Reitera su exhorto de "cero negociación" en torno al proyecto fiscal de Calderón
ENRIQUE MENDEZ
Simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador protestan durante la sesión sabatina del Consejo Nacional del sol azteca Foto: José Carlo González
Pichucalco, Chis., 7 de julio. Mientras en la ciudad de México legisladores perredistas plantearon analizar la iniciativa hacendaria oficial, Andrés Manuel López Obrador demandó a los diputados y senadores del Frente Amplio Progresista (FAP) "que no se presten al juego" del presidente Felipe Calderón y a no aprobar ese proyecto. "No podemos ser una izquierda legitimadora, no podemos ir en contra de los intereses del pueblo. No le hace que digan que estamos en contra de todo, preferimos eso a que digan que somos unos traidores a los intereses populares."
El "presidente legítimo" insistió en su exhorto al FAP de "cero negociación" de la iniciativa enviada al Congreso por Calderón mientras éste "siga empeñado en afectar la economía" familiar. "No somos alcahuetes y no podemos lavarle la cara a este gobierno usurpador", sostuvo.
En una reunión informativa sobre el trasfondo de la propuesta calderonista, López Obrador aseguró que en ésta subyace la intención de aumentar impuestos, en congruencia con las recetas que "estos tecnócratas aplican porque así se los dictan desde el extranjero, del Fondo Monetario Internacional (FMI)".
Cuestionó que la mayoría de medios de comunicación "hablan día y noche" de la iniciativa fiscal, pero cuando hay voces contra ésta "dicen que no estoy de acuerdo con nada. ¡Cómo voy a estar de acuerdo, si lo que quieren es cobrar más impuestos!"
Como lo hizo apenas el domingo en el Zócalo capitalino, el ex candidato presidencial insistió en su llamado a los legisladores del PRD, el PT y Convergencia -partidos que confluyen en el FAP- "a que no se apruebe nada que signifique afectar la economía de nuestro país" y si panistas y priístas quieren avalar el nuevo atraco a la economía familiar, "allá ellos".
"Si logran mayoritear en la Cámara de Diputados, ya sabemos lo que viene: después van a querer, porque eso está en el programa del FMI, llevar a cabo lo que ellos llaman la 'reforma energética', que es la pretensión que tienen de entregar el petróleo a los extranjeros, y eso no lo vamos a permitir."
Advirtió que si el PRIAN quiere reformar la Constitución para privatizar el sector energético llamará "a todo el pueblo a la movilización", porque no permitirá que la industria estratégica se entregue a manos privadas.
Al mediodía, en Ixtacomitán, en esta misma entidad, López Obrador aseveró que no tiene "ninguna obligación de respetar" a Calderón, que, aseguró, está en la Presidencia gracias a un fraude electoral.
Refirió que sólo en Chiapas y Tabasco la ventaja a su favor sobre Calderón fue de 850 mil votos, y además ganó en Oaxaca, Veracruz, el estado de México y el Distrito Federal.
"Por eso eso no tengo ninguna obligación de respetarlo, porque él está ahí después de un fraude electoral, después de que se robó la Presidencia de la República. Hay un presidente impuesto y nosotros no vamos a aceptar nunca el fraude, porque estaríamos admitiendo que nunca habrá democracia, que el pueblo no vale y no cuenta. Dicen que no me entienden, que soy muy terco. Pues, ¿qué quieren? ¿Que después de que nos roban todavía les esté aplaudiendo? ¡Que se vayan al diablo!"
Candidatos por ausencia de adversarios
En la plaza de Ixtacomitán, el "presidente legítimo" dirimió la disputa que de modo inusual PRD, PT y Convergencia mantienen por la candidatura a la alcaldía. A la concentración sólo se presentó el aspirante petista, Miguel Díaz, y los otros dos ni se asomaron.
"Como está aquí el del PT es al que me quiero referir. Porque el que está aquí es al que le interesa, si no están aquí, ni modo que hable de ellos. Aquí está Miguel, nuestro candidato. ¡Este es nuestro gallo de aquí de Ixtacomitán! ¡Vamos pues de una vez! Y a los otros candidatos del PRD y de Convergencia les mando un recado: 'compañero, escucha, en la hamaca no se lucha'".
Lo mismo ocurrió en Sunuapa, recóndito municipio del bosque chiapaneco, donde a la reunión sólo se presentó el aspirante del PT Javier González, y eso le dio la candidatura por default.
La pensión de don Nelson
El recorrido de este día se inició en Chapultenango, en las cercanías del volcán Chichonal, y concluyó en Pichucalco, colindante con Amatán, donde se encuentra el volcán Tres Picos.
En Sunuapa, después de la reunión, se acercó a López Obrador el ex alcalde priísta Nelson Castellanos, que encabezó el municipio en el trienio 1989-1991, en el primer tramo del salinismo, pero que a sus 73 años no tiene dinero para vivir su vejez. Castellanos le pidió al "presidente legítimo" ayudarle a tramitar la pensión de 500 pesos que el gobierno del estado otorga a los ancianos de más de 64 años.
Su esposa, María Elena Rueda Figueroa, tiene 67 años y está enferma de diabetes. El "presidente legítimo" expresó su asombro: "se trata de un caso de pobreza inexplicable, en medio de toda la corrupción que hay. Es un garbanzo de a libra".
La "honrosa pobreza", ya ni siquiera medianía de Nelson Castellanos, contrasta con las denuncias ciudadanas contra la alcaldesa petista Martha Castellanos. Mientras escuchaba las críticas de López Obrador, el propietario del abandonado restaurante Los Girasoles contó que debió cerrar porque la presidenta les exigía 5 mil pesos por pago de impuestos. "¿Se imagina? En este pueblo rascuache".
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