Todo el pueblo de MÉXICO, solicita la destitución de los asesinos, desequilibrados mentales y usurpadores de Calderón Hinojosa, Mouriño Terrazo y et al.
" Con los perfiles de un héroe civil y la grandeza de los personajes épicos, dio una gran lección sobre el cumplimiento de los deberes del ciudadano cuando ve en peligro las instituciones políticas de su país. "
Con dolor e indignación recibió el doctor Belisario Domínguez la noticia del sacrificio de los señores Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, presidente y vicepresidente del país, y el ascenso de su victimario, el traidor general Victoriano Huerta.
El 25 de abril se presentó ante la Cámara Alta el licenciado Francisco León de la Barra, ministro de Relaciones Exteriores, para solicitar la autorización a los barcos norteamericanos en Veracruz, ampliándoles el plazo para su permanencia en aquel puerto, comenzaban ya las intrigas que ocasionarían al año siguiente la invasión de los Estados Unidos en el territorio nacional. Allí se oyó la voz viril e incendiaria de Belisario Domínguez: "Señores Senadores, yo votaré en contra de la autorización que se nos pide, porque ella es un voto de confianza al gobierno que asesinó al presidente Madero y al vicepresidente Pino Suárez, porque es un gobierno ilegítimo y porque es un gobierno que ha restaurado la era nefanda de la defección y el cuartelazo".
Con los perfiles de un héroe civil y la grandeza de los personajes épicos, dio una gran lección sobre el cumplimiento de los deberes del ciudadano cuando ve en peligro las instituciones políticas de su país.
El 23 de septiembre, en otro discurso incendiario, el doctor volvió a llamar asesino y desequilibrado mental al usurpador Huerta. La sentencia contra su vida no se hizo esperar.
La muerte del doctor Belisario Domínguez contribuyó a la caída del tirano Huerta. Su ejemplo ha quedado como algo vivo que los mexicanos debemos imitar siempre.
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