Cd. Juárez, Chihuahua, México
Las grandes problemáticas sociales suceden por un encadenamiento de hechos que se enlazan unos con otros formando complejas asociaciones de fenómenos que tienen un efecto perjudicial. Este es el caso de las afecciones mentales que privan en un número importante de la población en situación de calle de nuestra ciudad.
La pobreza, la drogadicción y la desintegración familiar tienen como consecuencia la descomposición social, y a nivel individual, traen consigo una serie de padecimientos mentales que van de la depresión leve a trastornos psiquiátricos graves que impiden la integración social de quienes los padecen. Ciudad Juárez es un núcleo social muy complejo, producto de la migración, que va siempre acompañada de una búsqueda de mayores oportunidades de desarrollo económico, se congregan en nuestra ciudad una serie de factores que propician un alto índice de condiciones desfavorables para la salud pública a nivel psicológico.
A pesar del alto impacto del fenómeno, del que si bien no se tienen cifras precisas, sí existe una percepción generalizada de su importancia; en nuestra ciudad no existe un centro de atención para las personas que padecen trastornos mentales, menos aun para aquellos que se encuentran en estado de pobreza y habitan en las calles. Recientemente se ha anunciado la construcción de un hospital psiquiátrico que entraría en función el año entrante, precisamente para abatir esta carencia.
Atender el grave efecto de la descomposición social debe ser prioritario en las labores del gobierno local, sin embargo, no es el único punto atendible en este sentido, el diagnóstico debe ser aun más profundo para llegar a puntos preventivos, esto es, si se tiene por sabido que una de las causas fundamentales de que estas personas lleguen a un estado de desequilibrio psicológico es el consumo de drogas, entonces se deben crear conjuntamente centro de rehabilitación para la población en situación de riesgo.
Otorgar condiciones de bienestar social va más allá de atender las situaciones más graves y urgentes, el Estado debe lograr preverlas y proyectar soluciones sobre las causas, para eliminar los efectos. En este sentido, parte importante de la prevención es la sensibilización de los ciudadanos, a través de campañas de información sobre las situaciones que conducen a una persona al desequilibrio mental, con una conciencia humanitaria, haciendo ver la condición de personas de quienes se encuentran en esa situación.
La salud mental es el hilo conductor de la integración social, no se puede tener una sociedad sana y funcional si se deja de atender a los ciudadanos con problemas psicológicos o psiquiátricos, muchos más cuando se están presentando altos índices de incidencia causados por los conflictos a los que nos enfrentamos como ciudad fronteriza.
Sirva el presente como reflexión en estos momentos donde el sentimiento solidario debiera pernear en nuestra conciencia colectiva. Habrá que recordar que mas allá de los festejos de la época, el consumo y obsequios, hay personas , hombres y mujeres, que forman parte de nuestra sociedad y quizá de nuestro entorno primario, que padecen y que merecen por justicia un trato digno de todos y por supuesto, la atención más seria de nuestros gobiernos.
Soy Edna Lorena Fuerte y mi correo es ednafuerte@gmail.com para sus comentarios, muchas gracias.
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