La sexta parte de los habitantes de León, en Guanajuato, se mueren de sed / Reservas para sólo 10 años
LEÓN, Guanajuato, 1 de febrero (LA JORNADA).- La ciudad de León se ha convertido en una metrópoli que concentra los mejores servicios financieros, médicos y educativos privados del centro del país. Sólo en 2007 captó 250 millones de dólares de inversión por la apertura de nuevos negocios, concentra la mayor industria del calzado y es el centro de turismo de negocios de la región. Sin embargo no tiene agua.
Datos del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) indican que esta ciudad, de 1 millón 400 mil habitantes, sólo tiene reservas del líquido para los próximos 10 años pero en la actualidad 220 mil familias no cuentan con ese servicio.
Dado el déficit, las autoridades han buscado alternativas de abasto del recurso, la más importante, pero que resultó fallida, fue el proyecto de la presa Río Verde, en Jalisco, que abastecería a León; fue impulsado en diciembre de 2000 por el entonces presidente Vicente Fox Quesada confiado en que los gobernadores de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, y de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, tendrían concordancia dado que los dos son panistas, igual que él, pero sólo provocó el encono de ambos.
Debido a estos enconos, en 2005 se determinó cambiar el proyecto a El Zapotillo, también en Jalisco, lo que provocó que se elevaran los costos de la obra y se aplazara más. En noviembre de 2006 y a unas semanas de que Fox Quesada dejara la Presidencia se firmó otro convenio para acelerar la construcción, e incluso se destinaron 8 mil millones de pesos más para adecuarlo.
Se dijo entonces que la construcción iniciaría el primer semestre de 2007, pero a la fecha está detenida.
“Los tres tienen la responsabilidad de que la ciudad más importante de Guanajuato no tenga agua, y los tres tienen la responsabilidad de que cada vez el agua sea más cara para los leoneses”, acusa Juan García Hurtado, dirigente del Frente de Acción Ciudadana.
El encono entre los ex gobernadores --uno ex secretario de Gobernación de Felipe Calderón y el otro director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología--, “provocó que en León el agua se tenga que pagar a precios de oro”, dice García Hurtado.
Según el Instituto Municipal de Planeación, las reservas son cada vez menores, por lo que la única apuesta está en la sustracción de agua de otras localidades e incluso entidades.
De hecho, en 2001 el SAPAL sustrajo del acuífero de Romita, lo que provocó el levantamiento de campesinos que fueron reprimidos por el entonces secretario de Gobierno y hoy gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez.
El que cada vez se necesite traer agua de lugares más apartados a esta ciudad encarece el recurso, afirma el alcalde de León, el panista Vicente Guerrero Reynoso, por lo que calcula que el costo de producción por metro cúbico con la puesta en marcha de la presa El Zapotillo alcanzará los 2 mil millones de pesos: “no es broma, eso es lo que costará traer agua desde allá a la ciudad, y ese costo, sin duda, lo tendremos que pagar los consumidores”, advierte.
Para impulsar una cultura de cuidado del recurso, el SAPAL solicitó, y obtuvo, un incremento del líquido de 7.3 por ciento anual para 2008; la reacción de los capitanes de las industrias restaurantera, hotelera y de la curtiduría (quienes más consumen) acusaron al organismo de querer desecar “los bolsillos de los empresarios con costos altísimos”, detalló José María Padilla, presidente de la Cámara de la Industria de la Curtiduría.
El problema de León es que no hay agua, se han abatido los mantos freáticos y los arroyos están gravemente contaminados por las descargas de químicos de la industria del cuero y el calzado, “así que en León no hay agua, y la que hay está contaminada y no sirve para nada”, declaró Carlos Chacón Calderón, presidente de la Asociación de Grupos Ecologistas de León.
“León es una ciudad con sed, una ciudad que depende de la industria del cuero y calzado, que son las que más consumen agua, pero las autoridades han traído más hoteles, más restaurantes, más industria que requiere de agua, que no hay, y todos tendremos que pagar los altos costos de agua en la ciudad”, sostiene Chacón Calderón.
A decir del alcalde Guerrero Reynoso, “necesitamos tener fuentes de abasto de agua y éstas las encontramos cada vez más lejanas a la ciudad, ahora no sólo tenemos que buscar en Guanajuato, sino en Jalisco, pero para que ello se consolide todavía tardará otros tres años”, mientras ello ocurre se consumen las reservas.
Pero en las colonias marginadas de la ciudad es donde se viven las situaciones más graves y, por lo menos 220 mil familias reciben el suministro del líquido mediante pipas y no cuentan con drenaje.
En la zona de las Joyas, una de las de mayor índice de marginalidad, les llega el agua cada tres días y en ocasiones se tienen que aprovechar los escurrimientos que dejan las lluvias para lavar la ropa en los arroyuelos.
León es de las pocas ciudades donde el agua tiene un precio real, cada casa cuenta con un medidor y los cobros mensuales van de los 70 a los 120 pesos.
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