POR: José Angel Miramontes Cordero
Pese a la aprobación en el Senado de la República, de manera abrumadora, de la llamada reforma energética, Andrés Manuel López Obrador, mantiene vivo su movimiento en defensa del petróleo. Esto, lógico, para mucha gente desinformada, sin duda, pero especialmente para los amos y señores de México, es algo que les parece una soberana insensatez.
Hoy más que nunca repiten lo que han venido diciendo desde que inició su lucha de resistencia civil pacífica en contra de la usurpación: que AMLO ya enloqueció, que cada día que pasa se va quedando sólo, que a él sólo le preocupan sus intereses personales, que su mesianismo es dañino para el país, que es un demagogo, un embaucador que manipula a la gente que lo sigue; eso y más, pero mucho más con el afán de desprestigiar su causa.
Es más, habían armado tan bien el numerito este de la reforma de PEMEX, que muchos nos fuimos con la finta de que en realidad todos los afanes privatizadores del gobierno federal, del PAN y del PRI ya se habían conjurado previo a la votación en el Senado del pasado jueves.
Lo anterior, como siempre, contando con la fuerza envenenadora de ciertos medios: televisa y tv azteca (¿alguien duda de qué lado está este duopolio?), del progubernamental grupo radio fórmula (perteneciente también a la familia Azcárraga) y de las lenguas más recalcitrantes al servicio de los poderosos y con postgrado en destazar la imagen del lopezobradorismo: (Beteta, Ruiz Healy, Alemán, Ramírez, Gómez Leyva, Reyes Heroles, Aguilar Camín, Pablo Hiriart, Suzarrey, entre otros).
Pero lo más penoso, lo más ignominioso fue la postura que asumieron en el Senado –y que seguramente asumirán en la Cámara de Diputados- los integrantes del “chuchismo”, esa ala putrefacta perredista denominada Nueva Izquierda (sic). Sus compromisos con el gobierno federal que los ha apuntalado en su lucha que al interior del PRD sostienen contra la corriente de Alejandro Encinas, Izquierda Unida, y que apoya Andrés Manuel, son los que los han llevado a entregarse brutalmente a los designios de Felipe Calderón.
Este grupúsculo comerciante, ingenuamente, bueno más bien, interesadamente, se han creído las adulaciones que hacia ellos vierten los voceros oficiosos del régimen: ¡qué madurez!, ¡esa es la izquierda moderna que el país necesita!, ¡que responsables han sido!, ¡qué hombres tan patriotas!, etc. En realidad, toda esta zalamería, todo este almíbar bobalicón, toda esta saliva embaucadora, no es más que una burla hacia ellos y un golpe a las personas que los llevaron al cargo que hoy, lamentablemente ocupan.
Por eso cuando dicen que hasta el mismo PRD votó a favor de la reforma de PEMEX y le dio la espalda a López Obrador, hay que leer muy bien la información. Quienes avalaron este golpe al pueblo de México fue la derecha de la izquierda que encabezan, Jesús Ortega, Graco Ramírez, Carlos Navarrete y el “espurito”, Acosta Naranjo. ¿Volveremos a votar por ellos? Yo por lo menos, no.
También han dicho que el grupo de intelectuales que asesoró a los legisladores del FAP en la elaboración de su propuesta de reforma energética y en la discusión de los dictámenes en el Senado, habían dado su aval a lo acordado por la Comisión de Energía del Senado. Si pero habían advertido, que se lograron eliminar la mayoría de los riesgos de privatización de la reforma, pero que el PAN y el PRI se negaron a eliminar la emisión de bonos ciudadanos y que no se logró incluir en la reforma una prohibición específica para contratos en bloque. Que la reforma por lo tanto podía respaldarse pero que aún quedaban elementos privatizadores.
Esa, precisamente son las poderosas razones por las que AMLO y sus seguidores se mantengan en lucha. O alguien me puede decir en manos de quién van a quedar los famosos “bonos ciudadanos”. ¿Quién invierte en la Bolsa de Valores? ¿Quién compra los Tesobonos de la federación? ¿Quién especula con la compra y venta de divisas? Pues los grandes magnates, los poderosos de siempre. Los que se han enriquecido impunemente chupándole las entrañas a este país. O ya se nos olvidaron los Divino Rodríguez, los Cabal Peniche, los Roberto Hernández, los Salinas de Gortari, los Diego Fernández, Los Bribiesca, los Mouriño. Ahí están todavía para desgracia y vergüenza nuestra.
Ahora bien si los prianistas y los pregoneros del régimen sostienen que la reforma de marras no es privatizadora, ¿por qué se niegan a que se le haga un agregado respecto a la prohibición de los contratos en Bloque de áreas estratégicas del territorio nacional? Al no hacerlo, el PRI y el PAN –y los Chuchos- están dejando mañosamente la puerta abierta para la privatización. Como son bien tramposos y como sabemos que responden a los grandes intereses del empresariado nacional y extranjero, dejan ese recoveco en la ley para después señalar que: lo que no está prohibido, está permitido. Y zas, nos la volverán a dejar Irineo. Truchas.
Por eso, es importante estar informado. López Obrador tiene poderosas razones para mantener su movimiento. Lastima que mucha gente ignore todo esto y se deje llevar por lo que dicen los manipuladores de televisa, tv azteca y tele fórmula.
profemira@hotmail.com
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