limeddh, advirtió que el gobierno de Colombia no puede cerrar el capítulo diciendo que fue una acción lícita del ejército en la que se persiguió en caliente a un grupo de las FARC, y “que se actuó para dar de baja a Raúl Reyes, y que en esa muerte ellos cuidaron que sólo fueran terroristas, narcotraficantes y delincuentes los afectados.
“No fue una acción determinada a aniquilar exclusivamente a un grupo insurgente, sino una acción que vulnera un proceso geopolítico importantísimo que buscaba un acuerdo humanitario para la liberación de rehenes de ambos bandos”, apuntó.
Añadió que los padres de los estudiantes asesinados en el campamento de las FARC “acreditaron una serie de documentos fundamentales de necropsia en los que se puede determinar que hubo un uso indiscriminado de bombas; al menos tres cadáveres tienen disparo a corta distancia y por la espalda, lo que nos hace pensar que se trató de una ejecución extrajudicial”.
Insistió: “al menos tres cadáveres tienen disparos por la espalda y a corta distancia, y el gobierno de Álvaro Uribe es responsable, máxime cuando dijo aquí en México que él había ordenado el operativo, y que los mexicanos muertos ahí eran terroristas, narcotraficantes; que eran delincuentes. Queremos que el Estado de Colombia nos brinde toda la información, y nosotros haremos valer nuestros derechos en todas las instancias”.
Anunció: “estamos valorando presentar en Colombia una acusación formal por homicidio y por las lesiones que sufrió Lucía Morett, y el responsable es Uribe, porque él asume la responsabilidad de haber ordenado el operativo”.
Los padres de Morett informaron que está en marcha una campaña para recolectar firmas de apoyo para que la Procuraduría General de la República se desista de la averiguación que inició contra ella y otros 15 estudiantes mexicanos.
Acusaron al presidente Felipe Calderón de “no haber defendido a los mexicanos que fueron asesinados; ha guardado silencio”.
Los familiares de las víctimas cuestionaron que se haya realizado una movilización en demanda de seguridad “por el asesinato de un niño, Fernando Martí, y a nuestros hijos, como no son ricos, no se les apoya”.
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