Las campañas de descuento refuerzan los malos hábitos de consumo: Calvillo
Susana González
Frente a un escenario de alza en precios de productos de consumo generalizado y las limitaciones legales que tiene la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para actuar, las grandes empresas y cadenas comerciales aprovechan la situación para lanzar campañas de descuento de mercancías industrializadas o de “alimentos chatarra” que reforzarán los malos hábitos alimenticios de la población, alertó Alejandro Calvillo, director ejecutivo de la organización El poder del consumidor.
Así, la alimentación de los mexicanos no sólo está en riesgo por el encarecimiento de alimentos básicos, sino también por la calidad nutritiva de las mercancías que se pretenden vender. Al respecto criticó que el programa de descuentos lanzado por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio (ANTAD) privilegie los alimentos industrializados.
Las situaciones de crisis o de aumento de precios, dijo, constituyen un escenario del que las grandes empresas y cadenas comerciales pueden sacar mucho provecho porque impulsan estrategias de venta y descuentos de productos que refuerzan los malos hábitos alimentarios de la población, así como a caída del consumo de los alimentos más básicos pero saludables como las frutas, verduras y cereales integrales.
Calvillo refirió que eso puede constatarse con las campañas de descuentos de sus productos que han lanzado tanto Coca-Cola como Burguer King. Esta última empresa, por ejemplo, trata de atraer a los clientes mencionando que si no les alcanzó el aguinaldo pueden conseguir un paquete de hamburguesas y papas fritas a bajo precio.
En torno al programa de descuentos que anunció la ANTAD para 300 productos de 51 categorías, Alejandro Calvillo consideró que “no está mal la propuesta, pero desde el punto de vista de salud alimentaria, en el listado de productos que se difundió no se incluyen frutas, verduras o cereales integrales, que generan el mayor beneficio para la población. Las cadenas de supermercados y tiendas de autoservicio podrían sacrificar un poco sus ganancias para promocionar más estos alimentos, porque existe un margen enorme entre los precios en que los venden y los que pagan a los agricultores primarios”.
El gobierno y las cadenas de supermercados, puntualizó, podrían hacer más accesible la comercialización de frutas y verduras para la población, cuyo consumo en México ha caído en más de 30 por ciento en los últimos 14 años. México es el segundo país del mundo con severa epidemia de sobrepeso, un incremento de 60 por ciento en el consumo de refrescos entre los sectores más empobrecidos, y casi 10 millones de diabéticos.
Control de precios
Además, el director de El poder del consumidor se manifestó por el control de precios en alimentos básicos, pues “la inflación no se evitará bajando el precio de unos cuantos productos”, y menos en un país donde la mitad de la población vive en la pobreza, los incrementos salariales son casi nulos y cada vez más se ve reducida la capacidad adquisitiva de los trabajadores.
–¿Qué pueden hacer los consumidores para sortear de mejor manera la situación?
–Creo que las opciones individuales son muy escasas y la única es que los ciudadanos se organicen como consumidores y exijan el control de precios.
“Lo mínimo que debería hacer el Estado es regular el mercado y no lo está haciendo”, afirmó. No se pueden defender las leyes del mercado cuando en México existen muchos monopolios y oligopolios que no hacen justa competencia justa y manejar los precios por acuerdos, criticó.
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