Plantea otra iniciativa; críticas a gobernadores sumisos
ALMA E. MUÑOZ, ROBERTO GARDUÑO
Por aplastante mayoría -aunque con la abstención de su presidente, Leonel Cota Montaño-, el Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) aprobó rechazar tajantemente la propuesta hacendaria de Felipe Calderón, presentar una iniciativa alterna y buscar consensos en torno a ésta en el Congreso de la Unión con el resto de las fuerzas políticas.
La discusión no estuvo exenta de diferendos y protestas, esta vez de unas 150 personas que exigían a los legisladores no abordar el asunto en el Congreso y que "respetaran el voto que se les otorgó".
Mientras, Carlos Navarrete, coordinador de los senadores perredistas, planteó que la controversia interna sobre el tema no se finque en "traiciones y lealtades".
El partido del sol azteca, sostuvo, "está vivo, actuante, y pese a todas sus fallas es la columna vertebral del Frente Amplio Progresista (FAP) y el principal sostén que Andrés Manuel López Obrador tiene rumbo al futuro".
A su vez, Alfonso Ramírez Cuéllar exigió a los gobernadores perredistas no caer en la demagogia en torno al proyecto del Ejecutivo federal, porque muchos de ellos son "sumisos ante el poder presidencial"; son mandatarios "achicados que actúan arropados por el conservadurismo sin un proyecto nacional".
Dolores Padierna, en tanto, externó sus dudas de que el grupo que impulsó los acuerdos citados en el consejo pretenda debatir la reforma de Calderón, la cual consideró lesiva desde cualquier punto de vista, y cuestionó la iniciativa que finalmente se aprobó. "Es tan difusa, tan general, tan abierta, que da pie a todo."
En tanto, Marcelo Ebrard, único gobernante que asistió al consejo -después de la reunión que ayer por la mañana sostuvo un grupo de mandatarios estatales perredistas con su dirigencia nacional en un hotel de la ciudad de México, al margen de los consejeros nacionales-, advirtió que la iniciativa federal iría, en su conjunto, contra los intereses de los capitalinos y se afectaría el programa de agua y drenaje profundo del Distrito Federal.
En el encuentro matutino fue notoria la ausencia de los gobernadores de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel; Zacatecas, Amalia García, y Baja California Sur, Narciso Agúndez. Sólo asistieron Ebrard, Zeferino Torreblanca, de Guerrero, y Juan Sabines, de Chiapas.
Ni traidores ni leales
Antes, en una larga intervención improvisada, Navarrete advirtió ante los consejeros que en el sol azteca "no hay ni traidores ni leales. Esa no es la disyuntiva de los gobernadores (que acuden con Calderón); son gobernantes con responsabilidad y con sentido de pertenencia a una lucha y con lealtad a un dirigente que hoy por hoy es lo más importante que tenemos en los liderazgos nacionales. Por eso los gobernadores van a seguir de la mano con el PRD".
En pleno deslinde del gobierno, agregó que los perredistas no se entusiasmarán con "un guiño de ojo, ni serán llevados a lo oscurito a negociar. No nos van a chamaquear. Resistimos al salinismo y al foxismo; nadie se fue de embajador ni nadie se dejó tocar la pierna durante seis años con (Vicente) Fox. No lo vamos a hacer con un personaje menor, como Calderón".
Demandó: "cerremos filas con la posición del PRD, con el mandato expreso de los legisladores, con los gobernadores, unificando fuerza con Andrés Manuel y manteniendo la unidad de este movimiento que hoy por hoy es la única esperanza del país".
Mientras, con dureza, Ramírez Cuéllar exigió al FAP claridad y, sobre todo, que "no atente contra la lucha histórica que hemos venido dando para afectar a los grandes empresarios que no tributan más allá de lo que les conviene. Esta es la primera vez que se les tocará, porque han vivido de regímenes de privilegios. No permitamos que la demagogia se imponga a los intereses de nuestro propio partido".
Antes de someterse a votación el documento con la iniciativa perredista de reforma hacendaria -leída por el diputado Javier González Garza-, el secretario general del partido, Guadalupe Acosta Naranjo, presentó un documento político que después se sumó al texto definitivo, con la línea general del sol azteca de cara a la negociación de su proyecto.
En siete puntos, desglosó que los legisladores mantendrán la política de no reunirse y, por tanto, no negociar con Calderón; además rechazarán las iniciativas "regresivas" de éste; presentarán "nuestra propuesta hacendaria alternativa", en torno a la cual se buscará el consenso de las bancadas petista y de Convergencia, integrantes del FAP.
Agregó que diputados y senadores del PRD "se opondrán a la convocatoria de un periodo extraordinario exclusivo para tratar la reforma fiscal, pues queremos que se incluyan" las modificaciones en materias electoral y de medios de comunicación.
Asimismo, el CEN coordinará una jornada nacional de acción política y movilización en apoyo de las propuestas del FAP, y los gobiernos estatales y municipales canalizarán sus propuestas por medio de las bancadas perredistas en el Congreso.
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