EFE
El edificio de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) de México fue manchado hoy con decenas de huevos lanzados por unos 400 manifestantes, entre ellos una veintena de niños, en repudio a la decisión de los magistrados de no investigar casos de pederastia denunciados por la periodista Lydia Cacho.
'Ya basta, ya basta, de tanto pederasta', gritaron los manifestantes que marcharon por calles céntricas de la capital mexicana hasta el edificio de la SCJN, donde se les unieron la escritora Elena Poniatowska y la ex fiscal de delitos contra las mujeres Alicia Elena Pérez Duarte.
En la sede de la Corte realizaron un mitin de repudio por el fallo del pasado 29 de noviembre que no encontró graves violaciones a los derechos humanos de Cacho durante su detención en 2005.
Cacho puso al descubierto una red de pederastas en el balneario de Cancún (Caribe mexicano) en su libro 'Los demonios del Edén' por el que fue acusada de difamación por el empresario Kamel Nacif, amigo del gobernador de Puebla, Mario Marín.
Ambos personajes supuestamente se confabularon para aplicar un escarmiento a Cacho y violarla en la cárcel, según se desprende de conversaciones telefónicas obtenidas de manera ilegal y difundidas en 2006.
En la manifestación una mujer aseguró que su hija, a la que llevaba consigo, fue violada cuando tenía dos años y medio por el padre de la pequeña, y pidió el apoyo de la gente para lograr justicia.
'No estás sola, no estás sola', le gritó la multitud en señal de apoyo.
La actriz Jesusa Rodríguez organizó el lanzamiento de huevos, primero los niños los aventaron contra el portón de la Corte donde fueron colocados los retratos de los seis magistrados que votaron en contra del dictamen que establecía que sí se violaron los derechos humanos de Cacho, y después los adultos contra el frontispicio de la SCJN.
'Adentro están más podridos que los huevos que les lanzamos', dijo Jesusa Rodríguez.
La Corte ha recibido duras críticas de diversos sectores después de que el 29 de noviembre dio su fallo sobre el caso de Lydia Cacho.
El viernes, de forma sorpresiva, Pérez Duarte renunció a la Fiscalía especial de delitos contra las mujeres en repudio al fallo de la SCJN y dijo que lo hacía porque le avergonzaba pertenecer al sistema de justicia mexicano.
El presidente de la Suprema Corte, Guillermo Ortiz Mayagoitia, ha tratado de defenderse al señalar el viernes que los jueces tienen vocación por la justicia y no por la popularidad, y aseguró que la decisión de no investigar al controvertido gobernador Marín, no significa una 'absolución'.
Cínico, desvergonzado: "la decisión de no investigar al controvertido gobernador Marín, no significa la 'absolución'", lo que significa es la impunidad de un delincuente y la podredumbre de los magistrados de la SCJN que se convierten también en delincuentes que protegen a las redes de pederastas por dinero, bola de corruptos asquerosos.
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