León García Soler
Para demostrar que no bastan anatemas y amenazas de excomunión para borrar por ensalmo lo instituido y bien establecido por la obra de librepensadores y malcontentos, el vocero del cardenal Norberto Rivera expuso el desdén clerical por el Estado laico y su desprecio por la democracia representativa: ningún representante de la arquidiócesis primada de México acudirá a la Secretaría de Gobernación por "una denuncia anónima presentada por un partidito".
Minorías sin voz ni voto, pues. La denuncia es del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina. Un atribulado secretario de Gobernación diría que no hay acción alguna contra el señor cardenal, sino mero trámite de un asuntito burocrático. De Jalisco es el señor Francisco Ramírez Acuña, cuna de cardenales. Y panista, atento a la voz de su jefe y amigo, quien ha elogiado la labor y las buenas intenciones del Congreso de la Unión, del Poder Legislativo integrado por representantes elegidos por voto directo o de representación proporcional. Pero todos, del sistema plural de partidos, "entidades de interés público", dice la Constitución de la República laica, democrática, representativa. El secretario de Gobernación ha vuelto a ser conducto entre el Congreso y el titular del Poder Ejecutivo de la Unión.
Con la Iglesia hemos topado. Pero se despenalizó el aborto. Y es la ley de la tierra. Aunque la luz de la razón parece deslumbrar a jacobinos y ultramontanos. Marcelo Ebrard reaccionó apresuradamente a la dura declaración del director del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, y los desaciertos del despistado secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos. La ley vigente reconoce el derecho de los médicos a la objeción de conciencia. Pero nada permite al IMSS o al ISSSTE atribuirse derechos de extraterritorialidad y negarse a atender a quien solicite atención en el Distrito Federal. A los derechohabientes, desde luego. La misma ley que reconoce la objeción de conciencia impone a las instituciones de salud la obligación de disponer, en todo momento, de personal médico que no objete intervenir y, en consecuencia, atienda al demandante de servicios.
Partidos y partiditos muy por encima de quienes desestiman el largo proceso histórico puesto en marcha y sostenido por librepensadores y malcontentos. El que no quiera ver fantasmas que no salga de noche. Antes del silencio frente a los cargos de azuzar a radicales que amenazaron de muerte a asambleístas, amenazaron con excomulgarlos. Movido por la insoportable levedad del equilibrio en el vacío, el priísta Jorge Schiaffino invocó la comprensión del cardenal Rivera y pidió que retirara las excomuniones. Arrepiéntete y haz penitencia; desconoce la ley que aprobaste y vota una que nos permita darte el perdón. Bienvenidos a Bizancio.
Hay que ocuparse de los negocios del señor Julio César. Felipe Calderón elogia a los legisladores de la oposición plural dispuesta a concertar acuerdos. Pero en Los Pinos ceden a la tentación de acudir donde hay elecciones. A Yucatán, donde el conflicto puede desbordar la civilidad y las ambiciones podrían revivir la vieja guerra de castas. Por lo pronto, el PRI que se mostró dispuesto a impulsar el acuerdo del SNTE y la FSTSE, acordar con Miguel Angel Yunes y la bancada panista la reforma del ISSSTE, toma distancia y les recuerda la locura de Barrio, el de los peces gordos. La política sexenal es rueda de la fortuna. Enrique Peña fue a Chile a participar en el Foro Económico Mundial para América Latina. Ahí logró breve y fructífero encuentro con la presidenta Michelle Bachelet, asi como con Ricardo Lagos, a quien invitó al estado de México, luego de hablar sobre pensiones, salud y educación.
El vuelco finisecular trasladó el eje de la agenda política al Congreso. La reforma del Estado generó la electoral, sistema plural de partidos y las instituciones capaces de garantizar elecciones democráticas, legales y creíbles. En 1997 se desvaneció la mayoría absoluta del oficialismo en el Congreso. Luego el hoyo negro de la alternancia y el costo terrible de la incompetencia premiada con la corona de olivos de fundador de la democracia, autor del Genésis, de la creación en seis años, sin necesidad de descansar el séptimo. La ingenuidad atribuida al alto vacío resultó trampa perversa de la ultraderecha y sus mecenas de los poderes fácticos.
Sacaron al PRI de Los Pinos y ahora pregonan por el mundo entero que ahí vive Felipe Calderón y quien manda vive errante, romero de la democracia con aval del imperio y el sello de Aznar el exiguo. Manuel Espino salió de Durango, pasó por Sonora y sentó plaza de pretoriano del imaginario panismo que se mantiene ajeno a la voluntad presidencial. Aspirante a caudillo, Duce, conducatore de las falanges en órbita retrógrada. Asunto interno, cosa del PAN y sus leales, dicen algunos. Pero el desdeñado es Presidente de la República y el gesticulador de la incontinencia verbal, es el ex presidente. Vicente Fox anuncia que cabalgará a lomos de su caballo hasta Venezuela para acabar con el gobierno populista de Hugo Chávez. Unos días antes del enésimo exabrupto, se reunieron en Los Pinos y poco después Felipe Calderón elogió a Vicente Fox.
Topa con la Iglesia, con la tibieza del capital, con la violencia del crimen organizado en guerra con el poder constituido. Recurrió al Ejército y con el país al filo del estado de excepción, con los derechos individuales en riesgo por la urgencia de actuar y la lentitud de órdenes judiciales, empantanadas por el miedo o la corrupción, ha propuesto iniciativas para reformar el sistema de justicia, el Ministerio Público y crear una policía federal capacitada y dotada de los elementos necesarios para imponer el imperio de la ley.
No hace falta, en estos amargos momentos del poder constituido, el espectáculo del deambular de Fox y la ultraderecha aferrada al Yunque y a la obsesión oscurantista de otra "revolución como la cristera". En marcha la reforma del Estado, instalada la Comisión Ejecutiva de Negociaciones y Construcción de Acuerdos del Congreso de la Unión; desentrampada la vía de los acuerdos parlamentarios y puesta en la agenda política una reforma hacendaria paralela a las reformas impostergables en el sector energético, se precipitan los panistas a la aprobación de una reforma contra el terrorismo: sombra del Patriot's Act, de la disolución social.
Los senadores del PRD, que coordina Carlos Navarrete, vieron la sombra de la represión y acudieron al oficio político: protestar y negociar. Sistema plural, decíamos, resultado del proceso de Reforma y Revolución, obra de librepensadores y malcontentos. Manlio Fabio Beltrones, cuyo oficio llevó a buen puerto la agenda del Congreso para la reforma del Estado, entendió el riesgo de recaer en la parálisis y firmó, junto con Santiago Creel del PAN y los representantes del PT, Convergencia y el Partido Verde, un acuerdo para corregir la redacción del artículo 139 del Código Penal.
La reforma de la tentación autoritaria. Ya bastante tenemos con la del clero, el bajo mundo y las fortunas de la inequidad imperdonable. Con la población miserable a la que ofrecen ayuda pero no empleo. Ya no digamos una política social de Estado: salud, comida y educación para salir de la pobreza extrema que se reproduce a sí misma.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario