Carlos Fernández-Vega
Sólo un milagro guadalupano (de esos que genéricamente se conocen como maquillajes, y que un día sí y el otro también presumía el "cambio", para luego resultar totalmente falsos) hizo posible no sólo detener el creciente desempleo abierto registrado en lo que va del "nuevo gobierno", sino lograr un mínimo descenso en la respectiva tasa oficial.
¡Albricias!, porque la "continuidad" lo hizo en plena desaceleración económica y su raquítica tasa de "crecimiento", y ahora presume su calidad de fabricante de milagros guadalupanos (marca Fox). Ayer el INEGI dio a conocer la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) correspondiente al pasado mes de abril, y aunque los desempleados duden de la veracidad de las cifras difundidas por el organismo, la tasa respectiva se redujo, según afirma, de 4.01 por ciento de la población económicamente activa en marzo, a 3.6 por ciento en el cuarto mes de 2007, con lo que supuestamente la generación de puestos de trabajo en el periodo habría sido mayor a la de puestos cancelados.
La baja de 0.41 puntos porcentuales en la tasa oficial de desocupación abierta equivaldría a 180 mil plazas laborales, una cantidad que coincide con el reporte de puestos de trabajo registrados en el IMSS, pero en los cinco meses de "continuidad", no exclusivamente en abril, cuando se incorporaron poco más de 49 mil, de tal suerte que la ocupación en la economía formal se mantiene como un sueño guajiro para la mayoría de los mexicanos, para quien las "opciones" siguen siendo la informalidad y la emigración.
Pero los milagros guadalupanos de la "continuidad" no se circunscriben a la tasa oficial de desempleo abierto en el país. En un solo mes, y siempre de acuerdo con la versión oficial, también permitieron la reducción de la subocupación, que pasó de 8.4 por ciento de la población ocupada en marzo a 8 por ciento en abril, de tal suerte que "sólo" 3.5 millones de mexicanos se encuentran en tal condición.
Lamentablemente, los milagros guadalupanos de la "continuidad" no incluyen el de la multiplicación de los panes para la mayoría, porque en el mejor de los casos los empleos generados son eventuales, de a mil 500 pesos mensuales y sin prestaciones.
El registro del IMSS da cuenta que en los primeros cinco meses de la "continuidad" se incorporaron 185 mil 600 empleos formales, eventuales el 84 por ciento de ellos y permanentes sólo 16 por ciento. De ese total, poco más de 49 mil se registraron en abril pasado (de ellos, eventuales más de la mitad), de tal suerte que si en ese mes la tasa de desocupación se redujo 0.41 puntos porcentuales, alrededor de 130 mil plazas correspondieron al sector informal de la economía, en una relación de uno a cuatro a favor de éste último.
Desde luego que la tasa de desempleo abierto no es una exclusiva de la "continuidad", aunque a todas luces se esfuerza por obtener medalla de oro en este renglón. En esos cinco meses de "gobierno", la demanda real de puestos de trabajo fue cercana a 500 mil, de los que la economía formal sólo puedo atender (mayoritariamente de forma eventual) el 37 por ciento.
En la última década la economía formal generó (en números cerrados y siempre con datos oficiales) 3 millones 600 plazas laborales (52 por ciento eventuales y 48 por ciento permanentes); en ese periodo alrededor de 12 millones de mexicanos demandaron un puesto de trabajo, de tal suerte que 8.4 millones (el 70 por ciento del total) se quedaron con las ganas y terminaron en el desempleo, la informalidad o en el vecino país del norte.
Las cifras anteriores documentan una realidad aterradora y dan cuenta de las "tasas históricas" que en materia de empleo han presumido, de corridito, los tres "gobiernos" más recientes (de Zedillo al chapelen, sin olvidar al de las ideas cortas y la lengua larga).
Otras cifras del INEGI revelan que en abril pasado la población ocupada representó 96.4 por ciento de la PEA. En los servicios se concentró el 40.8 por ciento del total; en el comercio 20.3; en la industria manufacturera 16.1; en las actividades agropecuarias 12.9; en la construcción 8.2; en "otras actividades económicas" (que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas) uno y el 0.7 restante no especificó su actividad. Según su posición en la ocupación, el 66 por ciento se ubicó como trabajador subordinado y remunerado; 22.1 como trabajador por cuenta propia; 6.7 como trabajador sin pago, y 5.2 se agrupó a los empleadores.
La tasa de desocupación abierta en las 32 principales ciudades de la República, con más de cien mil habitantes cada una, fue de 4.46 por ciento de la PEA, 0.12 puntos mayor a la reportada en igual mes de 2006.
Las rebanadas del pastel
La famiglia de los medios electrónicos ataca de nuevo: agarraditas de la mano y en nombre de la "libertad de expresión", como acostumbran en estos casos, Televisa y Tv Azteca utilizan sus respectivas concesiones del Estado para linchar a los herejes que han promovido la anticonstitucionalidad de la ley de medios que lleva el apellido de la primera empresa. En esta ocasión, sus clientes preferidos son Manuel Bartlett, Javier Corral y ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se desubique, a quienes golpetean incesantemente, al tiempo que les niegan el derecho de réplica. Eso sí, se retuercen por "el ataque a la libertad de expresión" por la decisión del gobierno chavista de no renovar la concesión a Radio Caracas Televisión... Para que "vivamos mejor", ya se cocinan alzas en los precios de, cuando menos, leche, carne de res y pollo, que se sumarán a las de azúcar, huevo y demás alimentos, las que a su vez se agregaron a la de maíz y tortilla, etcétera, etcétera. Todo, en cinco meses de milagros guadalupanos.
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