viernes, julio 17, 2009

¿Y el combate con soluciones al drama económico?

Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas

La crisis económica nacional como: desempleo crónico de 20 millones de mexicanos, despidos en el primer semestre de este año de casi 4 millones de la población económicamente activa; empobrecimiento masivo por cada vez menor consumo; enfermedades colectivas, encarecimiento de las medicinas; disminución de la inversión pública y privada, etc., es interpretada por el discurso presidencial como consecuencia de la recesión iniciada en los mercados financieros estadounidenses que arrastró a las economías europeas y asiáticas.
Pero eso es falso. La economía mexicana acusó su actual desastre de carácter depresivo e inflación con estancamiento, desde el mal gobierno foxista que no supo resolver los problemas heredados del zedillismo-salinista.
Y el calderonismo, convertido en otro problema político-económico, mientras trata de resolver militarmente la embestida del narcotráfico y su complicidad con funcionarios y militares, tampoco ha sabido hacer frente a la crisis económica nacional que se precipita a la completa paralización productiva que, hoy, apenas si funciona a menos de la mitad en sus industrias, casi cero en servicios (por las exageraciones de la gripe que clausuró restaurantes, hoteles, cines, etc., para destrozar el turismo).
Y que, desde hace 23 años mantiene la agricultura campesina y de los pequeños propietarios, en agonía, cosa que pasa igual en la ganadería y porcicultura, la pesca y actividades productivas que repercute en el comercio interno y exportador.
Actualmente el calderonismo, apoyado por los empresarios, banqueros e integrantes del capitalismo, no ha podido poner las condiciones para la inversión privada y ésta constantemente se queja y reclama que los programas gubernamentales para estimular el crecimiento económico, no han sido ejecutados ni en los tiempos y menos en la cuantía de las inversiones anunciadas.
Mientras el militarismo se expande, se contrae la economía. Millones de mexicanos han perdido su trabajo; cientos de miles de pequeñas y medianas empresas han cerrado. Y de la “changarrización” foxista quedan muy pocos “changarros”. Por todas partes del territorio brotan malestares sociales.
No hay, pues, soluciones al drama económico de la nación para atender, al menos, a 50 millones de mexicanos de los 106 millones que somos en condiciones de alarmante desigualdad, falta de dinero (de liquidez, en términos keynesianos) y de un muy serio endeudamiento de 20 millones a través de las tarjetas (el dinero plástico) empeños (se multiplican las empresas de préstamos sobre bienes inmuebles, sobre todo) y las remesas estadounidenses se han reducido en deterioro de las familias dependientes de esos envíos.
Si los problemas de la militarización y los políticos generan desesperación, los económicos (hambre, desempleo, enfermedades) tienden a producir manifestaciones de violencia porque cuando ya no alcanza o no hay para pagar electricidad, gas, comida y medicinas, se desbordan las pasiones sociales y estallan incontenibles los sectores populares.
cepedaneri@prodigy.net.mx

No hay comentarios.: