martes, agosto 11, 2009

El sistema penitenciario en México, cruel y corrupto: NYT


MÉXICO, DF, 11 de agosto (apro).- El influyente diario estadunidense The New York Times (NYT) denunció hoy en su portada que un buen número de capos del narcotráfico controlan el trasiego de drogas desde la prisión. Según la nota titulada "Los narcotraficantes mexicanos mantienen comercio desde prisión", los penales del país se han convertido en nuevas bases para que se extiendan los imperios criminales, mediante el reclutamiento de subalternos y pago de sobornos.

El sistema penitenciario, dice el diario, está tan estropeado que el gobierno mexicano ha extraditado a Estados Unidos a un número récord de implicados con el crimen organizado, debido a que consideran que en esa nación es más difícil intimidar testigos, que los narcos controlen sus operaciones o se fuguen.El rotativo recuerda el caso del penal de Cieneguillas, en Zacatecas, cuando 53 reos escaparon del reclusorio gracias a la complicidad de autoridades, según grabaciones de seguridad.Según funcionarios estadunidenses citados por el diario, el gobierno de Barack Obama, como parte de su programa de ayuda antinarco, comprometió 4 millones de dólares este año para ayudar a restituir las prisiones en México.Incluso, expertos de prisiones estatales en Estados Unidos han comenzado a impartir cursos a custodios mexicanos para asegurarse que tengan directrices claras ética y profesionalmente, que los distingan de los hombres y mujeres que ellos vigilan, reveló el NYT.The New York Times también denuncia que las violaciones a los derechos humanos, privilegios en las celdas para narcotraficantes y la confabulación de la policía con los criminales de alto riesgo son una constante en las cárceles mexicanas.Destaca el "hacinamiento y el trato cruel del sistema penitenciario" en México, condiciones que "representan un eslabón débil en la guerra contra las drogas".Según testimonios recabados por el rotativo, el soborno, el tráfico de drogas y la compra de libertades son una práctica común en los reclusorios del país.El texto recuerda el caso de Miguel Caro Quintero, hermano de Rafael, fundador del extinto cártel de Guadalajara, extraditado a Estados Unidos a principios de año. En el reportaje, se mencionan los privilegios del capo en los penales mexicanos: contratación de presos para atenderlo, servicios a la celda y uso de telefonía celular ilimitada.Ejemplifica además con el caso del reclusorio Preventivo Oriente, en donde en el dormitorio nueve los presos gozan de continuas visitas conyugales, televisores de pantalla plana y amplias celdas, que contrastan con las condiciones de hacinamiento del resto de los reclusos.Por último, el rotativo critica que los criminales de alto riesgo sean atendidos por igual en cárceles estatales o locales: "Los reos más peligrosos se supone que deben ser alojados en las instalaciones federales de máxima seguridad, pero no es en absoluto suficiente el espacio. Por lo tanto, el gobierno federal paga a los estados para guardar a los traficantes de drogas y otros prisioneros federales en celdas mucho menos seguras".

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