El año pasado, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) -- entonces dirigido por el actual subsecretario de Promoción y Prevención de la Secretaría de Salud, Mauricio Hernández Ávila-- incurrió en numerosas irregularidades, entre otras un presunto desvío millonario de recursos en la construcción de los laboratorios del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINS) de Cuernavaca, Morelos, señala la edición 1604 de Proceso.El INSP es un organismo destinado a la investigación, y también a la preparación de académicos y profesionistas para prevenir y controlar enfermedades. Cuenta con un campus en Cuernavaca y otro en el Distrito Federal. Su Junta de Gobierno está compuesta por los titulares de la Secretaría de Salud –en este sexenio, José Ángel Córdova Villalobos--; y de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, en este gobierno Julio Sotelo Morales; el director general de los Institutos Nacionales de Salud, actualmente Alberto Lifshitz Guinzberg; el director de Administración y Finanzas del INSP, en estos momentos Raúl Contreras Alcántara, y por el director del INSP, en la actualidad Mario Henry Rodríguez López, entre otros.Su patronato lo integran presidentes y directores de empresas como El Universal, Banco Nacional de México, Grupo Empresarial Olmeca, Editorial Diana, TV Azteca y Hoteles Misión.Según el Informe de Rendición de Cuentas 2006 del INSP, los laboratorios se planearon con la finalidad de proporcionar “servicios analíticos y de soporte de calidad” a los investigadores y evitar concentraciones excesivas de materiales, equipos y personal. Sin embargo, de acuerdo con una auditoría realizada por el Órgano Interno de Control de la dependencia, los trabajos están inconclusos y durante su desarrollo han presentado fallas que hacen presumir el desvío de recursos.La auditoría, avalada por el titular del Órgano Interno de Control, Gustavo Ávila García; la representante de la Auditoría Interna, Olga Sámano Botello, y el auditor interno Rafael Vargas, incluye 23 observaciones y recomendaciones sobre irregularidades encontradas en la construcción de los laboratorios del CINS desde junio de 2006 hasta el inicio del presente año. Curiosamente, los malos manejos se realizaron poco después del ascenso del exdirector del INSP a subsecretario de Salud federal, publica Proceso en su número 1604.
domingo, julio 29, 2007
Corrupción incurable
El año pasado, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) -- entonces dirigido por el actual subsecretario de Promoción y Prevención de la Secretaría de Salud, Mauricio Hernández Ávila-- incurrió en numerosas irregularidades, entre otras un presunto desvío millonario de recursos en la construcción de los laboratorios del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINS) de Cuernavaca, Morelos, señala la edición 1604 de Proceso.El INSP es un organismo destinado a la investigación, y también a la preparación de académicos y profesionistas para prevenir y controlar enfermedades. Cuenta con un campus en Cuernavaca y otro en el Distrito Federal. Su Junta de Gobierno está compuesta por los titulares de la Secretaría de Salud –en este sexenio, José Ángel Córdova Villalobos--; y de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, en este gobierno Julio Sotelo Morales; el director general de los Institutos Nacionales de Salud, actualmente Alberto Lifshitz Guinzberg; el director de Administración y Finanzas del INSP, en estos momentos Raúl Contreras Alcántara, y por el director del INSP, en la actualidad Mario Henry Rodríguez López, entre otros.Su patronato lo integran presidentes y directores de empresas como El Universal, Banco Nacional de México, Grupo Empresarial Olmeca, Editorial Diana, TV Azteca y Hoteles Misión.Según el Informe de Rendición de Cuentas 2006 del INSP, los laboratorios se planearon con la finalidad de proporcionar “servicios analíticos y de soporte de calidad” a los investigadores y evitar concentraciones excesivas de materiales, equipos y personal. Sin embargo, de acuerdo con una auditoría realizada por el Órgano Interno de Control de la dependencia, los trabajos están inconclusos y durante su desarrollo han presentado fallas que hacen presumir el desvío de recursos.La auditoría, avalada por el titular del Órgano Interno de Control, Gustavo Ávila García; la representante de la Auditoría Interna, Olga Sámano Botello, y el auditor interno Rafael Vargas, incluye 23 observaciones y recomendaciones sobre irregularidades encontradas en la construcción de los laboratorios del CINS desde junio de 2006 hasta el inicio del presente año. Curiosamente, los malos manejos se realizaron poco después del ascenso del exdirector del INSP a subsecretario de Salud federal, publica Proceso en su número 1604.
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