Durante foro del Senado especialistas señalan inconvenientes de crear un consejo del petróleo
Enrique Méndez y Rosa Elvira Vargas
La propuesta presidencial de constituir un consejo del petróleo, que regule a Petróleos Mexicanos (Pemex) en sus actividades de exploración y explotación de crudo, generó ayer un debate en torno a los alcances y efectos del control exclusivo del Estado sobre los hidrocarburos a través de la paraestatal.
Mientras el presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Francisco Xavier Salazar, aseguró que “los monopolios tienen efectos negativos” porque “no hay incentivos para mejorar pues no tienen competencia”, el economista Cuauhtémoc Sánchez Osio alertó que permitir la inversión privada en Pemex podría derivar en un oligopolio e ironizó: “la única competencia que podremos esperar entre los privados es en el campo de golf”.
La propuesta, resaltó, es “convertir un monopolio legal en un oligopolio privado”, luego de que otros especialistas como Pascual García de Alba, director del doctorado en política pública de la Escuela de Graduados en Administración Pública del Tecnológico de Monterrey, y Javier Estrada, de la Asociación Mexicana para la Economía Energética, atribuyeron los problemas de Pemex a su carácter de “monopolio”.
Y lo que se les ocurre para que deje de ser monopolio es convertirlo en oligopolio, es decir para que el paciente no muera de cáncer por qué no lo infectamo con SIDA.
A lo largo de la sesión vespertina en la Cámara de Senadores para discutir las iniciativas de reforma a Pemex, con el tema Organos reguladores de la actividad petrolera y energética, legisladores de PRI, PRD y PT cuestionaron que el citado consejo sólo transfiere facultades de la Secretaría de Hacienda a la de Energía.
“¿Una estrategia de Hacienda?”
El senador perredista Arturo Núñez alertó sobre la posibilidad de que se trate de una estrategia de Hacienda para manejar, dijo, a trasmano la política energética, además de que no existe garantía de que los mecanismos reguladores puedan controlar a inversionistas. “¿Se podrá controlar monopolios privados, cuando no ha podido con uno del Estado? Recordemos lo que le pasó a Madero, el ilustre”, dijo.
El diputado priísta Ramón Salas López afirmó que la figura de consejos busca que la Secretaría de Energía “absorba plenamente funciones que, en la práctica, ejerce Pemex”.
En ese contexto, Ignacio Marván Laborde, director de la división de estudios políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas, afirmó que no se necesita ser experto en derecho para darse cuenta de las debilidades jurídicas de la iniciativa presidencial. Inclusive, aseguró, “los inversionistas están dudosos de la certidumbre legal” de la reforma. “El espíritu privatizador del proyecto, que niegan en el discurso y en los anuncios en la televisión, es evidente. Se quiere aplicar un fraude constitucional. ¡Fuera caretas!”, resaltó.
El PAN, en cambio, defendió la propuesta de Calderón. El diputado panista Jorge Nordhausen afirmó que “habrá reforma, y será responsable”, pero acotó que a nadie “nos debe asustar la extranjerización”. Inclusive, dijo a Sánchez Osio, “usted basó su exposición en un autor extranjero, el catedrático Michael Porter”. El economista devolvió: “yo soy católico, y Jesús no es de aquí, pero diariamente busco seguir sus enseñanzas”.
Este diputado Nordhausen es representativo del PAN: autoritario y tonto. Él afirma que habrá reforma (o sea por sus huevos) y que será responsable (what? ¿ejemplos?); luego, que no nos asustemos porque entren los extranjeros a manejar nuestros recursos, ¡qué tal!, es decir, lo menos que puede pasar es que se los lleven, nada, una bicoca; pero la cereza del pastel es el comentario de que Sánchez Osio se estaba basando en un autor extranjero, a lo que éste le respondió estupendamente aunque dudo que haya entendido la respuesta.
Tanto los panistas como el director de Operación Petrolera de la Secretaría de Energía, Guillermo Cruz Domínguez, así como Adrián Lajous, ex director de Pemex, respondieron a las críticas que, en la presentación de posiciones, hizo Francisco Garaicochea, presidente del Grupo de Ingenieros Pemex Constitución del 17, quien cuestionó la política de inyectar nitrógeno en Cantarell para incrementar la extracción en ese yacimiento.
Cruz Domínguez aseguró que “gracias a Dios”, en 2000 se convenció a Lajous de inyectar nitrógeno, en lugar de gas natural, por la insuficiencia de ese combustible en el mercado nacional. Reconoció que desde 1999, en el gobierno de Ernesto Zedillo, se sabía que el yacimiento comenzaría a declinar en 2006. “Que después no hicimos nada, esa es otra historia. Pemex realiza un esfuerzo imperfecto, pero trata de incrementar la recuperación final”, afirmó.
Lajous atribuyó las críticas de Cruz Domínguez, catedrático en la materia durante cinco décadas, a una “añeja visión muy idiosincrática”, pero convino en la necesidad de realizar “una revisión integral de Cantarell”.
Y entra Nordhausen con su escuálida sesera para decir otro disparate con el que por supuesto le vuelven a revirar otro estatequieto.
Nordhausen agregó: “al ingeniero le digo que ya basta de mentir y de engañar. Se ha dicho que se decidió equivocadamente inyectar nitrógeno en lugar de gas natural, pero lo necesitábamos como agua para el sediento, y además es tres veces más caro que inyectar nitrógeno”. Es cierto, dijo Garaicochea, que el nitrógeno “es tres veces más barato, podría ser 100 veces, pero lo que importa es la recuperación final y el nitrógeno reduce la recuperación”.
Javier Estrada, quien ha sido comisionado de la CRE, aseguró que “el monopolio no regulado es el que nos ha llevado a los problemas que tenemos” y calificó como un “acto de ilusionismo” la definición de Cuauhtémoc Sánchez en el sentido de que si hombres de negocios como Carlos Slim, Bill Gates o Lorenzo Zambrano poseyeran la industria petrolera no invitarían a competidores a compartir ganancias.
García de Alba afirmó entonces: “que me explote un monopolista nacional o extranjero me deja igual de fregado, pero a mí me conviene que sea uno eficiente. A mí qué me calienta que tengamos al millonario más rico de Latinoamérica, si es su lana”.
Es decir, ¿lo que le conviene es un monopolista eficiente? Él quiere un monopolista extranjero eficiente que seguramente va a compartir su lana con todos los mexican@s ¿no?
Sánchez Osio reviró: “Si soy ilusionista, me va a perdonar, pero usted es vidente. Cómo sabe lo que sería el monopolio de Pemex sin la política fiscal que lo esquilma y la rampante corrupción. Enron, que era una gran empresa privada, cayó por la corrupción, no por sus problemas operativos”.
Deveras que los panistas deben tener cuidado de no caerse en cuatro patas porque no vuelven a levantarse.
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